Capítulo 39 (FUNERAL ASGARDIANO)

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—¡¡¡Loki!!!

Antes de comprobar que le pasa, hago que todo cese intentando hacer una bola de energía, la cual debería destruir a todos los esqueletos.

—¡Loki! —me acerco a el corriendo y me arrodilló a su lado—. Loki por dios, este no es un buen sitio para morir.

De fondo Thor da un enorme salto y con su martillo pega una señora estocada (gran golpe) en el agujero, y lo cierra. En cuanto acaba con esta tarea, se acerca corriendo preocupado por su hermano.

Lyanna también se acerca, pero se queda detrás de nosotros.

—Hermano, no, por favor. —se arrodilla delante de él y pisa su mano en la herida que le a causado el hueso que le a traspasado todo el lateral izquierdo, desde la espalda hasta el estómago—. No, por favor...

Loki deja de mirara al dios del trueno y se gira hacia mí con una sonrisa:

—Parece que no estoy hecho para salvar la vida de la gente.

—O puede que yo no esté preparada para salvarle la vida a los demás.

El dios del engaño indica a su hermano que le incorpore un poco más, algo que hace que empiece a sangrar más de la herida.

—Ya no hay esqueletos, y es gracias a ti, estas preparada para salvar a todo el mundo, eso no lo dudes.

Deja de hablarme y su mirada se gira otra vez hacia Thor, y estos no intercambian palabras, sino que se abrazan hasta que Loki deja de respirar, y Lyanna y yo nos unimos al abrazo para apoyarle.

Esto resulta incluso más triste de lo que parece, pues aunque Loki no sea de mi más grata compañía, me destroza ver a Thor de esta manera, pues seguramente ya ha sufrido demasiado y esto es añadir más leña al fuego de su dolor.

Soy la primera en separarme del abrazo, y voy directa a mirar el agujero que Thor ha cerrado. Ya solamente se ve como un trozo de nieve derretida y quemada, nada más.

—Al menos hemos parado el ataque —nos anima Lyanna cuando se separa del abrazo.

Thor no contesta ni cuando suelta a Loki, simplemente se acerca a mí y se queda mirando los restos del agujero pensando en sus penas.

—Loki tenía razón, no puedo evitar el Ragnarok. Y he puesto su vida en peligro para nada...

Lyanna y yo nos enteramos, y de esto se ve que no sabemos tanto como de otras cosas.

—Esta escrito —dice Thor cuando se fija en sus miradas—. Y lo escrito no se puede evitar...

—Pero si retrasar, estas dando tiempo a Asgard, eso es lo que haces, y lo haces por el bien de tu gente.

El me mira y me doy cuenta de que no está en el momento más positivo de su vida, así que cierro la boca y dejo las charlas motivadoras para otro momento.

Me doy la vuelta para mirar al horizonte y comprobar si hay rastro del dragóncito, el cual parece haber desaparecido.

—Será mejor que volvamos, nuestro trabajo aquí ha terminado... —deja caer Lyanna.

—Si, esta lucha a acabado, en Asgard nos echan de menos.

—Yo me encargo de llevar a mi hermano.

Thor se hecha a Loki sobre el hombro y se acerca a nosotros como si lo que llevase fuera una pluma.

—Nos vamos. ¡HEIMDALL...! —Thor eleva su martillo y espera.

—¡Thor, nos dijo que volviésemos usando otro método...!

—Me da igual.

El arcoiris aparece y nos envuelve dentro de sus luces. Yo no sé qué esperarme al otro lado y en cierto modo no quiero verlo, por algún motivo nos recomendaron volver por otro camino. Pero ya es tarde para retroceder, y ya hemos entrado en las fauces del lobo cuando la luz que nos rodea desaparece.

Nueva Vengadora / Civil WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora