Euri
Bienvenido de vuelta, fin de semana. Y con ello, bienvenida de vuelta, The House of Sex.
Al menos eso es lo que pienso cuando aparco mi moto color rosada en un espacio disponible. Observo como los demás caminan en dirección a la entrada, y otros esperan recostados a sus autos para poder pasar sin hacer alguna fila.
Debido a mi discusión recién con Kail, no he venido con él a pesar de haberme vuelto a plantear lo de tenerlo como transporte. Con Liam no quise venirme esta vez, y todo fue para evitar a Harry, porque siento que por alguna razón, me va a interrogar sobre mi encuentro anterior con Kimberley y a decir verdad, prefiero seguir omitiendo el tema.
Mientras comienzo a caminar, mis ojos se encuentran con los de Jessica que permanece en la entrada. Me sonríe con perspicacia y supremacía, de manera tal que me hace desear despellejarla. Sus ojos son juguetones cuando me detengo frente a ella, alzando el carnet en su dirección.
—Bienvenida de nuevo, compañera SexH —Me dice, sin dejar la sonrisa de lado. Se gira y toma una libreta sobre la mesa y escribe mi nombre en ella—. Pensé que no volverías después de la última vez.
—Kail dijo que yo no debía —le digo, frunciendo el ceño—, pero tú lo hiciste.
Sus ojos se mantienen en el lapicero que sostiene por un largo rato, antes de dejar ir un suspiro melodramático—: Todos aquí tenemos que pagar por lo que hemos hecho.
— ¿Y tú has hecho algo por lo que debas pagar?
Me sonríe—, soy fiel a la casa, Euri. Y porque soy fiel, no debo atender tales consecuencias.
Decido ignorarla y pasar derecho, pero a cambio de lo deseado, su voz se precipita hasta llegar a mí.
—Disfruta de la noche, Euri Evans. —Hace una pausa.
— ¿Y qué más?
Pero no me responde, sólo sacude su cabeza antes de atender en la entrada a otro más. Empuño mis manos al momento de avanzar y bajar al sótano, en donde la música rebota en las paredes y vuelvo a preguntarme qué tiene cada miembro en la cabeza para volver sin problemas; a pesar de todo, aún pertenecen aquí, como si las muertes fueran barridas y escondidas bajo la alfombra.
Entre el gentío, logro divisar el cabello rubio de Liam, quien habla un poco con Fred. Es un alivio para mí saber que ya está libre, y aunque según sé, se encuentra en seguimiento, se le nota relajado. Estoy a punto de dirigirme hacia ellos cuando Kail y Harry se aproximan al encuentro de mis mejores amigos.
Frunzo el ceño, confundida por el hecho de que ahora al menos respiren el mismo aire, cuando según ellos no se llevan. Y aunque observo la renuencia en Liam, le responde cada tanto por lo poco que puedo ver.
Suelto un suspiro antes de retomar mi camino, cuando termino de bajar las escaleras escucho la voz de Aarón dándonos la bienvenida; su humor y carisma complace a todos. Me siento en uno de los sofás libres que hay y miro a cada miembro. Parece que lo ocurrido conmigo fue irrelevante, al punto de que nadie me gira a mirar.
O eso pensé, hasta que Lucy se me acercó y se dejó caer a mi lado.
Giro a mirarla con el ceño fruncido, el cual se intensifica al ver su rostro serio. Deja escapar un suspiro débil mientras arruga su rostro.
—Lo que hizo Jessica fue injusto —Comienza, cruzándose de brazos y mirando hacia al frente—, definitivamente que es una perra.
Sonrío un poco—, siempre lo pienso.
—Ahora más que nadie, supongo que puedes.
— ¿No te cae bien?
Hace una mueca.
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The House of Sex: Atrápame si puedes
Teen FictionSegundo libro. Quién la ha visitado, sabe de qué se trata. Quién es miembro, disfruta de mucho. Y quiénes han intentado escapar, siempre salen destruidos. Para aquellos que no la conocen, sólo deben inscribirse. Y para los que siempre han estado aqu...