Dean sostuvo entre sus brazos a una inconsciente Melody, él la colocó con cuidado en el sofá de la sala para luego quitarse la chaqueta.
─Dile a Trent que ya estamos por bajar, que nos espere en el estacionamiento subterráneo ─ Le indicó a Hank quien asintió.
Él le colocó la chaqueta a ella y puso los botones, no quería que pasara frío y menos que la vieran con ese traje camisón que tenía puesto, se veía endemoniadamente apetecible. Conteniendo sus ganas la tomó en brazos otra vez y salió con ella mientras Hank los seguía, llegaron al estacionamiento subterráneo y una vez dentro del vehículo salieron de allí directo al aeropuerto.
Trent dirigió el auto por el estacionamiento privado llegando hasta el avión que los esperaba listo para despegar a Italia. Hank abrió su puerta y él descendió todavía con esa hermosa mujer entre sus brazos, subió por las escaleras y entró a la cabina, la chica dispuesta para atenderlos los siguió.
─Buenas noches señor, ¿algo en que pueda atenderlo? – Dijo a sus espaldas, no se le paso de ser percibido el tono sugerente de la chica, pero él solo estaba allí por otra señorita.
─De momento no, puedes dejarnos solos y si necesitamos algo te informó ─ Dijo sin mirarla y dejando a Melody sobre uno de los asientos cerca de la ventanilla, la acomodó y le colocó el cinturón.
Se irguió y al girarse se encontró con la rubia mirándolo con una sonrisa, esperando. ¿Sería sorda?
─Dije que no necesitábamos nada, ahora retírate ─ Ordenó mirando entrar a Hank.
─Señor, el otro avión no ha llegado – Informó.
─Bien, dejen el vehículo en el estacionamiento y ya pediremos alguno en Italia – Ordeno antes de sentarse junto a Melody y tomar una de sus manos entre la suya para darle un pequeño beso en el dorso.
Hank asintió y se retiró, la chica lo miro y luego se retiró.
El silencio invadió la cabina del avión, se colocó el cinturón y se dedicó a admirar a Melody quien dormía plácidamente haciéndola ver más hermosa si eso era posible.
Melody Croswell.
Abrió lentamente los ojos pero tuvo que cerrarlos al sentir la fuerte luz que había en el lugar, ella no recordaba haber dejado las luces encendidas pero luego llegaron a su mente recuerdos de la noche anterior, sintiéndose desorientada y perdida. Miro a sus alrededores encontrándose que estaba en una especie de avión, vacío por cierto.
Ella intentó levantarse pero el cinturón de seguridad se lo impidió, todavía confundida se lo desabrocho para salir de allí y descubrir hacia dónde iba. Lo único que recordaba era a Hank en su sala antes de perder el conocimiento, en ese momento lo que más deseaba era encontrarlo para que le diera respuestas, aunque sabía que todo eso tenía más que ver con cierto pelinegro.
Se levantó dispuesta a encontrar alguien que le dijera por qué estaba allí, al hacerlo el aire del asiento de al lado la golpeo al pasar por allí haciéndola sentir el perfume que desprendía la chaqueta que tenía puesta, recordando así las manos de Dean recorriendo su cuerpo y sus besos por su cuello. Sacudiendo la cabeza alejo esos pensamientos no sin antes llevarse la manga de la prenda a la nariz, para oler mejor ese perfume tan característico de él.
Con una sonrisa atontada siguió hasta el pasillo y cuando iba hacia la puerta que sabía daba a la cabina del piloto el avión tambaleo un poco, provocando que perdiera el equilibrio cayendo al suelo, ante el frío e impacto dio un grito a la nada. De pronto la puerta de la cabina fue abierta dejando ver a un desaliñado pero sexy pelinegro que apuntaba con su arma hacia la nada, buscando el motivo de su grito.
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Dean Michelakis
RomanceMelody Croswell ha perdido todo cuanto había construido, su trabajo, su hogar, todo lo que ella conocía como su vida soñada se ha desboronado en tan solo segundos. Ahora tiene que enfrentarse a su nueva realidad, sin saber que esto también cambiará...