19. Ya sé usar mi don.

3.4K 291 18
                                    

Mi plan iba a comenzar. Lo llamaría... Operación Conocer a Igor. No tiene mucho gancho... pero era un buen plan.

Me apoyo en la pared al lado de las escaleras del vestíbulo, esperando tener un poco de suerte y encontrarme con Igor. Aunque sería mucha coincidencia...

Pero parece que la suerte... no está nunca de mi parte.

Por el pasillo aparecen dos cabelleras pelirrojas a las que conozco demasiado, para mi desgracia. Agacho la cabeza para taparme la cara con el pelo. Pero, como ya os he dicho, no tengo suerte.

-Mira, George, nuestra querida serpiente se quería esconder de nosotros. ¿Por qué será?

-No puedo aguantaros ahora, Weasleys.- les digo intentando echarlos para seguir esperando a Igor.- Iros.

-¿Conoces la psicología inversa?- me pregunta George, a lo que yo asiento.- Hermione nos ha hablado de eso y...

-...sospechamos que intentas hacerlo con nosotros.- termina Fred.- Nos dices que nos alejemos porque te gustamos y no quieres sufrir, pero en realidad quieres tenernos cerca.

-No...- digo entre asustada y sorprendida por sus cavilaciones sobre mí.

-Admítelo.- intenta convencerme George.

-¡Dejarme!- les digo exasperada.- Estoy buscando a alguien y no tengo tiempo de estas paranoias vuestras.

Justo en ese momento, Igor aparece con unos cuantos amigos suyos. Alivio es lo que siento ahora mismo.

Le sonrío y le hago un gesto con la mano para que se acercara a mí, para después echarles una mirada fulminante a los gemelos.

-Ves...- susurra Fred a George, aunque le oigo.- Intenta darnos celos.

Ruedo los ojos y veo que Igor viene hacia mí, despidiéndose de sus amigos que siguen su camino.

-Hola, Iris. ¿Qué pasa?

-¿Por qué no vamos al comedor y hablamos un rato?

-Tengo una idea mejor.- una sonrisa le ilumina la cara.- Aun no conozco Hogwarts, me lo podrías enseñar todo. Puede que algún lugar tenga su encanto y... podamos estar a solas.

Intento rebobinar la conversación. Igor, yo, paseo por Hogwarts, ¿a solas? No puedo arriesgarme ahora, siendo que no confió en él.

-No tengo nada interesante que poder enseñarte. No me sé muy bien el castillo. Fíjate, el primer día me perdí por los pasillos...

-Algún lugar interesante conocerás...- me insistía.

-¿Sabes quién nos lo podía enseñar? Hay unos chicos que se conocen muy bien el castillo, son con los que estaba hablando antes. Les podría pedir que...

-Iris, te seré sincero. Me da igual el castillo, solo quiero pasar un rato a solas contigo.- debí de poner una cara muy extraña porque sonrió y añadió:- Tranquila, no te voy a violar.

-Yo... No...- tartamudee por estúpida.- Vale.

Decidí llevarlo a la lechucería. Puede que si me ataca, yo con dar una orden las lechuzas le ataquen y... Vale, es un plan horrible. Aun así lo llevé a la lechucería.

Era un lugar muy poco romántico, sobre todo por la peste a heces de lechuza.

-Me dices que no conoces lugares interesantes, pero este es muy bonito.- me dice mientras observa a las lechuzas.

-Y huele muy bien.- añado, utilizando el humor para calmar mis nervios.

Él se ríe. Yo no lo puedo aguantar y lo acompaño.

No confiaba en él, pero... Por Merlín, creo que me gusta. Tengo que averiguarlo, tengo que saber si es de fiar. Me quiero lanzar al vacio, pero necesito una red para caer sana y salva.

Y esa red la puedo conseguir.

Esto es rápido. Me acerco a él y lo abrazo. El me lo devuelve, pero con mi mano toco su descubierta nuca. Antes de ver algo, noto que se pone rígido. No puede ser...

"Karkarov padre está en lo que parece su despacho. Alguien llama a su puerta, su hijo.

-¿Qué ocurre, padre?

-Te he hecho llamar porque... te he visto.

-¿Me has visto qué?- pregunta Igor confuso.

-Te he visto con la hija de los Moon.

-No sabía que no podía hablar con ella...- dice el joven, indiferente.

Karkarov padre se levanta de su escritorio y se acerca hasta su hijo con semblante serio. Justo cuando está enfrente, le aparece una sonrisa asquerosa llena de maldad.

-¿Cómo no lo había pensado antes? Mi propio hijo... El anzuelo perfecto.- dijo, como para sí mismo.- Gánate su confianza, es muy valiosa para el señor tenebroso. Si consigues atraerla hacia ti y la unes a los mortífagos, me ganaré un buen puesto cuando se alce con el poder.

-¿Y que gano yo con todo esto?

-Lo que quieras. Serás uno de los mejores mortífagos, dándote riqueza. ¿Qué más puedes pedir?

-¿Por qué vale tanto la chica?- pregunta Igor, confuso.- No parece muy especial...

-Lo es... Y mucho... Es muy valiosa para cuando vuelva el señor tenebroso. Y tú lo habrás conseguido.

-No me has respondido.

-Tiene una especie de... poder especial, por así decirlo. Puede que ese don juegue en nuestra contra...

-Dime lo que tengo que hacer.

-No la toques.- dijo Karkarov muy serio.- Ni dejes que ella te toque tampoco. No sabe cómo funciona su don pero... no podemos arriesgarnos.

-Cuéntamelo todo.- le rogó el chico, tomando asiento en la silla enfrente del escritorio del despacho de su padre, del despacho del barco de Durmstrang.

Había aceptado la propuesta de su padre..."

Parece que mi intuición es mejor de lo que esperaba. Una pequeña parte de mi quería estar equivocada, pero no se me da bien esto del amor.

Ahora tenía dos opciones: o alejarme rápido o hacer como si nada hubiera pasado. Si me alejo rápido, se dará cuenta que he visto algo malo y me agarrará por ser él más rápido y fuerte que yo. Me alejo poco a poco mejor...

Se me queda mirando con los ojos entrecerrados, intentando descubrir lo que pienso. Necesito fingir y le muestro una sonrisa inocente, la cual acepta con un suspiro de alivio.

Este se cree que yo soy tonta.

-Deberíamos ir a otro sitio, aquí comienza a hacer frío.- le digo, para quitarle hierro al asunto.

-Vamos al comedor a por algo de comer.

La Slytherin de dos carasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora