Capítulo 28 (HAY QUE ENTRENAR)

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Durante el resto de la semana no cambio absolutamente nada de mi rutina normal, la de un día cualquiera para un vengador.

Pero lo peor, por decirlo de alguna manera era el hecho de que no sabía con certeza cuando íbamos a ir a Asgard, así que prácticamente todos los días hacía y deshacía mi maleta.

Y eso me quitaba bastante tiempo del entrenamiento de la mañana, y después por la noche me dormía más tarde para completarlo todo.

Yo no culpo a Thor por no saber nada sobre Heimdall, en fin, hay que tener en cuenta que lo que tiene penado hacer Thor es algo complicado.

Pero bueno, siempre hay una persona que hace que desconecte, y aunque no hemos dicho todavía nada de lo nuestro, los demás me da a mi que ya lo saben.

Y esa persona no podía ser otro que ¡Bucky!

Pues hace un rato que entro en mi habitación, y como tan capullo y mono que es, me reto a uno carrera contra él, aunque él ya sabía que iba a perder, pero bueno, decidí que ya era momento de dejar mi maleta a un lado, a parte, si Thor no me ha avisado estos días, dudo que hoy me avise.

Así que si, ahora, después de correr, estoy dando un paseo a la orilla del acantilado que da al mar, y me dan ganas de tirarme al agua, pero no lo haré por el simple hecho de que tengo el pelo limpio y no tengo ganas de estropearmelo.

—Oye Bucky —todavía no había encontrado el momento de decírselo a él, aunque el resto de los vengadores ya lo saben—, creo que me voy a ir a pasar una temporada a Asgard, ya sabes, resulta que soy de allí, y quiero saber más de mi pasado...

—Yo no voy a ser el que te diga que no, en fin, que peso tiene mi palabra ante ti, se que diga lo que diga vas a hacer lo que quieras.

Le miro porque lo ha dicho en un tono neutro, pero cuando le miro a la cara veo que tiene ganas de empezar a chincharme.

—Pues si, tienes razón, no te iba a hacer ni puñetero casi.

Hace un gesto con la mano para apoyar su idea, y en la lejania distinguimos a mis dos vecinos de planeta.

—Pasate luego por mi habitación, y así nos despedimos en condiciones.

Me da un abrazo y se va hacia las instalaciones, yo por mi lado me quedo junto al acantilado esperando a Lyanna y a Thor.

—Que milagro, Bucky consiguió separarte de la maleta.

Mi amiga finge la sorpresa y me da un abrazo, después saludo a Thor como de costumbre, chocando los puños.

Y ya los tres juntos nos sentamos al borde del acantilado, uno al lado del otro, y nos quedamos unos segundos en silencio mirando al mar.

—Conseguí hablar con Heimdail —Lyanna y yo nos giramos para mirarle—, y me ha dicho que hará un esfuerzo y que usará la magia oscura para llevarnos a Asgard.

—Que detallazo de su parte, y sabes cuando lo hará.

—Claro, en cuanto me digáis que estáis listas...

—Tengo que hacer la maleta, y despedirme de Steve, luego nos vemos.

Lyanna sale corriendo, pero creo que más que nada es para despedirse de Steve, porque ya hable una vez con Thor sobre el equipaje para ir a Asgard, y el me dijo que allí me darían ropa para mi.

(si, pensaras que es incoherente que estuviese haciendo mi maleta, pero esque no se, me resulta raro viajar sin equipaje)

—Bueno, ya sabes...

—Si, yo solo me iré a despedir de la gente...

—Espera, quería contarte algo —hace una pausa y hasta me parece que se pone nervioso—. Mi padre siempre me dijo que era recomendable que eligiese mejor a una Asgardians, ya sabes, para no sufrir la distancia.

—Y ¿hay alguien allí?, entendiendo que lo tuyo con Jane acabó.

—Pues hay, pero no creo que lo sepa o puede que no quiera... Más bien es que en Asgard hasta entonces solo conocía a Sif, y ahora conozco a dos chicas más.

—Y ¿qué pasa? —le digo a modo de guasa—, ¿ahora te cuesta más decidirte?

—No, más bien, ahora tengo más opciones.

Y así, como quien no quiere la cosa, va y me planta un beso en los labios, no es largo ni tampoco algo fuera de lo normal, pero hay algo en mi que me dice claramente que esto está mal, y en cuanto lo dice, me aparto.

—Lo siento... Mmmh... Bucky.

Eso es lo único que me sale.

—No, lo siento yo.

Y dicho eso ya no hay más que decirnos, así que me levanto y hecho a correr hacia mi habitación sin poder dejar de pensar en que ha podido pensar Thor para besarme.

Cuando entro en ella voy directamente al baño a lavarme y después me cambió de ropa:
Me pongo unos pantalones vaqueros rotos y negros, una camiseta de tirantes ajustada y blanca, y una chaqueta de chándal negra. Y el punto estrella está en las súperstar.

Miró el armario y me vuelvo a dar cuenta de que en Asgard me dejarán ropa, pero aun así, cojo una mochila y en ella me guardo mi traje (para por sí acaso), y después voy directamente al cuarto de Bucky, y cuando abro la puerta, me sorprende encontrarmelo apoyado contra la pared, como si me estuviese esperando.

Me acerco a el para darle un abrazo de despedida, pero antes de que yo llegue, él me hace una pregunta que me sorprende aún más:

—¿Besa bien Thor?

—No me jod...

—¿Es por eso por lo que te quieres ir?, verdad.

—No Bucky, el solo me beso porque su padre le dijo que debía buscarse a una Asgardiana, no a una Midgardiana.

Suena ridículo pero es la verdad.

—Sabes que es ridícula, tu explicación, y para que lo entiendas mejor, ¡lo vi todo!

Pero bueno, y ¿a este que le pasa? ¿Que más le dará esto?

—Piensa lo que quieras, yo se lo que de verdad pasó, y si viste todo, deberías haber visto que me separe de él al poco de que me empezase a besar. Y a parte, no se por qué te importa tanto lo que haga o deje de hacer. Se que eres ambos somos importantes para el otro, pero por mucho que digamos siempre seremos amigos, y los amigos no me dicen con quien me debo besar y con quien no.

En cuanto las palabras salen de mi boca me arrepiento por completo de haberlo dicho, (pues decidimos hasta decir a los demás que éramos novios) y noto un claro dolor en los ojos de Bucky, los cuales parece que se llenan de lágrimas.

—Pensé que éramos algo más...

—Pues pensaste mal, solo era una tapadera para una misión y luego una ¡mierda!

Vuelvo a arrepentirme, pero el hecho de que Bucky haya dudado de mi, me ha dolido mucho, y mi sistema de hacer daño a los demás también se ha encendido.

—Pensé que la despedida sería distinta.

Y antes de pensar en si debería también arrepentirme de eso último, salgo de la habitación y me paso ambas manos por los ojos para evitar que caiga alguna lagrima antes de que llegue a la zona común.

Me despido de todos con un abrazo y nadie hace comentarios a cerca de mis ojos, así que continuamos con total normalidad y Lyanna y yo seguimos a Thor hacia afuera.

Nos paramos todos, nosotros más alejados de los demás, pero tampoco muy lejos, y así nos despedimos una vez más.

—¿Estáis listas? —ambas asentimos— ¡¡¡Heimdall!!!

Nueva Vengadora / Civil WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora