Y el mundo no dejaba de girar, le miraba dormida con los ojos cerrados en cada atardecer, pero no por imaginarlo una y otra vez era capaz de traerlo a mí realidad. No sabía si tenía una ligera obsesión con haberlo perdido o la costumbre de abrazar su ausencia estaba naciendo. Esa no podía ser yo, esa no era yo, sufriendo, esperando a terminar los días sin llegar a ningún lado, ¿Cuándo comenzó aquella rutina tan compleja?
Dejé mi frente caer contra el escritorio pensando una y otra vez en el mismo monólogo, era verdad, el amor me había traído una debilidad terrible junto a su ausencia y mirar aquellos papeles sin poder escapar me hicieron soltar un suspiro lleno de cansancio.
— ¿Estás bien, Lisa?
Su voz tímida solamente me recordó el mal comportamiento en mi horario de trabajo.
—Sí —respondí sin levantar la cabeza—. Ayer no pude dormir muy bien.
—Lo lamento. Si quieres puedo ayudarte a llenar las formas para el crucero —escuché sus pasos livianos acercarse con tranquilidad y al instante me atreví a retener aquel sobre bajo las palmas de mis manos sin intención alguna de cederlos.
—No te preocupes, Vicky, yo puedo hacerlo —me forcé a sonreír—. Quería un par de segundos para reponerme. Haré las formas por mí misma.
—De acuerdo, sí necesitas algo, no dudes en llamarme.
—Claro, gracias.
Bajé la mirada al papeleo pendiente intentando distraer mi mente mientras ella se alejaba lo suficiente.
Mis ojos no dejaban de ver con un asombro totalmente sincero la carta al interior de este, las formas a llenar y finalmente el pase de abordaje. Debía ser todo una broma. Nadie estaba preguntando si deseaba o no asistir a ese crucero, la carta lo especificaba por completo, era obligatorio, era parte de mi trabajo.
Señorita Lisa Marie Presley, se confirma su asistencia al próximo viaje de recreación por parte de la editorial J-k Jackson como representante del departamento de redacción en las oficinas de J-K Canadá en el condado de Kellowna.
No había una casilla confirmando o negando, no tenía opción y aquello solamente me hizo sentir atrapada, debía volver al mismo crucero en donde comenzó mi historia con Michael, el inicio de lo que se conocía como nuestro y revivir todos esos recuerdos solamente podía significar una cosa, lágrimas, muchas lágrimas que definitivamente ya no tenía serían derramadas al volver a ese lugar.
Mi entusiasmo decayó por completo, esos ojos me aprisionaron de nuevo, pero esta vez solamente deseaban atormentarme. Había estado en paz conmigo en los últimos días, meses, intentando darle un nuevo rumbo a mi vida sin él, y de nuevo el destino me jugaba sucio.
¿Sus padres de verdad me querían en ese lugar? No había manera alguna de obligarme a salir de Estados Unidos para después intentar reunirme con él sin darme alternativa alguna, o probablemente intentaban terminar por destruirme, yo era una amenaza para el futuro de Michael, una vez casado con Cressy solamente podía aspirar a mantenerlo al margen de la situación restregándome en la cara su matrimonio. Las tácticas del señor y señora Jackson eran como un domino, ponían pieza tras pieza calculando cada movimiento, el tiempo, la distancia de cada ficha e incluso su manera de caer, eran manipuladores, meticulosos e inteligentes, al menos lo suficiente para salirse siempre con la suya. Fui manipulada por ellos sin darme cuenta, yo era parte de ese recorrido cayendo antes del gran final, justo en ese momento me encontraba a una firma de cederles el poder sobre mi poca cordura restante desde mi relación con su hijo.
Una parte de mi gritaba con desesperación, necesita verlo, al menos en la distancia y sentirlo mío sin importa cuanto me estuviera engañando, pero la otra no quería salir lastimada de nuevo, ninguna de mis heridas había sanado por mi propia culpa, no sabía cómo podría pasar un mes evitando a una persona que se las ingeniaba para aparecer de la nada.
Muy a mi pesar, sosteniendo la pluma en un puño cerrado casi desgarrando el papel con cada trazo termine por firmar cada una de las formas completamente llenas con mi información, alergias, enfermedades crónicas, malestares y un sin fin más de formalidades para realizar cualquier viaje, no había sido la mejor decisión, solamente era una decisión en el mar de errores dentro de mi vida, las palabras de mi madre hicieron eco en las paredes de mi mente, él no podía manejarme, no quería darle ese gusto, la labor titánica de mantenerme alejada iba a ser el punto clave para dejar en claro una vez más mi postura frente a él.
Las manecillas del reloj avanzaron, era hora de salir, toparme con otro de mis grandes problemas y errores, Vicky camino a mi lado cautelosa sin interrumpir el silencio entre nosotros mientras la hostilidad crecía apenas entrado a nuestro alrededor en el ascensor.
— ¿A dónde será el viaje? —inquirió abriendo paso entre esa nube gris de silencio.
—No tengo idea.
—Será un mes muy interesante. ¿Quién se quedará a cargo de todo en tu ausencia?
—Eso no es muy difícil de adivinar, ¿o sí?
—Yo —murmuró esperando una confirmación para liberar esa sonrisa escondida entre sus labios.
—Tú —le afirmé.
Me miró con ternura, como si pudiera entender mi pesar.
—Él estará ahí, ¿verdad?
— ¿Quien?
—Tu ex novio, por su culpa terminaste en Canadá. He escuchado esos rumores correr por los pasillo, no me gusta repetirlos, pero tu actitud me dice algo de eso.
—No... no es mentira del todo, terminamos, pero no estoy aquí intentando alejarme de él, fue una oferta muy generosa y la acepte.
—Ya veo, ¿Y Oliver está de acuerdo con tu viaje?
— ¿Debería estarlo?
—Pues si es tu nuevo novio me parecer algo justo.
—Mi nuevo novio —pronuncié como si todo fuera irreal, como si pudiera despertar de ese sueño de vuelta en Montana entre los brazos de Michael, escuchando su respiración acoplada a la mía—, ¿Quién te dijo eso?
—Él, hace dos semanas cuando vino a buscarte después de la junta de los directivos se presento como tu tu novio, ¿Lo es?
No quería responder a esa pregunta, respiré hondo tratando de parecer serena a pesar de estar golpeando mi pecho por dentro.
—Sí, lo es.
Admitirlo no era fácil, dar esa paso era importan para mí, pero él lo tomaba con una ligereza completamente irritante, nada era igual entre Oliver y yo, no teníamos mucho en común y tampoco la confianza para hablar sobre nuestros sentimientos, no correspondidos.
— ¿Le dirás? —espero un respuesta de mi parte cuando no comprendía en realidad su pregunta—. Sobre tu ex novio.
Y entonces obtuvo su respuesta. había pensada en todo, en el largo del cabello de Michael, en las pestañas de Cressy, en mi equipaje, y en ningún momento me atreví a pensar en Oliver, ese era un punto a favor de terminar con esa ridícula relación, con ese intento de seguir adelante, aunque no podía darme crédito alguno porque era un acto de cobardia antes que una verdadera razón para continuar con mi vida.
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Soñando Sobre Tu Piel
FanfictionLas páginas del libro se llenaron poco a poco, eran mis recuerdos, sus risas, cada vacío de su presencia era reemplazado por palabras, esas flotando a mi alrededor, me ayudaron a sobre llevar su ausencia, pero no quería pasar toda la vida acompañado...