25. El secreto del león.

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Al parecer Potter y demás estaban creando un grupo para enseñar Defensa Contra las Artes Oscuras. Pensándolo bien, me encantaría participar pero... ¿Qué pinta una Slytherin alrededor de tanto enemigo? Seguramente me usarían para probar todos los hechizos...

La puerta de la taberna se abre y de allí salen los gemelos Weasley. Intento esconderme antes de que me vean cotilleando, pero nunca está la suerte de mi parte.

Sin decir nada y con solo mirarse entre ellos, me cogen uno de cada brazo y me llevan a la parte trasera de la taberna para que nadie nos viera.

-¿Qué has oído?- me pregunta chico 1 (no me acuerdo como se diferenciaban...).

-Nada...- miento para que me dejen irme.

-Entonces has oído todo.- dice chico 2.- ¿Qué hacemos, Fred?

-Por una parte es Iris-Dos-Caras, no creo que diga nada. Pero siendo también una serpiente...

-Eh, que estoy delante. No diré nada, os lo prometo.

¿Cuánto valdrá mi promesa...?

Justo al día siguiente de lo de la taberna, sale en el tablón de anuncios que estaban prohibidas las organizaciones, sociedades y equipos. Ahora se pensarán que habré sido yo, pero no. Al final mi promesa valió algo.

Aun así, los gemelos siempre que me veían me preguntaban si había sido yo, ya que los de la reunión no podían ser por no se que conjuro que hacía que te salieran granos si decías de la existencia del grupo.

Yo no había sido y, al final, los gemelos me creyeron.

A parte de toda la movida de los Gryffindor, tenía mis propios líos. Tenía unas cuantas preguntas en mi cabeza como... ¿Por qué Nott y Daphne habían roto? ¿Seguía sintiendo algo por Nott? ¿Y qué sentía por Eric?

Mi alma curiosa no podía tener tantas dudas, así que poco a poco necesitaba despejarlas todas.

Si Nott no me quería contar por qué ya no estaba con Daphne, quizás me lo diga ella misma...

-Hola Daphne.- le sonrío mientras me siento a su lado en el sofá de la Sala Común.- ¿Qué tal todo?

-Bien, ¿tu? Hacía mucho que no hablábamos nosotras solas...

-Bien, bueno, será porque nunca lo hemos hecho...

-¿Es por Nott, verdad?

-¿Qué? No, no...- mierda, me ha pillado.- Solo era por hablar.

-Nott y yo lo dejamos a mitad de verano. Nos dimos cuenta que personalmente no nos gustábamos para nada, no teníamos ningún tema de conversación y no queríamos alargarlo más. ¿Te vale?

-Lo siento...

-No lo sientes.- dijo riéndose.- En realidad te alegras y lo entiendo. Nott ya puede ser todo tuyo, que te aproveche.

Acto seguido se levanta y me deja sola.

Aunque diga que me alegra, no me alegro para nada. No soy tan mala persona de disfrutar de las desgracias de otros.

Al saber por qué lo habían dejado, necesitaba hablar con Nott. El día del partido de Quidditch, Gryffindor-Slytherin, tuve la oportunidad. Me senté con él en las gradas, mientras nuestros compañeros coreaban el "A Weasley vamos a coronar." para fastidiar al nuevo guardián.

-Hola Nott.

-Hola. Me imagino que le preguntaste a Daphne por qué rompimos y te lo dijo.

¿Cómo lo hacía? A veces da miedo...

-Puede... No entiendo que no me lo contaras, pensaba que sería algo más gordo.

-¿Estar con alguien por la que no sientes nada no es gordo?- dijo mirándome con indiferencia.

-¿Y por qué estabas con ella?- silencio.- No te tenía como una persona tan mala como para dañar a alguien así.

No tenía ganas de seguir hablando con alguien así. Me levanto teniendo una cosa clara: veo como es Nott en realidad... Y no me gusta nada.

La Slytherin de dos carasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora