23. Retomar la amistad, retomar el amor.

3.3K 265 7
                                    

Cuando llegamos a Hogwarts, fuimos a sentarnos a la mesa de nuestra casa. Un año más, Dumbledore dió uno de sus aburridos discursos hasta que fue interrumpido por Dolores Umbridge, la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras. Según lo que habíamos entendido, había sido enviada por el Ministerio de Magia para controlar al director. No le di demasiada importancia, yo tenía otras guerras que librar.

Como por qué Nott se había sentado a cenar conmigo y había dejado a Daphne sentada tres personas a su derecha, siendo que el año pasado iban pegados a todos lados. No he hablado con él desde hace tiempo, pero hoy cuando volviéramos a la Sala Común eso iba a cambiar. Era mi mejor amigo, aunque sintiera algo por él, y no iba a dejar que lo pasara mal, ya que no parece muy feliz. Además, también me quiero enterar que les ha pasado a la pareja perfecta...

Poco a poco, nuestros compañeros se iban a dormir hasta que solo quedábamos Nott y yo. Como de costumbre, él se encontraba leyendo y, aunque sabía lo que odiaba que le interrumpieran, tuve que hacerlo.

-¿Qué tal el verano?- dije casi en un susurro.

-Bien...- dijo dejando a un lado el libro y mirándome, nada enfadado por haberle molestado.- ¿Qué tal te encuentras? ¿Estás mejor?

-Después de todo el verano con reposo y medicamentos, mucho mejor. Tenía ganas de volver. De veros. Bueno, y de verte.

-Daphne y yo lo hemos dejado.-dijo de sopetón.

-Algo me había olido... Habéis estado muy separados todo el día.- No quería presionarlo, pero me moría de ganas de saber la causa de la ruptura...- Y sobre eso... ¿Estás bien?

-Sí, sí... Hay que entender que las relaciones se acaban y la de Daphne y mía tenía todas las papeletas para acabar pronto. No llegamos a congeniar del todo.

-El año pasado no parecía eso.

-Las personas cambiamos. O puede que no, solo que no nos hemos dado cuenta de como somos. O sí nos damos cuenta pero intentamos cambiar de gustos por nuestra propia seguridad.

No tenía ganas de seguir hablando, sabía por donde iba. Yo era el peligro, mi don lo era. Si está tratando de decirme que se fue con Daphne porque no podía estar conmigo, me haría perder los pocos papeles que tengo. Me daban ganas de matarlo y besarlo a partes iguales. ¿Le seguía queriendo? ¿Le perdonaría que se fuera con Daphne porque no podía estar conmigo? El tiempo era el único que me lo diría...

Salía con Tracey de nuestra primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, la cual nos daba Dolores Umbridge. Y no salíamos muy contentas de ella...

-No entiendo que no podamos dar práctica en una clase donde es tan importante.- me quejaba.

-Esa mujer está loca, lo único que me gustaba de esa clase era la práctica y ahora me lo quita... ¿¡Qué voy a hacer con mi vida!?- dramatizaba Tracey.

-Otras quejicas...- interviene Zabini.- Si hace eso, por algo será... Solo sé que nos vendría muy bien práctica, pero si ella piensa que no... No nos queda otra que aceptarlo.

-Otro que se subleva al sistema...- refunfuñaba Tracey, muy molesta por el cambio.- Hasta con el loco del año pasado dábamos práctica...

Seguimos discutiendo el tema, sentándonos en un banco en el jardín los tres. Estábamos tan tranquilo hasta que llego Malfoy y sus secuaces demasiado felices para lo que nos tienen acostumbrados.

-Buenas noticias, chicos.- nos anunciaba el rubio platino.- Adivinar a quién han castigado en su primer día de clase.

-A Potter.- dijimos los tres a la vez, indiferentes.

-¿Cómo lo sabéis?- dijo Malfoy confundido.

-Esa cara de felicidad ante el mal ajeno te delata.- dijo Zabini.

-Y si es el mal de Potter aun te delata más.- terminó Tracey.

Nott y yo volvíamos a las andadas de ser mejores amigos, estando haciéndonos compañía de soledad mientras leíamos en la Sala Común. Los demás querían ir a los entrenamientos de Quidditch de Gryffindor para molestar al nuevo guardián, que resultó ser Ron Weasley, mejor amigo de Potter y hermano pequeño de tonto 1 y tonto 2. Yo no tenía ninguna gana de perder el tiempo asustando a un pobre chico, ya lo fastidiarán suficiente sin mi. Nott estaba indeciso entre ir o no ir, pero por lo que he podido descubrir no le gusta pasar tiempo ahora con Daphne y prefiere mas estar conmigo.

-Si querías ir, no entiendo por qué no vas.- le dije por decimotercera vez.

-No insistas, no tengo ganas de ir...- dijo ya un poco irritado.

-¿Es por Daphne?- no me contestó.- ¿He acertado?- silencio.- Sí, he acertado. No me quiero meter en tus asuntos, pero somos amigos. Aun no sé por qué lo habréis dejado ni lo quiero saber,- mentira.- solo déjame decirte que evitándola no vas a conseguir nada.

-Si no sabes por qué rompimos, no te metas.

-Entonces cuéntamelo. Somos amigos, ¿recuerdas?

-Claro que sé que somos amigos...-dijo cerrando el libro, se le veía enfadado.- Me voy. Necesito estar solo de verdad.

Dicho y hecho, se fue y me dejó con la misma curiosidad de siempre. ¿Por qué lo dejarían?

Ya no tenía más ganas de leer, por lo que me fui a la habitación a hacerle una visita a Sky, bueno, Eric. Desde que había salido de casa el día 1 de septiembre, no lo había visto en su forma humana. Y lo echaba de menos.

Antes de ir, miré si había alguien por las demás habitaciones, para mi alegría vacías. Cuando entré a la mía, no estaba Sky.

-¿Eric?- pregunté, mirando debajo de las camas.- ¿Eric?

-¿Qué iba a hacer debajo de la cama?- dijo apoyado en el marco de la puerta del baño.

-No sabía donde estabas... ¿Qué haces en el baño?

-Si entra alguien, me da tiempo a convertirme en gato. Así puedo disfrutar de este cuerpo de humano que Merlín me ha dado.- dijo señalándose con altanería.- Bueno, ¿y qué querías?

-¿Podemos hablar?- dije mientras, me sentaba en mi cama.

La Slytherin de dos carasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora