Nueva Vengadora / Civil War

Capítulo 26 (RECUERDO VIP)

Todavía seguimos vacilando a Steve porque hemos visto como salía corriendo como una rata para hechar la pota después de subirse al Ciclón, pero él, como era de esperar no nos hace ni puto caso y se aleja de nosotros hablando con Lyanna.

—Y hoy ¿Qué hay de cena? —pregunta Wanda.

—Pues creo que tenían preparados unos spaghetti o algo de eso —responde Vision—, pero ya lo verán cuando lleguen al comedor.

—Antes hay que cambiarse de ropa, que sino mojais todas las instalaciones...

—Tony cariño, ni que lo limpiases tú.

—Pero Pepper...

Ella le manda callar y el hace caso.

—Yo os espero directamente allí, no tardéis mucho.

Me desvío de su camino y me voy al comedor, donde como bien dijo Visión, tenemos platos de Spaghetti.

Me siento en mi sitio de siempre y para pasar el rato me pongo a mirar el móvil para ver si hay alguna novedad, pero no encuentro nada que me llame la atención.

—Ya no estás sola.

La voz de Bucky anuncia su llegada y el se sienta a mi lado.

Yo dejo mi móvil a un lado y me siento de lado en la silla para verle.

—Te cambiaste muy rápido.

—La verdad es que quería hablar contigo de una cosa, y prefería que no hubiese nadie.

Me siento bien en la silla y hago un gesto de que le escucho, porque ahora si que no se a lo que se refiere.

—En mi recuerdo ese, la chica pelirroja...

—Bucky, si es por eso no tienes que escusarte, Steve me dijo que eras un ligon.

Y me rio para darle a entender que no tiene Importancia.

—¿Entonces no te ha molestado?

—¿Molestarme? ¿Por qué? —me quedo mirándolo y parece más tranquilo—. En fin, en aquel momento no me habías conocido, y no sabías que yo era mucho mejor.

El se rie y acerca más su silla a la mía.

—Seguro que es eso.

Compruebo si hay alguien cerca y me aseguro de que todos están en sus habitaciones, así que el siguiente movimiento le hago yo.

Apoyo mi frente en la suya, pero ninguno de los dos hace ningún movimiento para hacercar nuestros labios a los del otro.

—Después te quiero enseñar otra cosa, otro recuerdo, pero ese ya solo para ti.

—Perfecto —susurro todavía con los ojos cerrados esperando su beso.

Y no me hace falta esperar más, porque a los dos segundos nuestros labios ya están juntos.

De repente, a alguien le entra un ataque de tos y ambos nos giramos a la vez hacia la puerta, donde está la persona más indicada del equipo.

—¿Cuánto tiempo llevas allí? Sam.

—Lo suficiente para ver a la parejita.

Pasa a nuestro lado dando pequeños saltos y tocandonos el hombro con su mano.

—¿Soy el primero en ver esto?

—No, eres el 4, Lyanna, El y yo ya lo hemos visto.

—Bueno, yo puedo hacerlo oficial delante de los demás...