Capitulo FINAL I: adiós...

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Puede que se un cap algo confuso...
Dividiremos el final en dos

realmente lo siento–.

Caminaban por las calles del Callao, hacia el mirador. Ese sería el punto de encuentro, tenía que ser pronto.

Ragnor estaba muy pálido y por más que se empezará en disimular sabíamos que sentía dolor, estaba dudando mucho y tosía compulsivamente de vez en cuando, ocultando la sangre en un pañuelo.

Dos de las personas a su alrededor estaban sumamente preocupadas.

Tomaron haciendo en el borde del mirador, debajo de ellos las olas chocaban con las rocas, empapandolos de un suave rocio de agua salada, el cielo estaba despejado, era una buena vista.

La hubiesen apresiado más si no estuviesen a pasos de la muerte, era un ambiente tranquilo, transmitía paz. Todo lo contrario a lo que ellos sentían.

Se escucharon pasos resonar en la acera, de una esquina aparecía, con aspecto de simpleza mal disfrazada, Jonathan.

Se veía despreocupado y casual, como quien solo da que una vuelta por el barrio. Su actitud relajada en esta situación hizo que Raphael recordara y lo hallará semejante ha aquellos demonios desvergonzados de lo que su madre le contaba historias de pequeño para que se portará bien.

–valla... valla...– empezó a aplaudir– excelente trabajo.

–el antídoto– exigió el negociante.

–primero coloquense esto– les lanzó unas esposas, mientras Alec y Magnus obedecian la orden, el rubio continuo hablando pero ahora hacia Ragnor– veo que no la estás pasando bien, me esforce mucho en esa droga, a decir verdad, es explendida... un desperdicio tener que darte el antídoto.

Ya con los dos hombres esposados le entrego un pequeño frasco a Raphael.
–lo siento– dijo él hacia sus amigos, ellos le regalaron un asentimiento y una pequeña sonrisa.

–te entendemos, ahora vete– ambos hombres se marcharon dejando Magnus y Alec en manos de Jonathan.

–cuanta lealtad– dijo el rubio de manera burlona.

–Jonathan tu jamás entenderías lo que uno es capaz de hacer por amor– el aludido alzo una ceja.

–¿estupideces? – dijo encogiéndose de hombros– no sale nada bueno de actuar bajo sentimientos. Mírate aquí por amor a alguien que apenas conoces. Él aquí, por amor a mí disque madre y hermana, tus hermanos en una lucha por amor a ti, el amor no ayuda, cualquier clase de sentimiento nubla tu juicio. Eso es algo que tu no entenderías.–

Mientras hablaba se acerco e inyectó algo en el cuello de ambos, segundos después se sintieron aturdidos y poco a poco perdieron la conciencia.

***

Gritos, gritos y más gritos...

Mi cabeza zumbaba, aún no lograba salir del aturdimiento y los gritos sonaban a la distancia. A medida que  mi conciencia volvía los gritos se fueron acercando. Al fin pude reconocer la voz... Era Magnus.

–NOOOOO... POR FAVOOOR...  NOOOO... TE LO RUEGO...

Sus gritos se oían desgarradores, trate de localizarlo y note dos cosas.

No estábamos en la misma ubicación y estaba atado.

Trate de concentrarme y buscar la manera de desatarme he ir por él. Los gritos de Magnus me desesperaban, hasta que uno de sus gritos me congeló.

–NO LO LASTIMEEES... ALEXANDER... ALEC... DEJALO...– mierda, he de admitir que me alivio y me angustio al mismo tiempo. Conocía esa forma de tortura, debí imaginarlo, a Jonathan le gusta quebrar la mente de sus víctimas, a tal punto que poco a poco abandonan sus ganas de vivir.

Se que no lo estaba lastimando, la menos no físicamente. Y eso era lo que me angustiaba, el dolor emocional que reflejan sus gritos. Quiero gritarle que estoy aquí, que estoy bien. Pero solo causaría que lo lastimen físicamente.

No sé cuánto tiempo habrá pasado desde que nos entregamos a él, ruego al ángel que todo salva bien y que todos estemos a salvo pronto.

Los gritos continuaron por unos minutos más a estos se le sumaron sollozos.

Ya estaba empezando a preocuparme, el tiempo pasaba y la ayuda no llegaba. Es obvio que no nos entregaríamos sin un plan, pero ya se estaba tardando.

Escucho unos pasos hacia la habitación en donde estoy, el llanto de Magnus aún se escucha pero más bajo.

Al abrirse la puerta aparece el que alguna vez considere mi compañero, el cual trate como un hermano.

–al menos sabes que te quiere, rogó demasiado por tu vida, incluso pidió ocupar tu supuesto lugar– sentí como se estrujó mi corazón.

–ahora... ¿Qué haré contigo?– caminó en círculos alrededor de mí.

– creí que tenías planes para nosotros desde el principio– tenía que entretenerlos, la ayuda debe estar en camino.

–los tenía para él, pero no creí que te entrometieras hasta el final.– recargo su cuerpo en la pared frente a mí.

–¿Cómo desarrollaste un veneno a base de Ying Feng?– todo vale para ganar tiempo.

–recuerdas cuando mi padre me envió a otra cuidad... Pues mientras tanto trate de tener una vida normal, conseguí un trabajo y fui a la universidad, si bien no me gradué aprendí algunas cosas que te sorprenderían.

–Por que lo dejaste, si me diesen la oportunidad de dejar este mundo, lo haría.– asesinar por encargo no es una vida de ensueño, me gustaría ir a la universidad, que mí única preocupación sea trabajos que tenga que entregar, no que en cualquier momento me atraviese un cuchillo, daga o bala.

–No lo dejé por voluntad o por qué me gustará esto– abrió sus brazos señalando lo que abarca la habitación– pero sabes que a Valentine poco o nada le importa, para el eres solo una posesión, una pieza en su gran tablero de ajedrez.  Me dijo que no te matará, como sea eres bueno en lo que haces, recibirás un castigo por tu error. Por eso te incluí aquí, puedes pensar que solo soy un ser sin corazón que no tiene afecto por alguien.– acaricio casi sin darse cuenta la pulcera que colgaba de su muñeca, la conocía, yo tengo una igual, hace algunos años Iz hizo pulseras de "hermanos" he incluyo a Jonathan. Paso en silencio unos segundos.

–Valentine me pidió llevar a Isabelle, te castigará a través de ella.– por primera vez puede notar un tinte de preocupación aunque tenue, ahí estaba.

–El del error fui yo, ella es solo una niña, no tiene la culpa– mierda, Raziel que Isabelle no llegue, prefiero sufrir la tortura y ver solo la manera de salir. Se para que quiere Valentine a Izzy,–no lo permitiré.

–Alec en este momento te recuerdo no puedes hacer nada, aunque a decir verdad, prefiero torturarte a tener que ver a Izzy como las mujerzuelas de mi padre... Por Raziel, ella para mí también es una niña, mi hermana...– su teléfono empezó a sonar, al parecer solo le dieron una orden, por qué la llamada fue rápida y no hubo respuesta de su parte-mí padre está aquí.

***



Dividi el final en dos partes ya que quería un poco de tensión, pronto la segunda parte ❤️

mirada que mataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora