Capítulo 9 (EL SOLDADO DE INVIERNO)

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—¿Qué pasa?

Pregunta Tony cómo si fuera a obtener respuesta alguna de los técnicos, pero en vez de darles ellos la respuesta, se la doy yo.

—Tiene las palabras y las va a usar.

Aunque estamos a oscuras, puedo ver la cara de confusión de Tony y la cara de preocupación de Steve, ya que él sí que sabe de que va la cosa.

—Preparaos para luchar contra el mejor asesino que hayáis visto.

Intento despejar mi mente y centrarme tan solo en mi misma, ignorando las miradas de confusión de Tony que no hacen nada más que exigir explicaciones, y en vez de eso, intento centrarme en recordar todos y cada uno de los detalles de la habitación en la que Bucky estaba encerrado, para cerrar los ojos y aparecer en ella.

Una vez que abro los ojos y compruebo que es la sala, veo que la pequeña cárcel en la que estaba Bucky tiene la puerta abierta y está tirada en el suelo. Claramente el soldado de invierno la ha roto para escapar.

—Ayuda...

Escucho una voz a mi espalda y me giro para ver si es de alguno de los guardias, pero en su lugar, me encuentro al hombre que estaba hablando con Bucky, y este en cuanto me ve, deja de actuar y una sonrisa se dibuja en su cara.

—Parece que hoy es mi día de suerte, dos soldados por el precio de uno...

—Yo ya no soy un soldado.

—¿Tú crees? —se empieza a incorporar—. Déjame que busque tus palabras... ¡Aquí! —vuelve a clavar su mirada en mí y tiene toda la intención de empezar a recitarlas, pero yo no se lo voy a permitir—. Anhelo, inmortal, nove...

Ignoro las palabras con el mayor esfuerzo de mi vida, deseando que algo de lo que hice en Asgard valiera la pena para dejarme al fin libre de las palabras, y lo consigo, ya que levantó mi pierna para asentarle una patada en la cara para que deje de hablar, pero alguien me detiene, Steve.

—Anabell, él no tiene la culpa, es una víctima más.

Y mientras Steve me sujeta para que no ataque a este hombre, él aprovecha para levantarse e irse corriendo sin mirar hacia atrás.

—Mierda, Steve, ese hombre es el que ha despertado al soldado de invierno, joder.

Me suelto de él con brusquedad y corro hacia el pasillo para ver si puedo encontrar su rastro, pero ya no hay ningún indicio de su presencia.

Dirijo una mirada asesina hacia Steve por hacerme quitado la oportunidad de atacar a ese hombre, pero no puedo decirle nada, ya que él sonido de la alarma empieza a sonar por todo el edificio, haciendo que unas luces rojas empiecen a brillar, y haciendo que se levante el bullicio de todas las personas que se están movilizando para detener al peligro que nos está atacando, al Soldado de invierno.

Mi mirada cambia radicalmente y la de Steve también, ambos queremos lo contrario a todas las personas que se encuentran en este edificio, y ambos tenemos tiempo de que no lleguemos a tiempo para evitarlo.

—¡Qué no le pase nada!

Ambos lo gritamos a la vez y salimos corriendo en la misma dirección intentando saber donde se encuentra Bucky, pero está claro que no somos adivinos, al menos Steve no...

Me detengo por unos segundos, no necesito nada más:

«Bucky»

Cierro los ojos y en mi mente empiezan a aparecer diferentes formas que poco a poco empiezan a obtener color y a verse más claras y nítidas.

Nueva Vengadora / Civil WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora