La Slytherin de dos caras

15. ¿Reconciliación? No como esperaba...

Pasaron los días y mi distanciamiento con Nott era notable. Me encontraba mal, no por haber perdido a un posible novio, sino por perder a un mejor amigo. También me sentía extraña. Se lo contaba todo y ahora, solo tengo a Tracey.

Bueno, Tracey me ha estado ayudando. Me dice que aún es pronto para tener pareja, pero yo siempre le digo que eso me da igual. Quiero recuperar a mi mejor amigo.

Después de Defensa Contra las Artes Oscuras, teníamos una hora libre. Conociendo a Nott como lo conozco, sabía perfectamente a donde tenía que ir para encontrarlo. A la biblioteca.

Necesitaba hablar con él. Tenía que explicarle que no quería tener nada con él, aunque realmente no esté muy segura. Solo necesitaba que volviera a ser mi amigo. Solo eso.

Cuando entro en la biblioteca, lo busco por las mesas. Estaba absorto leyendo uno de sus libros. Sé que no le gusta que le interrumpan la lectura, pero es una emergencia.

Me siento al lado de él. Sabe que soy yo, aunque no levante la vista del libro. Es su propio don, que ha sido perfeccionado con años de indiferencia a la gente mientras lee.

-Necesito hablar contigo.- le susurro.

-Estoy ocupado.- me susurra de regreso, tajantemente.

-Pues me da igual.

Esa contestación le debe de haber sorprendido, porque me mira a los ojos y cierra el libro.

-Nott, yo... Yo no quiero nada contigo.- noto que frunce el ceño.- Quiero decir, algo sentimental. Tipo pareja. No sé si me estas entendiendo...- yo me entrecortaba, pero él no me interrumpió.- Volvamos a ser como antes, solo amigos. Echo de menos a mi mejor amigo.

Esto parece haberle desarmado por completo porque, de inmediato, aparta la vista de mí y se queda mirando al frente. Hubo un silencio que se me hizo eterno, pero se giró y me miró nuevamente.

-Yo también he echado de menos a mi mejor amiga.- dice, con una media sonrisa.

Volvimos a recuperar nuestra amistad de antes, aunque al principio nos costó. A veces había algún silencio incomodo, pero pronto volvíamos a retomar la conversación.

Aparté la idea de querer a Nott como algo más que un amigo y parece que él hizo lo mismo.

Unas semanas después de nuestra reconciliación...

Acabo de salir de clase de Adivinación y voy caminando sola por los pasillos. Los chicos se han ido al Campo de Quidditch para echar un partido. Las chicas se han ido a la Sala Común, al parecer a Pansy le han traído un ejemplar nuevo de Corazón de Bruja y querían leerlo. Odio esas revistas; por eso he preferido dar un paseo tranquilo por el castillo y salir a hacer los deberes al jardín.

Iba tan tranquila, hasta que algo (o, más bien, alguien) me coge del brazo y tira de mí.

-Desde que llevas este uniforme nos evitas.- dice... Joder, siempre el mismo lio. Son los gemelos, pero ni idea de quién dijo eso.

-No es verdad y, si lo fuera, tampoco pasaría nada.- les tajé, sacando a la Slytherin orgullosa que hay en mí.

-Es que, George, no te enteras.- dice Fred (podían siempre decir el nombre del otro cuando hablan...) con un tono sarcástico.- ¿No ves que es de Slytherin y se cree súper mega guay para hablar con nosotros?

-Eso tampoco es verdad.- les volví a decir, para seguir con los brazos cruzados.- Además, ¿para qué queréis hablar conmigo? ¿Ya no soy una Slytherin repudiada?

-Bueno...- empieza Fred.- Si quieres que te tratemos como una Slytherin más...

-...Lo haremos.- termina George.

Todo es tan rápido que no me entero. George me coge y me pone sobre su hombro derecho. Gracias a Salazar no me ha tocado, aunque tampoco me hace gracia que su mano este a centímetros de mi culo.

Empiezo a patalear y darle puñetazos en la espalda. Es inútil, es demasiado fuerte. No veo a donde nos dirigimos, solo veo los lugares que dejamos atrás y la espalda de George.

-Aprovecha, Iris.- me dice Fred.- Mírale el culo a George. No es tan perfecto como el mío... pero se parecen.

Yo no contesto y me cruzo de brazos. Que me enfade hace que los gemelos se rían. ¿No se suponía que ahora nos llevábamos "bien"? Por lo que veo, no.

Haciendo un mapa mental mientras veo el camino que dejamos, sé a dónde me llevan. Y no me hace ninguna gracia.

Vuelvo a empezar a patear otra vez. George me agarra con fuerza. De seguro esta sonriendo, el muy cretino.

Me llevan al Lago, los muy imbéciles me quieren tirar al agua. Sigo pataleando, pero, al igual que la primera vez, es inútil.

Vuelvo a parar, pero solo porque he visto algo que me ha dolido. A lo lejos, debajo de uno de los árboles del jardín, esta la peor escena que necesito ahora mismo.

¿Cómo es posible? Se supone que Nott se ha ido con los chicos a jugar al Quidditch y Daphne tendría que estar con las chicas leyendo la revista. Pero yo ya no supongo nada, porque ahora mismo, delante de mis ojos, todo ha cambiado.

Nott y Daphne besándose.

No me lo puedo creer. ¿Pero Nott no estaba hace unas semanas enamorado de mí? Yo alucino con los chicos...

No sé por qué, pero... me duele. No debería, pues yo le dije que éramos amigos y solo eso, pero me duele.

Una lágrima sale de mi ojo color azul y no puedo evitar soltar un sollozo. George debe de haberme oído porque se para.

-George, bajame, por favor.- le digo, con un tono lastimero del que me avergüenzo.

Fred también se ha parado y George me baja. Me pongo bien la falda y no puedo apartar la mirada de los dos nuevos enamorados.

¡Qué asco, por favor! Pero sigo sin poder evitar mirarlos... Igual es una visión o una ilusión. Debo de estar cansada y me debe de haber pasado factura en la vista.

Ni yo me lo creo...

Debo de parecer la chica más patética de Hogwarts. Estoy ahí, parada, como si me hubieran echado una maldición.

Los gemelos están extrañados, pero, al mirar a la dirección en la que miro yo, descubren porque estoy así.

-¿Era tu novio?- me pregunto Fred, demasiado serio para venir de él.

-Estoy cansada.- les digo, sin ánimo, e ignorando la pregunta.- Ya me gastaréis la broma mañana...

Me voy, intentando que no me vean los enamorados. Aunque, viéndolos como se succionan a besos, no creo que se dieran cuenta de mi presencia ni en mil años.

Necesito ir a un lugar para llorar, pero antes quiero saber que ha sido lo que ha pasado en mi ausencia. Tengo que hablar con Tracey y con Zabini.