Capítulo 40 (ELLA ES DE AQUÍ, YO NO)

176 8 0
                                    

Los dos días siguientes en Asgard fueron muy aburridos y monótonos, ni siquiera vi a Odin para poder hablar con él, ya que es algo que ansiaba, para ver como nos encontrábamos ahora.

Thor prácticamente no salía de su habitación, y las dos veces que le fui a saludar estaba tumbado en su cama y no hacía más que comentarme que el se iba a ir otra vez, que tenía una tarea pendiente todavía:

Flashback:

—No, simplemente es algo que debo hacer yo, ya sabes, el Dios del trueno.

—Pero yo podría ayudarte, y en Asgard no pinto nada.

Él se me queda mirando como preguntándose porque digo eso, y es que me irrita mucho cuando actúa como si el conflicto entre Odin y yo no existiese, y todos estuviésemos felices en el mundo de las maravillas.

Pero la realidad no es así.

—Vete tú a saber dónde está mi padre, pero seguro que cuando vuelva reconoce tu gran mérito.

—Ya verás tú como no.

Fin del Frashback.

Y así era como acabábamos siempre, pero ya no más.

Justamente esta mañana, cuando Odin ha reaparecido, otro vez, como si nada, Thor a ido a comentarle su misión, y este le ha dado permiso.

Así que ahora si que ya no pinto nada, no hay nadie que me retenga en Asgard, bueno si, Lyanna, pero ella se fue con las brujas. Yo no quise volver, por el simple hecho de que no quería, y punto.

Ya, solamente me queda ver como están mis amigos, y ver si necesitan mi ayuda.

—Hola Heimdall.

—Anabell —me saluda con una ligera inclinación de cuerpo.

—¿Alguna novedad? —hay que preguntar por mis amigos.

—Ninguna, pero las cosas se les están complicando.

—¿Por qué lo dices?

Se queda un par de segundos callado, y cambia de tema radicalmente.

—Bueno Anabell, si te soy sincero simplemente te diré que son los Vengadores, pero te recuerdo que tienes cosas más importantes aquí, y empieza por O- y acaba por - din.

—Vale vale, Heimdall, pille la indirecta, voy a ver si le encuentro.

Me despido de él y empiezo a caminar hacia él palacio, cuando sin saber como, ni saber el por qué, Heimdall me agarra el brazo y me detiene.

Yo me asustó, pues nunca había hecho eso antes, y llegó a tener la sensación de que debería usar mi magia y separarlo de mi, pero otra parte en mi interior, me recomienda que le escuche, porque hasta su cara tiene una expresión de inquietud e incluso de miedo.

—¡Heimdall! ¿Que pasa?

Él me sigue agarrando, pero levanta su mirada para juntará con la mía, y prácticamente sin aliento, y sin soltarme todavía, habla:

—Tony...

—¿¡Tony qué!? —empiezo a meter prisa asustada.

—Tony te está buscando. Parece muy urgente.

Le miro a los ojos y me da la sensación de que el se olía algo y de qué sobre todo, me está ocultando algún dato más, pero conmigo eso es imposible.

«Su cabeza»

Empiezo a recibir en todo aquello en lo que piensa, en todo aquello en lo que ha vivido, pero simplemente me centro en su pensamiento de Tony, y lo que descubro no me gusta nada:

Nueva Vengadora / Civil WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora