Mi aliento podía verse entre los primeros rayos del sol de la mañana, no recordaba cuándo había visto un amanecer tan melancólico como ese, me abrace debido a la primera brisa, no había podido dormir a pesar del cansancio, sus brazos me arrancaron el sueño, no podía dejar de culparme por no escucharlo, estaba tan herida que me atreví a concluir en algo completamente erróneo.
-Eres estúpida, Lisa -me frote la frente antes de sostener el puente de mi nariz.
-En realidad no me pareces estúpida -respondió a mi susurro.
- ¿Disculpa? -giré sobre mis talones apuntando los ojos sobre ella con cierto desquicio.
-Estaba esperando a verte sobria en algún punto.
-Yo esperaba no verte.
-Tal vez es por tus evidentes celos, no te culpo del todo, Michael es muy atractivo.
-Eso lo tengo claro.
-No voy a salir de su vida, eso también debería estar claro entre nosotras.
No deseaba responder a sus palabras, la plenitud combinada con la culpa había creado una mezcla de sentimientos extraños logrando mi silencio.
-Cuando me aleje de Michael era apenas un niño de 13 años, nunca imagine verlo enamorado.
- ¿Por qué quieres hablar conmigo? -pregunte intentando acortar.
-Imagine que no serías capaz de recordarlo, después de todo estabas muy ebria.
- ¿Acaso te agredí de alguna manera?
-No. Solamente estaba esperando a darte la bienvenida a mi familia.
- ¿Tu familia? -pronuncie apenas con un hilo de voz mientras mi cabello era golpeado por el viento.
-Soy Yvonne Jackson, o Hayden en estos momentos, no me sorprende tu reacción-dijo en cuanto noto mi ceño completamente fruncido-, yo soy una de las ovejas más negras de la familia, tal vez por eso ninguno de mis hermanos se toma la molestia de mencionarme.
-Eres su hermana -me frote el rostro con ambas manos deseando no estar tan equivocada como la inicio del viaje, en ese momento solamente podía pensar en las varias estupideces rondando al rededor d mi mente.
-No espero una disculpa de tu parte, en realidad solamente me gustaría conocerte un poco, saber quién eres en verdad y si debería preocuparme por mi hermano. Puede sentirme muy maduro, pero en el fondo continua siendo ese niño de 13 años con ojos tristes.
-En realidad me gustaría disculparme, no solamente contigo, también con Michael... no he tomado buenas decisiones en los últimos años de mi vida y he perdido mucho.
-Él puede parecer muy sensible, de hecho lo es, pero siempre logra salir de la oscuridad, sin importar el tamaño de la salida. Siempre pude admirar eso de él, esos ojos marrones llenos de tenacidad y valentía, pero también fui testigo de toda la presión sobre sus hombros.
- ¿Qué clase de presión podría tener un niño?
- ¿No lo sabes? -entrecerró los ojos negando ligeramente con la cabeza.
Moví la cabeza de forma negativa intentando convocar aquellas charlas entre nosotros, sus ojos llorosos, la manera de llamar a su padre, pero nada llegaba a mi mente.
-Él siempre fue la oveja más blanca de la familia, el sol brillaba cuando nació, mamá no dejaba de sonreír y parecía ser el primero de nosotros con un verdadero futuro -se pasó una mano por el cabello dando media vuelta para dejar sus codos sobre la barandilla del barco-. Desde pequeño fue bastante inteligente, corría cuando hacía alguna travesura y comenzaba a demostrar sus primeros dotes musicales, cantaba, tenía un voz angelical que nadie conoció hasta que cumplió 5 años, en un recital. Papá estaba tan orgulloso, y ahí nació todo. Comenzaron a presionarlo para hacer presentaciones en cualquier lugar en donde pagarán. En ese tiempo el mantener a una familia no era fácil, y menos una familia tan grande como nosotros, le hizo sentir a Michael la responsabilidad por mantenernos, de llevar el dinero a la casa para poder solventar algunos gastos, mientras mamá se encargaba de poner en marcha la editorial -guardó silenció por un segundo-. La soledad en casa era terrible, íbamos de la casa a la escuela y de la escuela a la casa sin supervisión alguna, al crecer eso nos dio ideas.
- ¿Ideas? -no necesitaba mucho para imaginar todo lo que pudieron hacer.
-Muchas ideas -asintió-. Mis hermanos iban en busca de una fortuna cada tarde o noche, no importaba la hora porque no había nadie en casa para impedirlo, y Michael solamente se quedaba en silencio. Siendo el chico ejemplar que mis padres siempre le exigían, manteniendo parte de la familia, cargando con un peso que no era suyo, pronto comenzó a intentar seguir los patrones de nuestros hermanos para descubrir quién era en verdad y entonces lo mandaron de viaje con mis abuelos, verlo partir fue la señal que deseaba para salir corriendo, alejaban a Michael de nosotros porque no soportaban la idea de perder a su único hijo capaz de salir a la luz.
Se cubrió la cara con las manos intentando retener los sollozos.
-No... No tienes que...
-Por primera vez en toda mi vida he hablado sobre esto, no sé cómo hacerlo, lo siento -tomó un respiro antes de mirarme de nuevo-. Abandoné a Michael, dejé una carta en la mesa de la sala y me marché antes del anochecer el día después de su viaje con los abuelos. Abandoné a Janet, a Michael a Jermaine, no ayude a nadie porque elegí salir corriendo de casa, no me preocupe por nadie, solamente salí corriendo con una mochila sobre el hombro mientras mi hermano paso años intentando encontrar un camino -ladeo la cabeza pasando la mano por su cabello de nuevo.
-Michael es muy dulce, él quiere esconder eso por miedo a salir herido, y ahora lo entiendo.
- ¿Le rompiste el corazón?
-No del todo, fue algo mutuo... -me atreví a excusarme-. Íbamos a casarnos, yo de verdad lo amo, no quería imaginar una vida sin él a mi lado, pero las circunstancias... La vida...
Intenté continuar sonriendo mientras ella me miraba con la cara desencajada. Imaginaba a ese pequeño Michael de una manera diferente, un niño alegre llenó de energía, corriendo de un lado a otro, siendo solamente un niño, pero su infancia no era como lo esperaban, tal vez él no lo sabía, tal vez no lo recordaba, pero no era una verdadera infancia...
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Soñando Sobre Tu Piel
FanfictionLas páginas del libro se llenaron poco a poco, eran mis recuerdos, sus risas, cada vacío de su presencia era reemplazado por palabras, esas flotando a mi alrededor, me ayudaron a sobre llevar su ausencia, pero no quería pasar toda la vida acompañado...