53. No tan aislada...

2.4K 176 21
                                    

¿Le beso o no le beso?

Han pasado tantas cosas desde nuestro primer beso... Eric, Nott, otra vez Eric, mortifagos... ¿Y qué siento por Fred?

Pierdo tanto tiempo pensando en todo, que Fred ya me está besando y yo le correspondo. La cabeza me empieza a dar vueltas, pero ningún recuerdo llega. Al final sí que funciona la poción... Pongo mis manos en su nuca, ya que él me rodea la cintura haciendo que nos acerquemos más.

Y, como no, una voz en mi cabeza dice que lo estoy haciendo mal. Eso y el peso del anillo de Eric.

¿Qué hay de malo en hacer las cosas mal, si es lo que quieres hacer?

Poco después, nos separamos sonriéndonos.

-¿Me ayudas a hacer una poción? Es por lo del don...- digo, apartando el silencio que se había formado entre nosotros.

-Claro. Vamos a mi habitación.

George estaba allí, ya en la cama, pero nos ayudó y terminamos pronto. Al rato, ya con la poción en la mano, Fred me acompaña al pasillo.

-Bueno... Me voy ya. Buenas noches.- murmuro, un poco cortada sin saber qué hacer con él.

-Buenas noches.- dice Fred, rascándose la nuca, en la misma situación que yo.

-Besaos de una vez.- dice George, desde dentro de la habitación.

Los dos nos giramos a ver al corta rollos sentado en la cama, a lo que Fred solo le murmura "un poco de intimidad" y cierra la puerta de la habitación.

-Si creéis que no os voy a escuchar porque hayáis cerrado la puerta, no sabéis de la mala calidad de la que está hecha.

-Pasa de él.- me susurra Fred.

-Te he oído.- canturrea la voz de George.

No podemos evitar reírnos de la situación. Así que le hacemos caso a George y nos damos un beso de buenas noches, para luego irme a mi nueva habitación.

La cama no era tan cómoda como la de mi habitación en la Casa Malfoy, pero después de este día de locos, en cuanto mi cabeza toca la almohada, me duermo.

-------------------

Al día siguiente desperté por culpa de dos copias... Fred y George estaban saltando sobre mi cama, mientras me zarandeaban.

-Despierta, dormilona.

-Parad, ya estoy despierta.- digo restregándome los ojos.

-Tenemos una noticia buena y otra mal. -me informa George.- La buena es que te hemos traído el desayuno a la cama. La mala es que no puedes salir en todo el día de aquí.

-¿Por qué?

-Es el cumpleaños de Harry.- me explica Fred.- Van a celebrarlo, pero no te han invitado. Por lo de ir con los mortifagos y eso.

-Muy bien, lo entiendo.- digo cabizbaja. Otro día encerrada, como mis días en la Casa Malfoy.

-Te traeremos pastel, tranquila.- dice George, como si fuera esencial en mi vida.

-Gracias...

George se va de la habitación, sin embargo Fred se queda algo rezagado y me da un beso.

-Luego vengo a verte, lo siento.

-Vale, no pasa nada.

Y entonces ya se va, cerrando la puerta tras él. Antes de vestirme, desayuno entre las sabanas. Un café y dos tostadas con mermelada de fresa. No se está nada mal para vivir encerrada en un desván...

La Slytherin de dos carasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora