Capítulo 37 "Soñaré"

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— ¿Volverás a Memphis?

—Sí —respondí con una sonrisa sin dejar de empacar.

— ¿Cuándo te vas?

—Dentro de unas horas —me reí sin poder evitarlo. Estaba a punto de cometer una gran locura, no, en realidad estaba a nada de sentirme libre, libre como nunca antes.

—Me hubiera gustado saberlo antes, pude adelantar mi viaje para no dejarte viajar sola.

—No lo haré sola —respondí mientras Michael aparecía en el umbral de la puerta con media sonrisa.

—Hola, Daniel —le saludo con un movimiento de cabeza.

—Señor Jackson —respondió sin una expresión aparente en el rostro.

Aquella era la primera vez que Michael y Danny se veían, al menos en mi presencia, pero ambos sabían de la existencia del otro.

—Voy a viajar con Michael —mi voz rompió el silencio, y ese tono extraño lleno de felicidad que no conocía.

—Es parte de una promesa, hay alguien en Memphis extrañando su presencia.

—Lo sé —le respondió—. Pude acompañarte. Iré con mis padres en un par de días, pude...

Oh, tranquilo lo tengo todo bajo control, seguro podremos divertirnos sin ti —se encogió en los hombros como dejando el umbral de la puerta para ayudarme a empacar o hacer el intento—. Tus deberes te esperan.

—Mis deberes estan casi terminados —se burló Danny.

—Lo imaginó, Danny es una persona muy responsable —le dije a Michael esperando a dar una señal de tregua entre ellos al menos por un momento—. Necesito hablar contigo —le indiqué a Danny con una mirada tierna.

— ¿Puede darnos un minuto, señor Jackson?

Asintió borrando toda expresión sonriente de su hermoso rostro, pero obedeció a mi deseo y salió de nuevo de la habitación.

—Gracias —dije con mucho de resentimiento a mi estadía en ese lugar y unas ganas increíbles de salir—. En verdad aprecio mucho mi tiempo en Italia contigo, fue lindo ver las calles ese par de veces y estás paredes resguardan varios recuerdos.

—Necesitabas alejarte de esa vida extraña en Canadá, solamente hice lo mejor para ti.

—Y lo agradezco mucho, eres en verdad grandioso. 

—Haría cualquier cosa por ti. Lo sabes.

—No dejás de sorprenderme, pero este viaje es muy importante para mí —le confesé volviendo la mirada a mí valija—. Sospecho que será algo que va a marcar un punto y aparte luego de mi mala racha.

—Te deseo lo mejor. Tal vez podamos vernos en Memphis, ya sabes, cuando llegué.

—Claro.

— ¿Prometes reservar un día para mí?

—Lo prometo.

El silencio volvió a nosotros, terminé de reunir mis cosas, Danny tomó mi maleta para llevarla a la estancia y Michael miraba el espectacular con un aire distraído. Fui hasta donde se encontraba posando mis manos en sus hombros con cuidado, sus cálidos ojos marrones me dedicaron su brillo.

—Estoy lista.

—Bien, vamos —tomó mi mano no sin antes dejar un beso sobre mis nudillos haciendo palpitar mi corazón con fuerza.

Le dedicó una sonrisa despectiva a Danny y yo le di un abrazo antes de desaparecer por la puerta dejando los fantasmas, las tristeza y penumbra abandonada en los rincones de Italia sin desear volver la mirada atrás.

Soñando Sobre Tu PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora