Capítulo 11

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La noche no había sido tan mala.

Al menos aquello era lo que Addie seguía diciéndose a sí misma en un intento por sentirse mejor. Había perdido a Nix, por lo que había tenido que mentirles a sus superiores cuando le habían preguntado por él. Había intentando entablar conversación con los emisarios de los demás países sin éxito. Addie temía que poseía el inconveniente talento de nunca saber cuándo hablar, porque cada vez que intentaba meter palabra, otro comenzaba primero captando toda la atención. Nunca había logrado insertarse en una charla del todo. Y cuando todos habían comenzado a aburrirse, y ella había propuesto ir al W-Spot, les había pedido que la esperaran a que se deshiciera de su copa, ellos habían desaparecido antes que regresara.

Era olvidable. Ese era el problema. Su madre siempre le había reprochado por no tener nada destacable para que los demás la recordaran, por no lograr nunca que alguien se detuviera y dijera de esperarla. Siempre quedándose atrás, siempre quedándose fuera. Ni siquiera había tenido oportunidad de acercarse a Keira Feza para pedirle consejos, porque ella había estado siempre con su pequeño grupo de compatriotas, y cuando lo había intentando, Addie la había visto demasiado metida en su propia conversación con su primo como para interrumpir.

Eran un dúo demasiado extraño, Addie no terminaba de comprender si su relación era mala o al contrario. Competitiva, al menos. Addie se había levantado temprano creyendo que podría entrenar un poco antes de la primera reunión, dispuesta a pretender ser el tipo de agente que no era si con eso lograba dar una buena imagen y tener una oportunidad de integrarse, pero se había cansado al segundo ejercicio.

Keira y Takeo Feza ya habían estado en la sala de entrenamiento de la Sede, luciendo tan frescos y atentos como si no hubieran salido la noche anterior. Él se mantenía a un lado, demasiado serio al decir cosas en japonés mientras ella practicaba con una vara contra un enemigo invisible. Y era como estar viendo una coreografía.

Addie apenas contuvo su necesidad de volver al vestuario a buscar dentro de su mochila la carpeta con la información de Keira Feza. Algunos otros agentes también se habían detenido a observarla. Sus movimientos eran demasiado ligeros, sus pies apenas tocaban el suelo, y cuando saltaban, era casi como si volara. Increíble, considerando que Addie podía recitar su perfil de memoria y sabía que sus notas no eran por encima del promedio en cuanto a lucha.

Llevaba una camiseta sin mangas, sus blancos brazos llenos de raspones y viejas cicatrices. Su cabello estaba recogido en un moño, y a veces le respondería a su primo con cortos "hai" o "iie" para mostrar que en realidad lo estaba escuchando. Su concentración nunca vaciló, ni siquiera cuando Takeo extendió su pie delante de ella y Keira tropezó. Fue rápida en apoyar el extremo de la vara en el suelo e impulsarse hacia arriba para saltar y recobrar el equilibrio cuando aterrizó. Él chasqueó su lengua con desaprobación, ella solo siguió adelante.

¿Tal vez podría acercarse y entrenar juntas? No había nada mejorar para crear lazos entre agentes que compartir una práctica. Y Keira tal vez apreciara el gesto de tener un oponente. Parecía una perfecta excusa para empezar una conversación. Addie casi podía verlo sucediendo frente a sus ojos. Tendrían una buena práctica juntas, y luego Keira le seguiría hablando, y ella entonces tendría la oportunidad de preguntar sobre Nix.

Dio un paso adelante, pero enseguida una mano estuvo sobre su hombro y la detuvo. Miró sorprendida a Danny a su lado, ni siquiera lo había oído acercarse. Él negó con la cabeza. Había compartido con Danny los suficientes entrenamientos como para confiar en su criterio, y aunque él y ella rara vez compartían palabras fuera de esa misma sala, era tal vez lo más cercano a un amigo en esa ciudad.

—Ni lo pienses —advirtió Danny sin desviar la mirada de los Feza.

—Solo quiero ser amable —respondió Addie, él volvió a negar con la cabeza.

El ladrón de palabras (trilogía ladrones #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora