Capítulo 32 (YA PODEMOS HABLAR TRANQUILAS)

167 13 0
                                    

Lyanna llegó al poco de que yo volviese al banco en el que había dejado mi mochila, y se notaba de lejos que no tenía buen aspecto, más bien todo lo contrario:

Las últimas palabras de Odin me habían matado por dentro.

¿Que quería decir eso? ¿Que la gente me consideraría la bastarda de los Odinson? ¿La obeja negra? ¿Acaso me considerarían algo? ¿Me expulsarian de Asgard? ¿Acaso podrían hacerme eso? ¿Asgard es mi hogar?

Tenía todavía preguntas, y posiblemente nunca encontraría la respuesta que deseaba obtener, así que sí, debía tener un aspecto horrible.

—Creo que te costará asimilarlo.

Ella llevaba un vestido azul con unas cuantas cintas de metal en la parte superior.

—Me va a costar —nos quedamos calladas sin saber qué decir—. Es que ni siquiera me lo dijo el, me dio una carta de mi ma... De Frigga... De ella. Una carta de ella, ¡y ya!

Ella se me quedó mirando claramente desconcertada.

—Pues para eso te lo hubiera dicho yo. Que quieres que te diga —dice para intentar hacer algo—. A mi Odin solo me ha dicho que lo he hecho bien.

«¿Y ya? ¿Solo eso?»

—Será mejor que nos vayamos, es decir, a nuestras habitaciones. Y ya que estamos me presentas a Alexia, y esperemos que no sea la que creo que es. —lo último prácticamente lo susurra para que yo no me de cuenta de ello.

Pero yo lo escucho perfectamente:

—¿Por? ¿Pasa algo?

—No nada, cosas mías —y suelta una de sus risitas nerviosas.

Cuando empezamos a caminar, ella empieza a preguntame sobre la reunión con Odin, y aunque yo ya la he dicho que no es algo de lo que quiera hablar, ella insiste porque es una cotilla.

Pero eso no es lo peor.

Lo peor de todo es que hay gente caminando por todos los santísimo rincones del palacio, y como estén pegando el oído a nuestra conversación la noticia de que soy hija de Frigga va a correr mas rápido que un leopardo y no tengo esa intención, al menos no por ahora. Me apetece esperar un poco para ver si Odin cambia de idea.

—Mira Lyanna, te dejo q hagas preguntas, pero que tal si te esperas a que estemos en la habitación, donde no haya tanta gente.

—Ay chica, no entiendo porque lo quieres ocultar, en fin, esto se va a saber dentro de dos días, y te digo yo que no va a ser por mí.

—Me da igual, mantén la puta boca cerrada.

Hace un gesto como si estuviera en el ejército y sigue caminando.

—Pero oye, solo una cosa, ¿que llevas en la mochila? —pregunta curiosa, pues me ha visto todo el día con ella y no sabe lo que hay dentro.

—El traje —respondo sin especificar.

—¿De Vengadora?

—Si, ¿algún problema?

—No no, solo que me extraña, en plan, aquí tienes todo tipo de armaduras, lo de aquí comparado con ese traje no es nada...

—Ay chica, y yo que se, ¡no me acuerdo de haber estado aquí antes!

Lyanna posa su mano en el hombro para detenerme.

—Es aquí.

—Pero si Thor me llevo a la que esta al final del...

—Esa era la habitación de Frigga, no la nuestra —si es que soy un caso—. Entra.

Cruzó la puerta y está es igual que la anterior, escepto que no tiene balcón, y está adornada con los muebles normales que tendría una habitación cualquiera, pero ese pensamiento se me va en cuanto veo que hay una nota sobre la mesa central:

"Espero que os recuerde a Midgard."

" Alexia"

—Te dije que era maja.

—Y yo no dudo de eso, pero es que aquí en Asgard se la conoce perfectamente, pero no para hablar bien.

Lyanna pasea la mirada por toda la estancia para comprobar que la chica no está por aquí cerca, y acto seguido me pide que me siente a su lado en el sofá par que podamos hablar tranquilamente.

—A ver, empecemos por lo básico, ¿sabes lo que son las valquirias?

—Si, lo que quería ser Thor.

Aguanta la risa.

—A parte, el ejército de élite de Asgard, el cual sólo está formado por mujeres. Pues bueno, esa Alexia, es de la familia Flaviusson. Una de las más conocidas en el Reino debido a que todas las mujeres de esa familia han sido valquirias, y encima eran reconocidas en el ejército. Pero ella es la excepción, Alexia es la deshonra de la familia, ella no fue capaz ni de pasar las pruebas para ser parte de ellas. Y es por ello por lo que no se la tiene muy buen aprecio en palacio y en todo Asgard, por lo que hice esos comentarios y por lo que me incomodaria estar cerca de ella.

—Vaya, tener tienes motivos, pero ¿tan grave es el hecho de no querer ser una valquiria?

—Eso no es lo grave Anabell, lo peor es que no fue ni siquiera capaz de pasar las pruebas.

—Pero puede que fallase a posta.

Lyanna se queda en silencio mirándome como si no tuviese sentido lo que yo digo.

—No te pongas de su parte, si es una deshonra es una deshonra, y ya está no se discute, nadie la quiere cer a.

—¿Entonces qué hace aquí?

—Odin tiene un gran corazón y la dio una oportunidad de trabajaren palacio, pero solamente por el hecho de que viene de familia importante.

Me quedo mirándola un rato para digerir todo, pero no me da tiempo, ya que de la nada, alguien sale corriendo y llorando de la habitación.

—¡Mierda! Era ella.

—¿Que?, ¿por qué?

—Nadie más podía ser, ¡joder! Me he ido de la lengua.

Lyanna se levanta y va hacia la puerta para abrirla, y todavía somos capaces de ver a una chica corriendo al final del pasillo y girando a la derecha, posiblemente, para ir a los jardines.

Pero esta claro que yo no se decirte si era ella o no, yo la he visto bastante lejos.

—Era ella —empieza a susurrar Lyanna—. Me he pasado, pero solo he dicho la verdad. No la tendría que molestar, eso se lo dirán todos los santos días, en plan, si ella se ha arruinado la vida es cosa suya, no de los demás...

—Lyanna, ¡para! ¿Por qué sabes que es ella?

—Porque su vestido no llevaba armadura.

—¿Armadura? Y eso que tiene que ver.

—Pues lo mismo, si no tienes armadura, eres la deshonra de la familia a la que perteneces.

Nueva Vengadora / Civil WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora