La Slytherin de dos caras

3. ¿Slytherin?

Quedaba poco para llegar a Hogwarts, así que fui al baño a ponerme el uniforme. Cuando volví, me encontré a Nott como lo había dejado: leyendo; pero esta vez ya llevaba el uniforme.

Dejamos los baúles allí y, desgraciadamente, también tuve que dejar a Sky. No me gustaba separarme de él. Después de esto todo fue muy rápido.

Salimos del tren y un gigante nos llevo a unos botes por el lago. El castillo era impresionante, mejor de lo que madre me había contado. Subí al bote con Nott y dos chicos más.

Cuando llegamos a las puertas, salió una profesora que nos contó que iba a ser la Selección. Estaba nerviosa. Mientras esperaba, me ponía bien el pelo y el uniforme ya que íbamos a estar enfrente de todo el colegio.

Nos hicieron ponernos en fila y me puse detrás de Nott, que no parecía ponerse nervioso con nada. Cuando entramos al Comedor, sacaron el sombrero que empezó a cantar. Me pareció un poco ridículo, pero a los demás alumnos parecía gustarle.

Fueron llamando a los alumnos, pero yo estaba en otro mundo. Cuando le toco a un chico rubio que fue a Slytherin, la profesora McGonagall grito: ¡Moon, Iris!

Fui hacia el sombrero todo lo decidida que pude y me senté en el taburete. La profesora me lo puso y me tapaba los ojos. De repente, empecé a escuchar una voz en mi cabeza...

-Bueno... ¿A quién tenemos aquí? Una Moon... Veamos... Hufflepuff está totalmente descartado... Eres inteligente, pero... Ravenclaw tampoco... Me quedan Gryffindor y Slytherin... Eres un poco complicada... Guardas un secreto muy grande para una persona tan pequeña... Puede que por ello debas de estar en... ¡SLYTHERIN!

Por un momento pensé que me iba a la casa de los leones. Pero ahí estaba, dirigiéndome a la mesa de las serpientes. Me senté y mire otra vez hacia el sombrero, pues ahora le tocaba a Nott. También vino a Slytherin y me alegre, por lo menos ya conocía a alguien...

Estaba sentada enfrente del fantasma de Slytherin, el Barón Sanguinario, y del chico rubio que había sido elegido antes que yo. Nott se sentó a mi lado y empezamos a escuchar al loco del director Dumbledore. Cuando termino el discurso (por llamarlo de alguna forma), apareció la comida. Empezamos a comer y conversar con nuestra nueva familia.

Me presente a los demás, sin dar la mano haciéndome la ocupada con la comida. A los otros pareció no importarles, por lo que me libré. La mayoría de mi edad parecía conocerse ya, por lo que conversaban tranquilamente. El chico rubio era Draco Malfoy. Tenía una forma muy extraña de hablar, ya que siseaba y espaciaba mucho las palabras.

-¿Por qué habla así?- le susurre a Nott, mitad porque no entendía la forma de hablar de Malfoy, mitad porque quería hablar con alguien.

-Porque es imbécil.- se limito a decirme Nott, sin importarle que le escuchara.

Nott parecía un chico de pocas palabras, pero conociendo un poco más a Draco, tenía toda la razón. A parte de Draco, estaba Goyle y Crabbe, dos gorilas que siempre iban con el rubio; Blaise Zabini, un chico que parecía el más simpático; Pansy Parkinson, una chica muy mimada y Millicent Blustrode, una chica del tamaño de varias.

Al principio solo hablaban entre ellos, pero al decir mi apellido, me metieron en la conversación. Al parecer los niños que escuchaba cuando me quedaba en mi cuarto eran ellos. Parecen desagradables desde fuera, pero cuando los conoces, no son tan desagradables... Un poco sí, hay que decirlo. Aunque bueno... Yo a veces soy un poco desagradable, por lo que ya se sabe porque estoy aquí rodeada de esta gente.

Dumbledore volvió a hablar y cantó un himno o algo así. Después de eso, nuestros prefectos nos llevaron a la Sala Común. Cuando entramos era... Perfecta. Estaba decorada en tonos verdes y plata. Luego nos enseñaron las habitaciones, donde ya estaban los baúles. Yo me acerque corriendo al jaulón de Sky y lo saqué, debía de estar muy enfadado por haber estado tantas horas ahí metido.

Mis compañeras de habitación eran Pansy Parkinson, Millicent Blustrode, Daphne Greengrass y Tracey Davis. ¿Mis impresiones sobre ellas? Pansy se cree la princesa de Slytherin, Millicent no es muy lista que digamos, Daphne solo se preocupa por su magnífico pelo rubio y Tracey parecía la más normal.

Todas ya se iban a dormir, pero yo con la adrenalina aun por mis venas, no tenia pizca de sueño. Me metí en la cama, con el uniforme aun puesto, para no molestar a mis compañeras que se durmieron en pocos minutos. Seguí dando vueltas durante un rato, pero ya no podía más.

Me levante de la cama y me fui a la Sala Común. Estaba vacía. En este tiempo podía escribir una carta a mis padres para contarles como me fue el día e incluso podía ir a la lechucería sin que me viera nadie... Era arriesgado pero se podía intentar.