Capítulo 38 (¡POLLOS FRITOS!)

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—¡Pero que narices es esto!

Vale genial, ahora los esqueletos corren y parece que muchísimo más que yo. Esto es un novedad muy grande, y una tragedia mucho peor, estamos perdidísimos.

Llega un momento en el que la única solución que podemos utilizar es la de ponernos espalda contra espalda entre los cuatro, porque los esqueletos han acabado rodeandonos sin que nos diesemos ni cuenta.

Intercambio un mirada con Thor, la cual me dice que o luchamos o luchamos, pero parece que Loki tiene otra idea y no va a compartirla, sino que la va a ejecutar:

—Hola esqueletos huesudos —empieza con una sonrisa burlona—, queríamos hablar amablemente con vuestro líder para ver si nos hacéis el favor de retiraos y dejarnos hacer nuestro trabajo con mayor facilidad.

Ningún esqueleto hace ningún comentario, y casi mejor, porque ya solo faltaba que hablasen.

Volvemos a intercambiar miradas, esta vez, también intervienen Loki y Lyanna, y parece que sólo hay una solución por su falta de diálogo.

—Que empiece la diversión —me animo a mi misma.

Me pongo en guardia, en una posición amenazante para intimidarles y el resto hace lo mismo: Lyanna elige usas sus poderes, Loki también, y como era de esperar, Thor elige su martillito y hace el primer movimiento eliminando con un solo rayo a las dos primeras filas que nos rodean.

Después de esa entrada maestra, todos nos avalanzamos contra los esqueletos, y los huesos de estos empiezan a salir volando por cada golpe que les damos.

Yo doy los golpes con mi espada, de manera que primero ataco a sus piernas, y ya después, sin que éstos se puedan mover, les remató dándoles algún codazo o rodillazo.

Lyanna no para de golpearles con su magia, y tampoco deja que ningún esqueleto la toque gracias al área de protección que a creado a su alrededor.

Thor lanza su martillo y suelta rayos por todos lados. Su parte de la batalla resulta claramente épica y llena de luces.

Loki también usa su magia, con gran abundancia de ilusiones, de modo que los esqueletos golpean una de sus ilusiones pensando que se trata de él, y después aparece él y los destroza usando simplemente sus dos dagas.

En ningún momento los esqueletos dejan de aparecer, así que no tenemos ni dos segundos para recuperar el aliento, solamente podemos atacarles.

Yo acabo optando también por usar mi magia, con mis comunes látigos.

Cuando estos aparecen en mis mano, rápidamente me decido a dar golpes con ellos a todos lados, pero tampoco me ayuda en mucho, porque los esqueletos siguen apareciendo y apareciendo hasta que me doy cuenta de que por muchos golpes que les de, sus huesos se vuelven a juntar y vuelven a ser los esqueletos que eran antes.

—¡Thor! —llamó su atención— ¡Se vuelven a formar! Les doy, pero se vuelven a ponerse en pie.

Thor da unos cuantos martillazos más y empieza a acercarse a mi para ver como podemos resolver el problema.

—Pues yo les dejo bien muertitos, eso será que...

—No continúes.

Seguimos luchando contra el ejército que no muere (excepto para Thor), y poco a poco empiezan a superarnos absolutamente en todo, porque aunque no lleguen a golpearnos en ningún momento, no somos capaces de acabar con ellos.

Intento usar cualquiera de mis capacidades, pero siguen apareciendo y apareciendo sin pausa.

—Entre tantos rayos y tanta magia esto se tira un aire a una discoteca, solamente nos hace falta la música...

Nueva Vengadora / Civil WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora