~Un primer beso~

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Marinette

Las cosas no son tan malas como parece, me dije a mi misma una y otra vez. No significa que seas una descarada y menos una fácil Marinette.
La noche anterior había cometido el peor error que una novia puede cometer. Besar al primo de novio.

«Suena peor cuando lo digo en alto»

Sí, había besado al primo de Félix, pero sabía que había sido un maldito y jodido error, o bueno al menos una parte.

Todo por ofrecerme a llevarme desde mi casa a su mansión. Era como casi todos los días; salía de mi casa casi al amanecer para encontrarme con mi novio  y después volvía como si nada. Se podía decir que era una relación secreta, entonces si quería hacerlo, debía esconderme. Ese día había sido como otros, normal y corriente.

— Bien, ya estás— dijo Adrien mientras terminaba de ayudarme a bajar por los matorrales sosteniendo mi cintura suavemente mientras yo me apoyaba en sus hombros.

— Gracias— dije separándome para dirigirme a su coche. Era un camino corto para que alguien tuviera que irme a buscar, pero él se ofrecía (o más probable, Félix le obligaba). Tal vez era porque esos pequeños minutos eran los únicos en los que podíamos pasar juntos como civiles, aunque era más de lo que quería.

Me subí en el auto suspirando malograda. Estaba cansada de tener que ocultar todo a muchas personas. En la escuela, lo sabían algunos estudiantes, pero nunca lo habíamos hecho público. Mis padres me prohibían tener cualquier tipo de relación desde mi exnovio Luka porque querían que me concentrara en mis estudios.

Pero la razón de todo esos secretos había sido Gabriel Agreste.  Lo odiaba porque él era la razón del por que no nos dejaba hacerlo público.

Félix tenía una imagen que mantener y su tío había aceptado que salgamos con la condición de que no se haría público.

Aquella semana había sido un martirio porque todos los días tenía tareas que entregar en el instituto y no había dormido casi ni un solo día bien.

Adrien se subió inmediatamente al carro y condujo en silencio. Podía notar como me miraba seguidamente, pero intentaba ignorarle, aunque era prácticamente imposible.

— ¿Tengo un bicho o solo me miras porque te falta un pedazo de cerebro? — pregunté molesta por su insistencia. Ese día no estaba de humor ni para mi novio peor para el primo molesto de Félix.

— Veo que estás molesta bichito— dijo él en un tono burlón.

— No estoy molesta— respondí acomodándome en el asiento para mirar hacia afuera. Claro que estaba molesta, pero no tenía nada que ver con él, ¿por qué debería importarle? — Solo no me gusta que me vean mientras pienso — justifique sin regresar a verlo. Me encantaba ponerlo curioso. Y sabía que seguiría interrogándome hasta sacar una respuesta que lo satisficiera.

— ¿Y en que estás pensando? ¿En terminar al capullo de Félix de una vez buena vez? — preguntó haciéndome casi reír si hubiese sido una broma. Adrien Agreste podía ser una persona muy molesta y cruel cuando lo quería, en especial con su querido primo Félix.

— ¿Estas jugando conmigo? ¿Por qué terminaría con Fel? — respondí mientras él detenía el auto, justo habíamos llegado a su casa. Quizás esa idea se me había cruzado por la mente muy seguido últimamente, pero solo porque Adrien lo decía no lo iba a hacer.

— Porque es un gilipollas y deberías admitirlo— sonrió ingratamente poniendo el freno de mano hacia atrás— Además te mereces algo mucho mejor

A escondidas (lemon miraculous)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora