55#•"¡Auch! Eso dolió!"•

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JULIANA

La pequeña Fiorella, ese había sido el nombre ganador, permanencia por tres días más en sala de cuidados intensivos bajo la vigilancia de médicos. Por mi parte ya la había conocido, a través de un vidrio, era hermosa y muy parecida a mi hermano, aunque para llevarle la contra le dije que no era para nada similar a él y que era igual a Luz.

—Ya quiero cargarla— Le dije emocionada a mi papá. Estábamos fuera de la sala, Thomas ya había tenido la posibilidad de mecerla en brazos y yo me moría por hacerlo también— Es tan tierna, su nariz tan chiquita ... apenas la vi a través de un vidrio pero fue suficiente— Le contaba a mi papá emocionada.

—No paras un segundo de hablar de la nena— Soltó una risa— Pero concuerdo contigo— Agregó.

Al rato salió Thomas, entró mi papá, porque solo se podía entrar de a una persona, y después de quince minutos por fin era mi turno. Estaba literalmente temblando de los nervios, ya antes había cargado a un bebe, pero ahora me sentía una completa inútil.

—Hola bebe— Dije antes de cargarla, a su alrededor tenían más bebitos durmiendo— Estas preciosas— Acomodé su cabeza sobre mi brazo, apenas tenia unos cuantos pelitos oscuros— Eres toda una guerrera igual que tu papi y tu mami— Besé su frente— Yo soy tu tía— Susurré despacito, sus ojos estaban que se cerraban— Me llamo Juliana, pero cuando crezcas puedes llamarme tía Juls— Me adelante un poco— ¿Ya conociste a tus papis? - Le pregunté, su pequeña manito atrapó mi dedo pulgar — Es una pena que solo te pueda ver un rato— no le podía sacar los ojos de encima. Era tan tierna.

—Creo que es una de las bebas mas inquietas— Esa voz detrás de mi se me hizo familiar.

Giré con cuidado con Fiore en brazos. Pude ver sus ojos azules en dirección a mi, Valentina me miraba desde la entrada con los papeles recargados sobre su brazo derecho.

—Valentina— Le hablé después de tanto tiempo— No sabia que estabas aquí— Sonreí un poco nerviosa.

—Trabajo aquí— Contestó y se acercó. Me dio un poco de vergüenza porque ella tenia razón.—Tengo que hacer algunos controles de rutina— Acarició la cabeza de Fiorella— Es muy linda— Gesticuló mientras la observaba.

—No tuve la oportunidad de darte las gracias— Levanté un poco la cabeza y me animé a mirarla— Le salvaste la vida y eso es algo que te voy a agradecer siempre.

—Le prometí a Thomas que iba a cuidar a su novia y a su hija— Explicó— Es lo que hice, ademas esta nena hermosa ...— Habló con dulzura— Es como una sobrina postiza ... eso me dijeron Luz y Thomas— Explicó

—Estoy segura que Thomas no se equivocó en elegirte como doctora de su hija— Un silencio incomodo nos invadió mientras nos mirábamos.

Por unos segundos esa mezcla de sentimientos encontrados, que aparecían cada vez que pensaba en Valentina, despareció. Después de mucho, por un instante vi esa sinceridad en sus ojos.

—Tengo que revisar a los demás niños— Interrumpió mis pensamientos— La revisión de Fiorella fue por la mañana— Miré la hora y ya tenia que salir, así que deje a la nena en su cunita— Mañana ya puedes verla con normalidad en el horario de visita, hoy es su última noche aquí.

—Estaré a primera hora— Le di un ultimo beso a Fiorella y asentí— Adiós Valentina.

—Adiós Juliana— Se sintió tan raro eso.

VALENTINA

El ruido de la televisión me molestaba y no dejaba que me concentrara en lo que estaba haciendo, leer, apagué el aparato y me reincorpore en mi lugar con un café. Ya era muy tarde, así que me preparé para dormir, con el piyama me fui a la cama, pero en el intento de dormir mi teléfono comenzó a sonar. Encendí la pantalla y me di cuenta que no era del hospital como yo creía, sino un número desconocido que ni siquiera estaba agendado en mi celular.

Ella, no él ▪Juliantina▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora