El sol no parecía tener la intención de gritarme por mi mal comportamiento la noche anterior, en realidad parecía comprender un poco mi dolor, pues esa mañana había desaparecido o probablemente mi cansancio después de beber había superado al amanecer. Me talle los ojos un par de veces buscando algo capaz de recordarme la noche anterior, pues el apenas notable dolor de cabeza era suficiente para dar un pequeño indicio de cuándo decidí parar.
El mareo no era tan terrible como en días pasados, al parecer mi cuerpo comenzaba a resistir como en otros tiempos. No sabía si estaba tan perdida como en mi terrible adolescencia, pero al menos comenzaba a sentir una humillación similar por pasar cada noche ebria como si mi vida no pudiera avanzar sin un poco de alcohol.
Ponerme en pié era la parte más complicada de cada despertar, y está vez un par de hojas frenaron el choque de mi pie contra el suelo.
- ¿Cómo llegó esto aquí? -me senté a un lado de ellas Intentando adivinar su procedencia cuando la caligrafía terminó por descifrar el misterio.
Los días parecían vacíos hasta tu llegada, perdóname por no apreciar con más detenimiento cada una de tus influencias a mi vida, cada aporte a mis mañanas y tú manera de hacerme soñar con tener tu cuerpo a mi lado. Perdón por no ser capaz de ver todo antes de perderlo.
-Michael
Perdón por no ser quién esperabas, también recuerdo a ese niño poco tímido, al que no tenía el corazón roto y él no sería capaz de hacerte daño, intento encontrarlo en el espejo para suplicar por su regreso sin obtener respuesta alguna, cambié desde aquellos años, el mundo no es el mismo para mí, pero incluso con el cambio de cada día te amo, a pesar de mi egoísmo, te amo.
-Michael
Lamento no ser capaz de alejarme, lamento no tener las agallas para dejarte seguir tu camino, pero cuando estoy lejos de ti me siento incapaz de respirar, de pensar, de vivir.
-Michael
Una disculpa por cada día sin verlo. Apenas transcurría la primera de 4 semanas y me sentía completamente hundida en la miseria, ¿Cómo iba a ser capaz de resistir las 3 siguientes? No me creía tan fuerte. Busqué la botella de vino que había pedido días antes al bar. El olor del alcohol relajó un poco mis ansias, los silencios al interior de cabeza. Un par de tragos por mí, un par de tragos por él y toda nuestra historia a mitad del mar, otro par de tragos por nuestra costumbre extraña de amarnos y no estar juntos, un par de tragos por la soledad que era capaz de separarnos, un par de tragos por su voz, su melodiosa voz.
—Lisa, Lisa —escuché en un murmullo mientras golpeaba la puerta.
—Te he llamado con el pensamiento —respondí intentando ponerme de pie en un movimiento sin lograr nada.
— ¿Piensas en mí? —su manera de hablar me pareció ligeramente particular, pero en mi estado nada era exactamente normal.
—Siempre pienso en ti, deberías saberlo.
Le dije frente a frente cuando por fin pude abrir la puerta, no pude si no dedicarle una sonrisa de lado repasando los detalles de su rostro.
—Yo siempre estoy pensando en ti.
—Me gustaría escuchar eso a menudo.
—Prometo decirlo a cada segundo cuando vuelvas conmigo —dio un paso al frente buscando un lugar cercano para mantener el equilibrio.
— ¿Volver? Hacerlo sería caer de nuevo.
—No necesitas cuidarte de mí, voy a protegerte.
— ¿Por qué me amas?
—Porque te amo.
No pude evitar reír, tal vez era el alcohol jugando con mis acciones o solamente un reflejo verdadero de mis intenciones.
—Necesito alguien capaz de protegerme de ti.
—No, no lo necesitas si no vuelvo a hacerte daño, y no lo haré porque Cressy no estará enferma de nuevo, ella va a recuperarse, saldrá a viajar por el mundo con Erik. Ella va a estar bien luego del tratamiento mientras nosotros arreglamos todo.
— ¿Cressy está enferma?
—Sí, por eso debía casarme con ella, para darle la oportunidad de un tratamiento experimental capaz de hacerla recuperar todo. No estoy enamorado de ella, tampoco deseo quedarme a su lado el resto de mi vida, solamente quiero verla feliz, viva, con esos mismos ojos llenos de brillo, como siempre.
Una pequeña parte de mí comprendió sus palabras, la razón salió a flote por un par de segundos.
—Siempre serás tú, tú eres con quién deseo pasar el resto de mi vida —aquella manera de arrastrar las palabras era por una simple razón, estaba ebrio, tal vez tanto como yo—. Quiero soñar y despertar contigo, nuestra vida podrá ser rutinaria, pero nunca va a ser sosa, no es posible.
—Michael... —el efecto del alcohol dejó de sobrepasar mi entendimiento.
—Lisa, Lisa yo solamente quiero estar contigo. Solamente contigo.
Dejé el umbral de la puerta intentando procesar la información. Cressy enferma, Cressy en un hospital. No pasó mucho tiempo antes de escuchar la puerta cerrarse seguida de sus brazos al rededor de mi cuerpo.
—Vamos a caer juntos, el uno por el otro, te necesito para iniciar cada día, todo este tiempo lejos de ti me está matando.
—Yo me siento perdida, sola en el mundo.
Me dio un beso en la sien, pasando por mis mejilla y la comisura de mis labios, no podía evitar caer en sus brazos, lo deseaba, lo deseaba como nunca.
—Te amo, te amo tanto.
Se escuchó entre la oscuridad mientras nuestros labios se encontraron, esa era la forma más parecida de una reconciliación, la felicidad de acariciar su piel, sentirlo cerca, mi corazón martillando contra mi pecho mientras sus manos me ayudaban a deshacerme de la ropa que sobraba, la noche nos abrazo. Tenía los ojos cerrados, no podía verlo, pero podía sentirlo, estaba conmigo, completamente conmigo, las palmas de sus manos recorrían mi cuerpo como si se tratase de una escultura, me moldeada con cada uno de sus besos y aquella cama dejo de ser enorme por su compañía, por su cuerpo contra el mío, éramos uno.
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Soñando Sobre Tu Piel
FanfictionLas páginas del libro se llenaron poco a poco, eran mis recuerdos, sus risas, cada vacío de su presencia era reemplazado por palabras, esas flotando a mi alrededor, me ayudaron a sobre llevar su ausencia, pero no quería pasar toda la vida acompañado...