VALENTINA
Habían pasado muchas horas después de aquella confesión, tantas, que en este momento me encontraba bajo la ducha la mañana siguiente. A pesar de los minutos transcurridos, mi mente seguía demasiado confundida. La noche anterior no había podido dormir pensando en las palabras que Juliana me había dicho. "Me gustas" esas simples dos palabras, hacían eco en mi cabeza y no salían de ahí. Jamás pensé que una persona tuviera tanta valentía y tanta fuerza para confesarse así, era de admirarse. En un par de horas iba a ser el partido de Thomas, la final por fin había llegado y su equipo estaba en ella. Tenía demasiadas preguntas que no me dejaban concentrar, por ejemplo, ¿Cómo hago para mirarla? ¿Cómo le dirijo la palabra? ¿Cómo iba a hacer para saludarla sin recordar sus palabras? Todo era demasiado difícil para mí.
Tome un ligero desayuno y salí con mi papá en la camioneta, directo al partido. Tenía mucha confianza en que Thomas iba a ganar, su equipo era el mejor, él era el mejor.
Llegamos al pequeño estadio minutos antes de entrar, tenía demasiados nervios y no precisamente por el partido. Caminamos por las gradas de abajo, levante la mirada y la pude ver. No podía actuar como una niña y eso lo tenía muy claro. Subí los últimos escalones hasta llegar a ella, primero salude a mi padrino y obviamente seguía saludarla.
—Hola— Dije tan bajito que casi no se escuchó. ¡Por dios Valentina! No hagas esta situación aún más incómoda— Partido emocionante— Ni siquiera deje que me respondiera el saludo.
—Hola— Juliana respondió de igual forma.
Por varios segundos se me quedo mirando y después giro la cabeza.
Quizás ella se sentía peor que yo.
—¡AHÍ VIENEN! — Mi papá estaba súper emocionado.
Todos comenzamos a gritar al ver el equipo en el campo de juego. Thomas tenía una enorme sonrisa en el rostro, él siempre estaba alegre pero esta vez era diferente.
—Nos debemos una charla— Un tibio susurro salió de la boca de Juliana.
—No es el momento— Todos seguían aplaudiendo, de hecho nosotras igual lo hacíamos.
—¿Y cuando es? — Insistió— El domingo cuando me suba al avión.
—No hay nada para hablar— Respondí.
Estaba muy nerviosa, me temblaba todo.
—Entonces prefiero cambiarme de lugar— Ella estaba mirándome otra vez— No voy a poder evitar hablarte sobre el tema y como respeto tu opinión prefiero irme hacia otro lado.
—¿Sucede algo chicas? — Preguntó el papá de Juliana.
—Estábamos hablando de....de como saldrá hoy el partido— Mentí descaradamente— Obvio que a favor del equipo de Thomas.
—Thomas es un buen jugador— Interrumpió Juliana— Pero tampoco es su equipo, estás haciendo de menos a los demás jugadores.
Mire al frente y preferí no responder.
—Tranquila Val— Ahora el que habló fue mi padrino— Desde ayer tiene un muy malhumor.
—Nada que ver— Se quejó. Negó con la cabeza y se cruzó de brazos.
El primer tiempo paso volando, el partido se mantenía 1 a 1 durante muchos minutos. Sin duda el otro equipo era muy bueno.
—Tengo demasiada sed— Se quejó mi papá— ¿Hija quieres algo? — Negué.
No podía ni siquiera comer.
—Yo también voy a comprar algo para beber— Dijo Juliana.
—No puede ser— Mi papá comenzó a buscar en los bolsillos de su pantalón— Creo que deje la billetera en el auto.
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Ella, no él ▪Juliantina▪
Fanfic"Quizás hasta ahora puse mis ojos en la persona equivocada"