12(Erupción)

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Agente Desconocido

La foto que descansa sobre mi escritorio me hace analizar las posibilidades.

Puede ser, pero lo dudo mucho.

— ¿Puedo pasar? —Alzo la mirada al escuchar la voz. Miro como se sienta frente a mí con el ceño fruncido— ¿Algo nuevo?

Ojeo las fotos en el escritorio, suspirando, antes de tomar una y echarle una ojeada profunda.

—Aún nada.

—Debe ser porque estás buscando en dónde no se debe.

Ruedo los ojos—, ¿De nuevo con las pistas?

Se coloca sobre sus pies, riendo.

—Es más divertido así.

[XXX]

Euri

El jardín del lugar es bonito, el sol que da de lleno contra mi rostro es cálido en su punto justo para sentir el calor que necesito en esta mañana tan fría. Mis ojos no han dejado de observar a cada uno de los trabajadores con detenimiento. Y me causa risa ver sus expresiones; muchos piensan que soy una psicótica, y que eso de estar en la zona uno no es correcto. Aunque eso es lo que ellos han visto en mí en estas dos semanas, porque es lo que quiero que vean; que sea una manipuladora, que no soy compulsiva con mis decisiones y, que en vez de actuar como una persona normal, parezca una de la zona dos.

Nada mal.

Me gusta estar aquí al contrario de la vez anterior, quizás sea porque es tranquilo, es lo que necesitaba.

— ¿Euri? —Giro a la voz que me llama, y evito fruncir el ceño ante la persona frente a mí. Se hace un espacio a mi lado, justo en el césped, con una sonrisa en sus labios que me hace cuestionarme todo.

— ¿Qué haces acá? —Pregunto. Él inclina la cabeza a un lado, sonriendo. Sus piernas se estiran, mientras apoya su peso en sus palmas tras su espalda.

— ¿Sorprendida de verme?

—Digamos que parecía que la tierra te tragó.

La sonrisa que curva sus labios se hace más grande, pero en vez de responder, desvía sus ojos azules hacia al frente.

—Es raro saber que estás acá. —Mira alrededor, sin tragárselo—, ¿Tú, Euri Evans, estás loca?

— ¿Crees que porque estoy en un lugar como éste estoy loca, Jared?

—No creo que tengas que estar acá para imaginarte falta de un tornillo —se ríe, de manera que lo miro mal—. Seguro te preguntas el porqué de mi inesperada visita —no respondo, en vez de ello desvío los ojos hacia un árbol a unos metros de nosotros—, quizás no lo aceptes, pero sé que te lo preguntas.

— ¿Qué quieres, Jared?

—Necesito hablar contigo. Me debes una conversación.

— ¿Te debo?

— ¿Tan mala memoria tienes? —Se acomoda sobre la grama con sus ojos puestos en la estructura del loquero—. Cuando ocurrió lo de tu hermana, te dije que necesitaba hablar de algo importante contigo.

Mis ojos, enarcados por mis cejas fruncidas, se posaron en él con cuestionamiento. En mi cabeza hacía memoria, recordando lo sucedido y mi negación respecto a irme con él así no más, pero ahora aquí estaba, y había viajado varios kilómetros sólo para "Hablar conmigo".

— ¿En serio te recorriste cuatro horas para llegar hasta acá; sólo porque querías hablar conmigo? —le digo, soltando una risita sornita. Sus ojos azules se entornaron, antes de rodarse en sus cuencas—, ¿Qué entonces me dirás?

The House of Sex: Atrápame si puedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora