☕Capítulo 2☕

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Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.

Antoine de Saint-Exupéry

Me considero una fiel creyendo del destino, sé que todos estamos predestinados, que desde antes de nuestro nacimiento nuestro final ya fue escrito

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Me considero una fiel creyendo del destino, sé que todos estamos predestinados, que desde antes de nuestro nacimiento nuestro final ya fue escrito.

¿Qué puedo decir? Así soy yo, no existen las casualidades.

Y a veces me pregunto en momentos así, ¿para qué estoy destinada? ¿para el fracaso o para el éxito? ¿para ser olvidada o para ser recordada? No importa cuántas veces me esfuerce practicando y practicando sí al final mi trabajo no da frutos; quizá Hinata me diga que hago cada paso de maravilla, pero, para mí, sigo siendo esa tonta niña que se tropieza constantemente con sus pies y olvidaba los pasos por pensar en cualquier cosa. Me es imposible no querer ser la mejor, como cualquier otra persona quisiera reconocimiento por mi esfuerzo, solo qué, sin importar qué, no avanzo.

Hinata al notar mi estado de ánimo decidió invitarme a una cafetería cercana que resultó ser de los padres de un amigo según me explicó. Luego de informarle a mi madre por mensaje, nos fuimos al finalizar el ensayo a Today coffee, la cafetería que me había dicho. Claro, al llegar pedimos un frapucchino, una malteada de frutas y dos muffins con chispas, luego nos ubicamos en una mesa junto a la ventana. Que conste que el frapuccino era para mi mientras que la malteada para Hinata, me gustan las malteadas de frutas pero... Prefiero mil veces el sabor del café.

Esperamos por cinco minutos hasta que llega el camarero con nuestros pedidos en una bandeja, llevaba su uniforme, camiseta abotonada, pantalones oscuros y un delantal en una tonalidad gris tan oscura que podría confundirse con el negro; su cabello estaba alborotado y cayendo libremente por donde pudiera, tenía sobre su oreja un lápiz un poco mordisqueado, y trae un familiar aroma a algo similar al tabaco.

No tardo en reconocerlo abriendo mis ojos de par en par debido a la sorpresa que me causó verlo ahí. Él queda paralizado por un instante con una cara de: ''No puede ser'' que hace que sonría.

—Pero que gusto verte por aquí —dije posicionando mi mentón sobre mis manos entrelazadas.

Él ladea la cabeza y deja lo que pedimos sobre la mesa. Hinata alterna la vista entre ambos disimulando su interés.

—¿Qué? ¿Así tratan aquí a los clientes? —pregunto frunciendo el entrecejo y haciendo una mueca. Qué falsa soy, lo sé.

—Solamente debo hablar cuando es necesario. —Contestó queriendo sonar profesional. Se incorporó— ¿tienes problema con eso, Sakura?

—Pero que pésimo servicio —bromeo—, ya, enserio ¿trabajas aquí?

—¿Yo? —se señaló a sí mismo con un gesto exagerado—, ¿trabajar aquí? No para nada. Esto es una obra de caridad.

You Found Me ¦ SasuSaku. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora