Iba camino a la habitación de Peyton. Quería invitarla a comer con él. Como le gustaba pasar tiempo con esa chica que lo volvía un completo idiota. Al llegar a la puerta, estaba a punto de golpear cuando oyó unos murmullos. Frunció el ceño y decidió quedarse en silencio, esa conversación se hizo más aguda ante el silencio que envolvía el pasillo de la residencia y pudo escuchar con nitidez lo que las dos chicas conversaban.
—¿Recuerdas que una vez te nombre un club muy exclusivo?
—Rachel, tú siempre nombras clubes muy exclusivos.
—Sí, sí. Este es fuera de serie —Darrell achicó los párpados ante lo que Rachel decía —. Aquí, debes ir disfrazada y con antifaz.
—¿Yaa? ¿Y qué tiene eso de exclusivo?
—Es que aquí, te puedes coger al tipo que más te guste —la escuchó reír —. Sin que nadie se entere de quién eres —¿pero qué mierda le estaba tratando de proponer la rubia a Peyton?
—¡Ahh! Por favor, ¿tú crees que eso me interesa? -
—No, pero sería bueno que conocieras nuevas experiencias. ¿Quién quita y ahí puedas conocer a tu chico ideal? —a Darrell se le paró la respiración con el comentario que la tonta esa había dicho.
—Mira. No me in-te-re-sa —él se sonrió por la respuesta que Peyton le había dado a Rachel.
—Vamos Pey. Yo sé que gustará. Además, no cualquiera entra. El lugar es precioso, el ambiente es candente. Solo es un encuentro, nada de compromisos —¿de verdad existía un lugar así?, se preguntó un poco confundido.
Escuchó que dejaron de hablar y por un momento pensó que habían descubierto su presencia en el lugar. Se movió un poco, por si alguna de ella salía, se dijo. Los segundos pasaron y no se escuchaba nada más que la respiración agitada de Darrell.
—¿Tú irás? —escuchó preguntar a Peyton.
—Claroo —era obvio que iría. Esa rubia era una golosa.
—¿Y Mike?
—Pey, tú sabes que con Mike tenemos una relación liberal. Sexo seguro —rio ante esas palabras.
—Suenas como Darrell. Él dice las mismas estupideces que tú, ¿sabes?
El chico se sintió ligeramente ofendido, pero por lógicas razones no podía hacer nada. Él le dijo tantas veces que su relación con Natasha no era más que eso. Sexo seguro. ¡Pff!, si tan solo Peyton supiera que solo estaba con la pelirroja para provocar celos en ella.
—Sí, sí. Como digas, pero tiene razón —vaya, por primera vez Rachel se le hizo mucho más agradable y menos escandalosa.
—¿Rachel?, ¡¿y me puedes decir que carajos tiene de seguro tú sexo con Mike, si pretendes ir a cogerte a un tipo desconocido a un club?! —Darrell estaba fascinado. Peyton era única, ninguna chica estaría ofendida de ir a un lugar como ese, pero ella no. Estaba claramente molesta y eso lo satisfacía un montón.
—Pues..., usaré condón —si claro, pensó Darrell —. Para eso existen Pey. ¿Y bien?, ¿irás?
A Darrell se le contrajo el estómago en cuanto la pregunta fue finalizada. Esperaba que ella dijese que no, pero para su jodida sorpresa...
—Supongo que no tengo otra elección.
¡¿Qué?! ¿De verdad estaba escuchando bien? ¿Peyton había accedido a ir ese estúpido club? Quiso golpear la puerta antes de que pudiese decir otra cosa, pero Rachel habló antes de que pudiese tan siquiera hacerlo.
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Amante de medianoche
Roman pour AdolescentsPeyton Cooper es una chica extrovertida, risueña y estudiante de medicina. Con tan solo veinte años ya se había ganado una fama que no concordaba con lo que ella era. Sus compañeras de universidad siempre hablaban a sus espaldas. Decían que era una...