Capítulo 39 "Danny"

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El anillo estaba ahí, reposaba con tranquilidad sobre mi mano mientras nuestras miradas de cruzaban, esos ojos marrones me miraban cargados de ansiedad, yo pude responder en ese momento, pero me quedé sin palabras, lo que sentía en ese momento no podía expresarse con palabras.

-Michael...

-Hola Lisa, ¿estás lista para nuestro paseo?

Había llegado en el momento menos esperado, cuando en realidad no debía estar ahí. La sonrisa de Danny terminó con nuestro momento, caminó por un costado de la casa acercándose con tranquilidad.

-Claro -apenas pude pronunciar sin sentirme culpable por permitir su intrusión-. ¿Quieres venir con nosotros? -Le pregunté a Michael de manera distraída sin desear terminar nuestro diálogo de esa manera.

-No, me quedaré con tu madre, tal vez hoy pueda enseñarme a cocinar.

-Esa es una gran idea Michael —respondió Danny con sarcasmo tangible, esa sonrisa descarada de ensanchó.

—Bien, prometo regresar lo antes posible.

—Toma tu tiempo —me acarició la mejilla.

No quería alejarme de él, pero darle unos minutos con mi madre no sería malo, ellos necesitaban conocerse un poco mejor, limar asperezas.

— ¿Lista? —preguntó de nuevo.

—Sí, ya voy —me puse de pie mirando sin quitar la mirada de Michael.

—Espera —me tomó por la muñeca sin prestar atención al lugar o la presencia de Danny, me besó, un beso tierno, no muy largo, pero perfecto para dejarme pensando en él por el resto del viaje—. Con cuidado.

Asentí dejando la entrada de la casa junto a Danny, por un par de minutos le seguí de cerca sin articular palabra alguna, pensando solamente en el anillo ahora al interior del bolsillo de mí chamarra, pero el curso de mis pensamientos se vio entorpecido cuando reconocí el camino donde nos encontrábamos en esos momentos.

—Hey, apenas puedo recordar cuando estuve aquí por última vez.

Él me miró sobre su hombro con una sonrisa de completa satisfacción y en cuanto el letrero de 'Bienvenida' deslumbró mis ojos no pude evitar responder con una sonrisa igual.

—No puedo creer que todavía recuerdes este lugar —dije de nuevo en cuanto el paisaje se extendió sobre nosotros.

En Memphis existía un lugar secreto, el lugar en donde alguna vez soñé con construir una casa del árbol, en donde pasé mi primera resaca, el primer beso con Danny, en donde decidí irme de Memphis directo a Montana, cuando me aceptaron en la universidad, cada momento cargado de emociones importantes ocurrió en ese lugar, la mayoría de mis recuerdos más importantes en Memphis se encontraban ahí, un campo abierto, una entrada al bosque en las afueras del pueblo, un lugar desconocido para muchos así como un bosque poco explorado.

Cada árbol de ese lugar tenía un lugar especial en mis recuerdos, cada árbol era como un sueño creciente.

— ¿Todavía recuerdas cómo era pasar aquí las tardes de invierno?

—Nunca podría olvidarlo —Me quedé admirando con cuidado el césped verdes, las copas frondosas de los árboles, el lugar seguía intacto a pesar de los años.

—Era mágico, ¿cierto? —su mirada cayó sobre mi llamando la mía, tomó asiento bajo uno de los árboles un par de metros después del letrero de bienvenida, le seguí de cerca y en cuanto decidió recostarse hice lo mismo.

—Gracias, por traerme de regreso.

—Necesitaba hablar contigo en un lugar especial, nuestro lugar especial.

Soñando Sobre Tu PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora