Capítulo 17

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Le tomó más días de los que hubiera deseado, pero la agenda finalmente alcanzó el punto que le interesaba. Al menos se había recuperado por completo, y pudo disfrutar casi una semana de perfecta salud. Los clanes estaban haciendo grandes avances ahora que sabían cómo prevenir futuros enfermos. No había habido ningún caso nuevo desde entonces, pero sí prevenciones. Rai no dejaba de preguntarle cada mañana si Nix tenía alguna idea sobre una cura, Key no podía juzgarla sabiendo que tenía su hermana enferma, tampoco podía decirle que era una casualidad que ella no hubiera caído también.

El día que Derek Bower debía ser interrogado frente a una audiencia, Key llegó antes que cualquier otro. Había intentado con anterioridad lograr una reunión con él a solas, pero no tenía ni el rango ni un motivo justificable como para que se lo permitieran. Ni siquiera Takeo había obtenido una respuesta distinta. Era considerado un criminal peligroso que no tenía permitido recibir visitas de ningún tipo.

Sostuvo la respiración cuando lo vio entrar. Alguien lo había afeitado y recortado su cabello, incluso le habían puesto un traje apropiado para la situación. Seguía siendo un joven arrebatadamente apuesto, capaz de robar el suspiro de cualquier chica. Seguía siendo su amigo. Pero sus manos estaban esposadas, y sus pies encadenados, y dos agentes armados lo flanqueaban.

Lo escoltaron hasta el final de la mesa y obligaron a sentarlo antes de esposarlo a la silla. Key contuvo una mueca al notar que definitivamente el corte que le había echo había dejado una marca en su rostro. Sus miradas se encontraron, y ella articuló un silencioso lo siento. Derek le guiñó un ojo como si supiera que la cicatriz solo lo hacía más apuesto. No parecía en mal estado, pero el tiempo encerrado había desgastado la jovialidad que ella recordaba de él.

El señor Wayton comenzó a interrogarlo. Derek intentó defenderse en vano. Los presentes no compraron su versión de los hechos. Había asesinado a sus padres a sangre fría, a los agentes que habían intentado detenerlo, casi había matado a Key también, y tenía un historial médico detrás de esquizofrenia desde temprana edad y medicación. Ahora Key no podía dejar de preguntarse si las voces que Derek había oído desde niño siempre habían sido solo su imaginación, o algo más.

En ningún momento dejó de mirarlo o articular silenciosas respuestas para recordarle que ella le creía. No había podido estar durante el juicio, y no había logrado nada sin importar cuánto lo defendiera o apoyara su versión de los hechos. Nadie le creía a ella tampoco. La única diferencia era que no había cometido ningún crimen como para estar del otro lado de la mesa también.

—Entonces condenaron a uno de sus agentes más prometedores, sin tener pruebas suficientes —comentó Rai y todos se giraron para mirarla.

—¿Disculpe? —soltó el señor Wayton—. Tenemos pruebas más que suficiente de que él fue el autor de todos su crímenes. Huellas en armas, videos, testigos...

—Pero no tiene pruebas que contradigan su versión de los hechos —respondió Rai—. Lo que sí tenemos, a lo largo de nuestra historia, son pruebas y registros de casos en donde sospechosos han sido manipulados a través de magia para cometer semejantes atrocidades. La magia está más allá de nuestra humana comprensión, no es nuestro derecho determinar sus límites y restricciones. ¿Si el sospechoso en serio es responsable de sus propios actos, por qué no acabar con Keira Sakura Feza tal como hizo con sus padres y otros agentes? ¿En serio cree que una amistad podría ser más fuerte que un lazo familiar si este era tan sano como determinó el informe? ¿Por qué de pronto recuperar la compostura y mostrarse colaborador con la Agencia? En mi opinión, lo veo bastante controlado ahora mismo.

Key había escuchado a Takeo y demasiados miembros más quejarse del modo que los Taiyo tenían de cuestionar todo. A veces, se pasarían meses deliberando sobre una ley solo para acordar dejarla como estaba. Pero amaban cuestionar, y como buena heredera de su clan, Rai había dado prueba de aquello durante su convivencia. Aun así, Key jamás imaginó que ella podría intervenir en algo así.

El ladrón de palabras (trilogía ladrones #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora