La Slytherin de dos caras

46. Lealtad.

En cuanto empezó a amanecer sobre la casa de los Malfoy, me desperté. Había dejado las persianas subidas así que el sol me daba en la cara. Unos leves ronquidos a mi espalda me recordaron que Eric se había quedado a dormir conmigo. Su brazo aun seguía abrazándome por detrás.

Lo miré un rato, pero aunque estaba muy mono así, tenía que despertarlo.

-Eric, venga, tienes que irte.- le digo, mientras lo zarandeo un poco.- Puede venir alguien, vete.

-Buff, Iris... Me esconderé otra vez en el armario, pero déjame un poco más.- se da la vuelta dándome la espalda.

Me levanto, cojo la almohada y empiezo a darle, hasta que se levanta bufando.

-Ya, ya. Luego te veo.

Abre un poco la puerta, asoma la cabeza para ver si hay alguien por ahí y se va, despidiéndose con una sonrisa.

En cuanto se va, empiezo a vestirme. Necesitaba algo más formal de lo que acostumbraba, se supone que me tienen que tomar en serio los demás mortifagos. No podía vestir tan desastrada...

Miro entre mi ropa, no hay gran cosa. Sin embargo, me pongo como color principal el negro, ya que casi todos lo llevan aquí. Un jersey negro, unos vaqueros grises y botas altas negras. Suficiente, tampoco esperaba superar la elegancia de la señora de la casa, algo imposible. Recojo mi aburrido pelo en una coleta y listo.

Meto mi varita en la bota, por si la necesitaba. Y así, bajo al piso principal. Ya a buena mañana se ve ajetreo por la estancia. A algunos los conozco de vista, pero también hay nuevos.

-¿Has desayunado?- me pregunta Draco, que acababa de bajar.

-No... No sé ni donde está la cocina.

-Vamos, le pediremos algo a un elfo.

Sigo a Draco hasta el comedor. Poco después, nos traen el desayuno, el cual comemos en silencio. No eramos muy amigos. Nos llevábamos bien, ahora por todo esto más, pero antes no habíamos tenido mucha relación. Así que no teníamos mucho de lo que hablar, y si lo teníamos era sobre mortifagos. No era un buen tema que tratar en el desayuno.

Terminamos y volvimos al salón con los demás. Ya iba conociendo cada vez a más gente. Me acerqué a mi madre que inmediatamente empezó a presentarme a cada uno. Escuché tantos nombres y apellidos, que no he podido recordar ninguno. Hasta que llegamos a uno que no necesitaba presentación...

-Señor...- dice mi madre, con una leve reverencia.- Le presento a mi hija, Iris. Lleva siendo una de nosotros desde este verano.

Solo su presencia helaba la piel. No era la primera vez que lo veía, pero sí que me dirigía a él. Se quedó callado un momento, mirándome de arriba a abajo, analizando hasta el último centímetro de mi cuerpo. Quizás no era merecedora de una palabra suya...

-Veo que ha heredado tu belleza, Olivia.- susurra con su lengua serpentina.- Seguro que nos servirá bien.

Noto que algo pasa por mis pies, haciendo que baje la mirada encontrándome con una serpiente muy grande. No me da miedo, pero la verdad es que impresiona.

-Nagini no hace nada. A no ser que yo se lo ordene.- vuelve a susurrar. Parece que no le gusta hablar muy alto.- Déjanos a solas, Olivia. Tengo que ponerle al día a Ivy.

-Es Iris.- me atrevo a decir, a lo que mi madre me recrimina un segundo con la mirada. Yo añado rápidamente:- Señor.

-Cierto.- parece no molestarle. Coloca su mano en mi hombro, conduciéndome al jardín, que estaba desierto.- Sé sobre tu don. Algo muy útil para mi. ¿No pensarías que te iba a desaprovechar con el dichoso armario, no?

-Bueno, Señor, cualquier cosa que pueda hacer... La haré.

-¿Y si no la puedes hacer?- susurra, mientras Nagini se pone a su lado.

-Al menos lo intentaré.

-Buena chica. Necesito saber las lealtades que se ponen a mi alrededor. Pero hay un problema... Necesito saber que tú me eres leal antes.

-Dígame que tengo que hacer para demostrarlo.- murmuro, esperando que no sea matar a alguien.

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Este capitulo no es de lo más largos, pero el siguiente... Ya empieza a ser más largo (es lo que tiene que ahora empiece a escribir en ordenador y no con el móvil...). Muchas gracias por leer (ya estamos en 6k), por votar (ya casi de los 400 votos) y por comentar... Que esto ultimo... Esta paradito últimamente ._. Pero en el próximo capitulo me parece que os va a gustar (en realidad no por lo que pasa, pero sera de los interesantes). Vale, dejo ya los spoiler.

¿Habéis visto las nuevas estadísticas los que sois escritores? Por Salazar, como mola. Si es cierto lo que dice, tengo un 1% de lectores masculinos y desde donde más me leen es en México, España, Chile y Argentina. Mola mucho, me he enterado que hay un 0,8% que me lee hasta desde Filipinas :O En serio, estoy alucinando porque hay más lugares y no tenía ni idea que desde allí me iban a leer (Francia, Inglaterra, Italia, Estados Unidos...). Muchas gracias seáis de donde seáis :) Un beso, Nyze ♠