Ella, no él ▪Juliantina▪

5# •"La chica de ojos bonitos"•

VALENTINA

Cotí no había desistido de la idea de ir al cine, por lo tanto, en este momento estábamos a punto de elegir la película y pagar las entradas. Solo éramos ella, Peter y yo. Thomas nos había dicho que no podía venir porque ya tenía planes.

La fila era muy larga y ya me comenzaba a fastidiar.

—Fui a ver la cartelera...— Apareció Cotí que se había perdido minutos atrás— Si hablamos en categorías, hay una peli de terror, dos infantiles y una romántica— Peter tenia cara de "En que me metí" — No estoy para una romántica claramente, ni tampoco para una infantil.

—Qué bueno, prefiero las de terror— Se sumó Peter a la conversación.

—Esta fila esta larguísima— Asomé mi cabeza e intente calcular cuanta gente había— Odio esperar— Me cruce brazos y solté una gran bocanada de aire.

Minutos más tarde, seguíamos en la fila.

—Como que va muy lenta ¿No? — Se quejó Cotí— ¡Apúrate! — Gritó y escondió su cabeza.

Todo el mundo sabía quién era la chica que había gritado.

—Voy al baño— Nos dijo Peter para luego irse.

—La película va a empezar y nosotros seguimos aquí— Volvió a quejarse la rubia.

—Ten paciencia— La mía se me estaba agotando.

—¿Esa no es...— Hizo un pausa— ¿Esa no es Juliana? — Señaló.

—No se señala a la gente— Baje su mano.

—¡Auch! Ten más cuidado— Se quejó.

—Por maleducada— Fingí una sonrisa— Si, es ella.

Sonreí a lo lejos. Juliana me vio de inmediato y apresuro su paso.

—Holi— Dijo con lo que más la caracterizaba, su voz alegre— Lamento si llegue tarde, Thomas no se apuraba más— Suspiró y tomó su rostro— Tanto para verse con una...— Se detuvo.

Hazlo, rómpeme el corazón.

—¿Una? — Pregunto Cotí.

—Una cantidad de amigos— Dijo nerviosa.

Obviamente no le creí.

—Que larga que esta la fila— Ella también se dio cuenta de ese detalle— ¿Hace mucho esperan?

—Casi una hora— En cualquier momento Constanza corría hacia donde vendían las entradas y uno de los chicos que atendían, se enfrentaría a su furia.

—Solo faltan un par de personas— Volvió nuestro amigo— Hola Juli— Besó su mejilla— Que gusto verte.

—Lo mismo digo— Sonrió también ella— En la fiesta no tuve la oportunidad de agradecerte, Thomas me dijo que rápidamente te ofreciste para poner la casa.

—No hay porque— Volvió a sonreír.

Cada vez faltaba menos, pero los minutos seguían pasando.

Hasta que finalmente...

—Buenas noches— Atendió el joven.

—No son muy buenas— Cotí se adelantó— Ves esa fila...— Le indicó con el dedo índice— ¡Casi una hora parada! — Se había frustrado.

—Está bromeando— Me interpuse y comencé a soltar pequeñas carcajadas— ¿Verdad? — Dije entre dientes y le hice un gesto para que dejara el drama.

—Ven, mejor vamos a comprar palomitas— Peter la tomó del brazo y se la llevó.

—Cuatro entradas para la de terror...