38. Secretitos mortifagos.

2.7K 229 4
                                    

1 de septiembre. Junto a Tracey, subo al tren para volver a Hogwarts un curso más. Vamos a uno de los vagones donde estaban ya todos nuestros amigos Slytherin.

Al principio, un silencio nos rodea, hasta que Pansy lo rompe con murmullo.

-¿Qué tal todo?

Ellos sabían que Draco y yo ya estábamos entre los mortifagos, aunque no se lo hayamos dicho. Pero claro, sus padres también están dentro y se lo habrán dicho. Y además, ellos no tardarán tampoco en serlo.

-Ha sido un verano muy... Normal.- termina respondiendo Tracey, ya que nadie lo hacía.

-Normal...- resopla Draco, con un tono sarcástico.

Totalmente de acuerdo con Draco. La última palabra que utilizaría para describir este verano sería "normal".

-¿Qué tenéis que hacer?- murmura Zabini mirándonos.- Venga, quiero estar preparado para cuando me toque a mi.

Seguimos sin contestarle. Casi ni yo sé qué tenemos que hacer, como para explicarlo...

Pero Draco estaba raro. Miraba para todos los lados con cierta sutileza, pero logré darme cuenta. ¿Qué busca?

Cuando intentaba entender la paranoia de mi compañero, el tren llega a Hogwarts. Todos nos levantamos para ir saliendo, pero Draco se queda parado.

-Ves saliendo sin mi, Moon.

Salí del vagón pero no del tren, me quedo en el pasillo mirando por la ventanilla. Esperando a ver qué trama el rubio.

Y como no, es Potter. Hablan unas cosas que desde fuera no entiendo y después, paraliza al Gryffindor.

Draco sale y me ve en el pasillo. Se me queda mirando para ver cómo reacciono. Ayudar o no ayudar, esa es la cuestión.

-Vayámonos antes de que venga alguien.- digo tirando de su brazo.

~~~~~~~~~~~~~~~

En el Gran Comedor, como todos los años, es el discurso de Dumbledore. Aburrido, como todos los años.

Sin embargo, este año había novedades. El profesor Snape ya no daría pociones, pasaba a ser profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Para Pociones estaría el profesor Slughorn, antiguo Jefe de la Casa Slytherin. Y por lo que me han contado mis padres, cazador de talentos.

Mi padre había sido uno de sus alumnos preferidos, pero yo... No creo que lo sea. Y menos ahora, con una calavera en el antebrazo.

La cena fue bien, hasta que vi a Potter sentado en la mesa Gryffindor. ¿No tendría que haberse quedado atrapado en el tren? Miro a Draco, el cual también se ha dado cuenta, pero decide pasar.

Al final de la velada, volvemos a la Sala Comun. Voy directamente a la habitación, estoy demasiado cansada.

Mientras me pongo el pijama, Tracey entra y se sienta mirándome. Me intimida un poco, pero sé que no me mira a mi. Mira la marca.

-¿Duele mucho?- dice al fin.

-Un poco...

-Llámame rara pero... No queda mal. Pareces una rebelde.- dice riéndose, quitando le hierro al asunto.

-Nada más lejos.- digo yo también riendo.- Pero tienes razón, queda bien.

-A todo esto, ¿y Sky? ¿No lo has traído?

No sabía que decirle, se supone que tenemos que traer mascota pero este curso Eric me había dejado tirada.

-Bueno... No estaba en condiciones para venir...

-¿¡Se ha muerto!?- pregunta alarmada.

-¡No! Solo no podía traerlo, nada más.

-Ya veo... Secretitos mortifagos...

-Por Merlin, no hables tan alto.

-¿Por qué? El 95% de Slytherin es mortifaga. El otro 5%... No quieras saber lo que le pasa a esos...

-¡Buenas noches!- digo tapándome con la sabana hasta la cabeza.

-Tómatelo con humor, de no ser así, yo ya me habría tirado desde la Torre de Astronomía...

La Slytherin de dos carasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora