Capítulo XIII

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Aquí les dejó un mega capítulo porque es el más largo hasta los momentos y pasa de todo un poco jeje, ¡disfrutenlo!


Abril de 2016.

Ella entra por la puerta lateral del burdel debido a que afuera están varios clientes esperando a que el local abra las puertas, estaban ansiosos por volver a ver a la Diosa, ella no se había presentado luego de aquel día y ya hoy regresaba al escenario.

Camino hasta la habitación de empleados y dejó sus cosas en el casillero, salió de allí yendo hasta la barra tenía que poner todo en orden ya que pocos minutos las puertas serían abiertas. Mientras organizaba los vasos y bebidas, la señora Bella se acercó hasta ella con un pequeño sobre amarillo entre las manos, sin comprender, se acercó lentamente.

─Melody, ¿cómo has estado? – Preguntó con una pequeña sonrisa que parecía más una mueca.

─Señora Bella bien ¿y usted?, ¿Cómo estuvo su viaje? – La señora Bella había tenido que ausentarse por más tiempo del solicitado inicialmente, por suerte Erika había encontrado una bailarina que suplantara a la Diosa esos días, regresando Melody a su puesto de trabajo y Erika encargándose de la administración.

─Estuvo bien, gracias por preguntar ─ Esta vez la sonrisa que le brindo fue más agradable ─. Toma, es tu pago por bailar hace unas noches ─ Le extendió el sobre, ella confundida la miro.

─Esa noche Erika me dio como pago lo que le corresponde a una bailarina y los clientes dejaron suficiente propina, no comprendo – La interrumpió la mujer.

─Tú no reemplazaste a cualquier bailarina, sino que reemplazaste a la Diosa – Aclaró ─. La Diosa cobra una comisión de porcentaje adicional por cada noche de presentación, esa noche tú la suplantaste porque se encontraba indispuesta y fue ella misma quien me indicó que su porcentaje te lo diéramos a ti ─ Dijo extendiéndole nuevamente el sobre que esta vez sí tomo.

─Muchas gracias señora Bella ─ La mujer asintió y se despidió yendo hacia su oficina.

Ella con una sonrisa en su rostro fue hasta su casillero en donde guardo el dinero en su bolso, debía admitir que mientras más dinero mejor ya por lo menos había cancelado la renta de ese mes y no solo comía cereal o yogur. Entusiasmada regresó a su puesto de trabajo, debía apresurarse porque ya solo faltaban cinco minutos.

Al otro lado del pasillo una mirada azulada estudiaba cada uno de sus movimientos, para ella la castaña representaba un enigma que debía descubrir, necesitaba descubrir. Hasta el momento solo conocía poco sobre su pasado destacándose como una alarma el hecho de que trabajara con la FBI, pero por otro lado sabía de buena fuente que ella misma había decidido abandonarla pero ¿por qué?, ¿sería alguna estrategia o táctica para atraparlos? No lo sabía y por eso era que estaba más alerta que nunca.

Lo único que sabía con firmeza es que Melody estaba pasando una mala racha o eso aparentaba, por eso había decidido mover una de sus piezas dispuesta a descubrir cuál era su verdadera realidad.

Melody destapaba una cerveza en el momento que sus ojos se percataron de la figura que caminaba con seriedad y rapidez, él no miraba hacia los lados fijo en su objetivo, ni siquiera se disculpaba con quienes tropezaba en su camino.

Ella lo siguió con la mirada embelesada, tenía días sin verlo y pensaba que no volvería a verlo nunca más solo en sus recuerdos. Su corazón se detuvo por unos minutos al ver cuál era su destino, en su mente ella rogaba que no fuese así y que solo se estuviera equivocando pero no, él entró en el camerino sin siquiera tocar solo cerrando la puertas tras su paso mientras desanudaba su corbata de un solo tirón.

Dean MichelakisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora