The House of Sex: Atrápame si puedes

11(No hagas nada malo)

Liam

Desde la ventana de mi habitación puedo observar todo; puedo ver como el equipaje de mi mejor amiga es subido al maletero de un auto blanco y a la misma subiendo con un vestido sencillo del mismo color. Le noto tranquila, a pesar de que una parte de ella parece estar en contra de la situación. Pero sé cómo es ella, así que no pongo en duda que lo que le espera quizás le haga un bien.

Sus ojos se encuentran con los míos por breves segundos y la resignación y la molestia que se figura en sus pupilas me llega hasta acá, y hay posibilidades de que eso sea porque no quise despedirme de ella.

No lo veo conveniente.

Me alejo de la ventana y tomo mi celular cuando éste empieza a sonar en una llamada entrante, la letra H brillando justo en el momento en el que contesto, para después llevarlo hasta mi oreja y escuchar el suspiro al otro lado de la línea. Me siento en mi cama sin dejar de mirar por mi ventana, hasta que escucho el auto avanzar y con ello sé que ya Euri se ha ido.

Y, el que esté lejos, será mucho mejor ahora que el tenerla cerca.

— ¿Noticias? —La voz de Harry abarca el auricular.

—Sé ha ido.

— ¿Entonces podemos proceder?

Bufo, rodando los ojos.

—Aún no —Respondo, mordiendo la comisura de mi labio—, necesito que hagas algo por mí.

— ¿Tiene que ver con Kail, no es cierto? —lo escucho soltar una risita débil—. Creo que estás mal, chico.

—Lo quiero lejos de ella, sino no hay trato.

El adicto a la nicotina se mantiene en silencio por lo que parece una eternidad, antes de soltar un suspiro a tal punto que se oye la distorsión del sonido.

—Sabes que no podemos alejarla —Susurra, ruedo los ojos—. La necesitamos.

—Me tienen a mí, ¿Qué no es suficiente?

—Tú sólo eres un testigo, Liam —Espeta—, pero ella es la prueba.

—Todo el mundo la quiere —gruño— y sabes qué puede significar eso. Es peligroso para ella...

— ¿A qué le tienes miedo? —Me interrumpe, cortándome en seco—, ¿A qué se enamore de Kail o a que él la lastime?

Me rio, sin gracia—. Sólo aléjala de él y te ayudaré sin problemas.

—No puedo hacer eso.

Hago una mueca, molesto ante las palabras que no me complacen ni un poco.

—Pero sí puedo hacer algo por ti.

Sonrío levemente— ¿No se supone que eres el mejor amigo de Kail y le debes fidelidad, Harry? —Escucho su risita, pero es totalmente sarcástica—, eres todo un Judas.

—No pienso traicionarlo, nunca caería tan bajo como tú —Me responde, por lo que no dejo de sonreír—, pero puedo hacer algo para ayudar.

—Soy todo oído.

—Pero a cambio, necesito un favor tuyo.

Suelto un suspiro—, ya te lo dije, Harry. Ahora habla, ¿Cuál es el plan?

[XXX]

Euri

Reconozco la zona; los árboles que han crecido y el centro médico al cual fui paciente de joven y en el que me vi internada por tres meses; sin embargo, en esta ocasión, será sólo un mes porque así mis padres lo firmaron. No es de extrañarse mucho, debido a que al ser mis tutores, tienen el derecho; cierto que el médico dictamina mi tiempo, pero debido a que estoy siendo ingresada por "mi propia voluntad", tengo un privilegio a mi favor.