VALENTINA
Esa tardé, después de visitar a mi padrino, todos nos fuimos a una cafetería que quedaba a unas pocas cuadras del lugar. Juliana se había sentado justo enfrente de mí, quería sentarme a su lado pero Thomas y su mamá me robaron el puesto. Intentaba no mirarla tanto pero ¿Cómo podía evitarlo? ¡Era imposible!. Hace mucho tiempo no sentía esos nervios cuando fijaba mis ojos en alguien y no quería que los demás se dieran cuenta y cuando digo "hace mucho" me refiero a nunca.
Respecto a mi tío, él nos decía que se encontraba bien y que no había de que preocuparse porque pronto saldría. Pero aunque todos asentían con una sonrisa, me podía dar cuenta con solo mirarlos a los ojos que no le creían ni un poco.
Regresamos a casa. Pero yo ya no tenía la misma sonrisa que tuve toda la tarde. Juliana había tomado la, para mí, mala decisión de irse nuevamente con su mamá y por lo tanto no iba a verla hasta mañana.
—¿Te sientes bien? — Preguntó Thomas y giró el volante hacia la derecha – Estas como muy...no se – Rio — ¿Feliz?
—¿Por qué lo preguntas? – Posiblemente mi cara me había delatado.
—Toda la tarde tuviste una sonrisita...— Estiró su mano y pellizcó mi nariz – Que no tenías hace mucho...o por lo menos, no constantemente.
—Bueno – Pensé y proseguí— Digamos que me siento como hace mucho tiempo que no me sentía.
—¿Es por algo en especial? – Hizo una mueca – Obvio, responde si quieres – Miró al frente – Sabes que puedes contarme lo que tú quieras...como siempre.
—Lo sé – Acaricie su hombro – Y lo agradezco – Me quede en silencio – Pero no puedo responderte el por qué.
No podía decirle lo que me pasaba con Juliana. Además ¿Qué podía decirle? Todo lo que me pasaba y lo que pasaba referido a ella, era imposible de explicar. Era de esas cosas que no tienen explicación con palabras, de esas cosas que crees saber que es pero de repente estas en duda otra vez.
—Está bien – Sonrió.
—Háblame de ti – Se sorprendió de inmediato – Tu novia – Reí – Nunca hablamos de ella. Nunca tuvimos la oportunidad.
—¿Qué quieres que te cuenta de Luz? – Preguntó.
—No sé, algo – Contesté y levante los hombros.
No tenía algo en concreto para preguntar.
—Ella es...no sé – Linda forma de definirla. Eso lo digo con todo el sarcasmo del mundo.
—¿Cómo no vas a saber? – Dije riendo. – Es tu novia hace no sé cuantos meses.
—Es que te juro que no se – Se detuvo e hizo un gesto para seguir hablando – Tu porque nunca te has enamorado...— Lo miré— O no que yo sepa – Corrigió lo dicho anterior — ¿Nunca te pasó que no podías definir con precisión lo que te causa cierta persona? – Sonrió y movió la cabeza – Ella es especial, increíble, graciosa, hermosa por dentro y por fuera, tierna, amorosa – Tomó aire y lo soltó – Pero podría pasar horas definiéndola y seguiría sintiendo que ninguna palabra es suficiente.
—Wow – Concentré mi vista en el frente.
—Sé que suena cursi y típico de las historias de amor pero...pero es lo que siento.
—No es por eso – Negué— ¿Cómo definís lo que sentís por ella?
—Amor – Respondió sin titubear – Estoy completamente enamorado de esa chica.
¿Amor?. Esa era la palabra que estaba al final del laberinto de mis confusiones. ¿Yo estaba enamorada de Juliana? Todas esas cosas que Luz le causaba a Thomas, eran iguales o incluso menores en comparación a las que yo sentía por Juliana.
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Ella, no él ▪Juliantina▪
Fanfic"Quizás hasta ahora puse mis ojos en la persona equivocada"