Iba caminando por el pasillo de la universidad a toda prisa, iba tarde, doblo la siguiente esquina y giro a gran velocidad cuando de repente mi cuerpo choca con algo o más bien con alguien. Mierda. Cuando levanto la mirada me encuentro con unos ojos negros que me observan con gran curiosidad y a la vez divertidos.
— ¿Otra vez tarde?— me pregunta james. Suelto una ligera risa.
—Lo dices como si fuera algo común en mí el llegar tarde.
— ¿Será porque si lo es?—contraataca con el seño fruncido.
Lo golpeo ligeramente en el hombro a modo de broma.
—Eres un pesado. Claro que no llego tarde—me defiendo de mi amigo.
—Si que lo haces— responde con tono cansado—Pero bueno, tranquila que el profesor aun no llega a clases.
En esta ocasión la que frunce el ceño soy yo. Qué raro, el profesor Millord es muy puntual.
—¿Y eso a que se debe? El siempre llega por lo menos diez minutos antes de cada clase.
James me mira raro como si estuviera loca. Agita su mano frente a mi cara y dice:
—¿Holaaaaaa? ¡¿Hay alguien ahí dentro?!— pregunta casi gritando y apuntando a mi cabeza con su dedo índice. Lo que provoca que le dé una mirada fulminante y deje de hacerlo— Amanda, el profesor Millord ya no es más nuestro profesor. No me digas que no lo sabías—más que una pregunta fue una afirmación.
—Pues la verdad es que no lo sabía— respondo sorprendida— ¡Osea amaba a ese profesor!—la que casi grita soy yo en esta ocasión –¿Porque se fue?—pregunto afligida.
—Según lo que escuche se le presento una oportunidad de oro en Canadá y pues no la desaprovecho.
—Mmm. Me alegro por el entonces, pero nunca superare su partida- finjo limpiarme una lagrima imaginaria de mi mejilla, lo que provoca que el moreno suelte una carcajada.
—Eres una dramática de lo peor. Pero según lo que escuche ya hay un nuevo profesor, es uno de los mejores y más respetables. Seguro a de ser un viejo calvo, con bigote y panza. Ha y también aun más aburrido que el señor Millord— razono con pesadez.
— ¡Oye! el señor Millord no era aburrido—defiendo a mi antiguo profesor— Y ojala que este nuevo sea igual o mejor que él.
—Claro que si, las clases de literatura son interesantes y el las hacia aburridísimas—comenta con obviedad—era el profesor más aburrido—cuando me disponía a defender mi punto James hizo un ademan de que cerrara mi boca— No vamos a discutir de nuevo el mismo tema, mejor vamos al aula que ya el nuevo profesor no tarda en llagar— y me tomo del brazo y casi me arrastro con él.
—Que puedo caminar por mi misma loco. Ya suéltame.
Pero me ignoro como si nunca hubiera abierto mis labios. Suspire cansada, total no me estaba lastimando tampoco. Cuando llagamos al aula abrió la puerta para que yo pase, busco con la mirada a Bea, es nuestra otra amiga, de hecho es mi mejor amiga. En cuanto la localizo en el amplio salón repleto de estudiantes sonrió y me dirijo hacia ella, la cual me está dando la espalda, me acerco sigilosamente y me inclino hasta llagar a su oreja y susurro:
—Hola dulce Bea— esta se vuelve hacia mí con una sonrisa.
—Hola loca— me devuelve el saludo con su habitual naturalidad.
— ¿Qué te tenía tan concentrada en tu celular?—curioseo con los ojos entrecerrados.
—Nada,solo veía memes en instagram—se encoge de hombros.
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Clandestino
RomanceY a veces caer en la tentación es la única salida... Ellos sabían que no estaba bien, que nunca debieron empezar con ese juego tan peligroso de seducción, placer y secretos pero la tentación y la pasión que sentían el uno por el otro era tan fuerte...