Dean se quedó sorprendido observando el camino por el que se fue Melody, en un impulso intentó ir detrás de ella aun cuando no sabía cómo entraría porque ya la puerta estaba cerrada, pero una fuerte y pesada mano lo detuvo, él miro con molestia a Hank quien le hizo una inclinación hacia cierta pelinegra que lo observaba expectante.
Dio un último vistazo al edificio y se giró para regresar al vehículo.
─Debes limpiar esa nariz y curar ese hombro ─ Señaló su hombro herido por el rocé de una bala cuando se protegía de la familia Areleus.
─Los Areleus...
─Ese es otro tema que deberás tratar ─ Dijo ella regresando al interior del vehículo.
Al día siguiente.
Con los ojos hinchados de tanto llorar la noche anterior y una voz rasposa, se levantó de la cama para prepararse algo de desayuno o almuerzo, dada la hora que era, el reloj marcaba las 11.32 y todavía no había comido nada.
Sintiéndose desganada y desanimada puso a hervir una pequeña olla donde echaría el espagueti que haría con atún, mientras el agua hervía aprovecho de darse una ducha y colocarse ropa limpia, desde que llegó anoche solo había conseguido quitarse la camiseta llena de sangre y lavarse el rostro antes de seguir llorando dejándose caer en su cama abrazando la almohada.
Cuando la comida estuvo lista se sentó frente al televisor en su pequeño sofá con el plato en manos, cambiaba de canales buscando algo con lo que distraer sus pensamientos del recuerdo de aquellos ojos azules que no la habían dejado tranquila ni una sola noche desde que lo conoció. Curiosa al ver el logo del burdel en un canal de noticias decidió detenerse allí.
─El incidente se perpetuó la pasada noche de ayer en el burdel Pretty Girls ─ Decía el periodista mostrando detrás de él algunas imágenes del lugar destrozado ─. De acuerdo con las autoridades el acontecimiento dejó seis muertos y diez heridos, todo inició cuando un grupo de hombres armados entraron al lugar arremetiendo con todo a su paso, golpeando y disparando a los clientes que acudían al establecimiento.
»Entre los seis muertos, cuatro corresponden a los perpetuadores de este terrible acontecimiento, miembros de la familia griega los Areleus. Personas que de acuerdo con las investigaciones de las autoridades y dado lo sucedido hace unas semanas con la única hija de Joseph Areleus, quien fue asesinada a través de un disparo en la cabeza de acuerdo con los forenses, información que desmienten los familiares. Podría decirse que esto se ve más como un ajuste de cuentas, siendo la pregunta ¿a quién o quiénes estaban buscando los Areleus el día de ayer en ese burdel?
El recuerdo de aquellos hombres disparando a Dean regresó a su mente, sabía que él no debía estar metido en algo bueno pero de allí a que lo estén buscando para matarlo, debía ser algo tremendamente grave y ya ella no estaba dispuesta a quedarse más con la duda.
Dejando el plato vacío sobre la pequeña mesa, fue a su habitación y buscó su laptop. Cuando el equipo se encendió abrió la página de Google y escribió el nombre Dean, apareciendo información trivial y poco útil que solo indicaba su relación con Rebekah y Freya Michelakis, quienes sí tenían más información al respecto debido a sus crecientes empresas.
Chasqueando la lengua siguió navegando por la web, necesitaba encontrar algo, algo que le dijera a qué exactamente se dedicaba él. Drogas, prostitución, armas, ¿a qué se dedicaba su negocio? Necesitaba saber, ¿qué tan peligroso era Dean?, ¿Qué tan peligroso era el hombre que se negaba a aceptar en su corazón?
Luego de lo que parecía una eternidad buscando, encontró una página que destacaba por desvelar pequeños secretos de las bases de datos de la FBI, intrigada por lo que allí pudiera encontrar sobre él y esperando tener más suerte, ingreso pero está la direcciono por distintas pantallas hasta que llegó a la última, confiándose de su antivirus inspeccionó la página encontrándose con un pequeño índice en la parte superior derecha en donde se desplegaban todas las categorías, sin saber por dónde iniciar se fue a la sección de búsqueda y colocó el apellido de él: Michelakis.
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Dean Michelakis
RomanceMelody Croswell ha perdido todo cuanto había construido, su trabajo, su hogar, todo lo que ella conocía como su vida soñada se ha desboronado en tan solo segundos. Ahora tiene que enfrentarse a su nueva realidad, sin saber que esto también cambiará...