La Slytherin de dos caras

30. Como perros y gatos.

Nott se me queda mirando serio. No sé para qué me dice que quiere hablar conmigo si no habla...

-¿Vas a decir algo o...?

-Lo siento.- me interrumpe.

-¿Qué sientes?

-¡Todo! Lo siento mucho, Iris. Quiero estar contigo.

-Primero:- digo levantándome.- No... Segundo: a quién le tienes que pedir perdón es a Daphne, con ella has sido un verdadero capullo.

Dicho esto, me fui a mi habitación. El cual, por suerte, se encontraba desierto. Así que lo mejor que puedo hacer es tirarme en la cama boca abajo.

-¿Qué te pasa?- dice Eric saliendo del baño.- ¿Estás bien?

-Ahora sí.

No sabía si decirle lo de mi nuevo descubrimiento, el patronus.

-¿Qué tal el día?- me pregunta echándose a mi lado en la cama, dejando le yo un espacio.

-Normal...- es mi amigo, quizás debería decírselo.- Bueno, normal del todo no.

-¿Por qué?

-He aprendido algo nuevo, un hechizo difícil.

-¿Cuál?

-Sé hacer un patronus.- ya está, ya se lo he dicho.

Eric se levanta y empieza a mirarme confundido.

-¿Cómo? No tenéis prácticas en Defensa Contra las Artes Oscuras.

-Puede que no lo haya aprendido allí... Me lo ha enseñado alguien.

-¿Quién?

-Bueno, en realidad unos amigos...

-Te he hecho una pregunta, quienes te lo han enseñado, Iris.

-Te importa más quién me lo ha enseñado que cual es la forma de mi patronus.- a esto afirma, esperando aun una respuesta.- Fred y George, dos chicos de Gryffindor.

Se queda pensativo un rato, en silencio. Para decir al fin:

-¿Quienes son esos?

-Unos amigos.

-¿De Gryffindor?

-¡Ay, Eric, qué poco tolerante eres!- le recrimino. Me hace gracia ser yo la que le echa la bronca y no al revés.

-Haz lo que quieras, Iris, ya eres madura.

Nos volvemos a quedar en silencio, echados de nuevo en mi cama mirando el techo.

-No me has preguntado cual es la forma de mi patronus...- murmuro.

-¿Cual es?- dice él también en bajito, como si romper el silencio fuera un pecado.

-Un perro. Un Husky, concretamente.

-Seguro que es bonito. Tú no me has preguntado el mio.

-¿Cual es?- digo, con una sonrisa idiota.

-Un gato.

-Normal que a veces nos llevemos mal... Claro, como perros y gatos.

-Merlín, que chiste más malo...- dice tapándose la cara.

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Estando una tarde tranquila con Tracey y su nuevo novio Derek (sí, estoy un poco de sujeta-velas... Pero sigue siendo mi mejor amiga...), de repente escuchamos una explosión.

-¿Qué ha sido eso?- medio grita Tracey, dejando de abrazar a su novio.

-Ni idea, pero yo voy a cotillear.- dije levantándome del césped para ir al lugar de la explosión.