VALENTINA
Esa tarde cambié el turno de trabajo, había hecho una promesa y debía de cumplirla.
—Valentina— Mercedes se sorprendió al verme— Las chicas no me dijeron que tu vendrías hoy— Me di cuenta que sobre sus brazos llevaba unas cajas— Supongo que vienes por los chicos, ellos aun están con algunas visitas pero después....
—¿Puedes respirar?— Le dije riendo— No vengo por nada medico— Aclaré. Me sonrió y pase al lugar.
—¿Entonces?— Me miró preocupada.
—Vengo a ver a Lulu— Hizo un gesto de sorpresa.
—¿Lucia?— Preguntó nuevamente— No me digas que le sucede algo— Se alarmó.
—No para nada— Respondí antes de seguir preocupandola— Le prometí que vendría a verla...ella me contó que visitan a todos menos a ella.
—Lamentablemente es así— Sus ojos se entristecieron— Todos los chicos tienen una especie de padrino o familiar que viene a visitarlos una vez a la semana, pero Lulu no tiene a nadie.
—¿Y cree que yo podría ser ese padrino?— Me interesaba su respuesta, yo quería mucho a esa nena y no tendría problema— Madrina, en todo caso— Corregí.
—Supongo que si— Sonrió— Pero tendrías que hablarle a Helena, la dueña del lugar.
—No te preocupes, ya lo haré— La ayude con una de sus cajas— De hecho hable con ella la semana pasada para que me diera el permiso de sacar a Lucia— Habia sido un caos— Por suerte y después de algunos papeleos...— Levanté mi mano y le enseñe el papel— Lo tengo— Dije aliviada.
—¡VALENTINA!— Escuché su voz chillona que provenía del pasillo— ¡VINISTE!— Llevaba un vestido rosa y peinado de dos coletas— ¡Viniste! ¡Si viniste!— Corrió hasta mis brazos y me abrazó— No me mentiste— Sus ojitos se inundaron.
—No llores— Le hablé con ternura cuando una lagrima recorrió su mejilla— ¿No te pone contenta que te haya venido a ver?— Asintió con la cabeza— ¿Que te parece si vamos al parque?
—¿Al parque?— Repitió— ¿Contigo?— Asentí— ¡Si quiero! ¿Puedo Mercedes?— La miró— ¡Por fi! yo me porto re bien.
—¡Si puedes!— Le respondió con la misma alegría.
Lucia me miró, sus ojos brillaban como nunca.
En su mochila colocó su muñeca preferida y un buzo en caso que mas tarde hiciera frió. Se sentó en las asientos traseras del auto, cada vez que la miraba a través del espejo retrovisor, me daba cuenta de lo emocionaba que estaba...estoy segura que pocas veces había disfrutado tanto salir a pasear.
—Llegamos— Le avise y con un clic destrabe la puerta.
—¿Acá esta el parque?— Preguntó, una sonrisa ocupó su rostro cuando vio el enorme lugar lleno de juegos para niños— ¡Es re grande Valentina!— Señaló cuando bajamos y comenzó a caminar por la bicisenda.
—Obvio que puedes jugar— Dio varios saltos cuando le dije— Pero que te parece si antes vamos por una hamburguesa ¿no tienes hambre?— Lulu hizo un gesto positivo.
—Hamburguesa— Se saboreó y tocó su barriga— ¡Que rico!— Su voz era tan dulce.
Una vez que compramos la hamburguesa, nos dispusimos a comer en una de las tantas bancas que ocupaban el parque.
—¡Mira Val!— Apuntó con su dedo un nido de pajaritos— Seguro su mamá también trajo a sus bebes al parque— Me causo ternura su explicación— ¿A ellos también le gustan las hamburguesa?— Levanté los hombros.
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Ella, no él ▪Juliantina▪
Fiksi Penggemar"Quizás hasta ahora puse mis ojos en la persona equivocada"