Para Fancy todo parecía pasar con una molesta lentitud, como si estuviese como mera espectadora de una historia. La ansiedad la consumía como la llama a una vela, paciente pero implacablemente.
Desde que James le había propuesto hacerle preguntas, su mente la acribillaba sin piedad intentando generar alguna que no tuviera nada de dobles intenciones, simple y pura como se suponía que debían ser. Para ella anotar en su libreta ¿cuál es el té que más disfruta?¿su color favorito? era completamente una pérdida de energías teniendo en cuenta de que tenía dudas sobre él más grandes, pero sabía que no podía preguntar sobre qué lo había llevado a terminar encerrado en su desván o qué relación mantenía con Lady Alissa o qué había hecho durante tantos años en Nueva York, ya que inmiscuirse en su intimidad sería algo poco decente.
Refunfuñó sentada en el pequeño tocador de la habitación de Garnet y Laurie, haciendo pedazos las preguntas que escribía por culpa de la frustración. Apenas podía evitar transmitir la frustración que sentía, la cual era teñida además de la extraña sensación de urgencia y necesidad que habían despertado en ella cada vez que recordaba el suave contacto de James.
Tuvo que casi estrellar su cabeza contra la madera para serenarse, a punto de ponerse a gritar por lo difícil que le resultaba la situación.
-¡Por los clavos de Cristo, Fancy! ¿Puedes dejar de moverte en la silla como toda una loca?-la voz de Garnet la detuvo en seco-¿Qué te sucede? Pareces estar por tener un ataque nervioso-Fancy sabía que las palabras de su hermana a veces podían llegar a ser chocantes, pero si se miraba su rostro, éste expresaba algo completamente diferente. Los oscuros ojos de Garnet estaban brillando de preocupación y ¿miedo? ¿por qué debería tener miedo Garnet?. Levantó la cabeza para acercarse a su hermana y sentarse junto a la montaña interminable de libros sobre el colchón, acomodados en orden alfabético siguiendo los que estaban apilados en el piso.
-¿Por qué hay tantos libros en tu habitación?-la miró intentando empezar una conversación con ella y la joven desvió el rostro por un momento, como si estuviera buscando en su mente algo para decirle. Fancy se asomó para verla con más claridad y se llevó una sorpresa que hizo que abriera la boca-¡¿Acaso estás sonrojada, Garnet?!-no pudo ocultar lo asombrada que estaba de que su hermana demostrara algún tipo de sensibilidad y pronto quiso investigar cuál era la razón para mostrarse así.
Garnet estiró el cuello como acostumbraba y la miró severa, empeñada en borrar de su rostro el bochorno que presentaba y que le llegaba hasta las orejas.
-Estoy acomodando libros ¿acaso no es obvio?-le respondió socarrona y Fancy volvió a mirarla sonriente, sabiendo de que ocultaba algo-No me mires así, pareces Laurie-Garnet se quejó y se sacó un mechón de pelo de la frente completamente molesta-¡Estás desviando la conversación a tu beneficio, yo te pregunté algo!-exclamó perdiendo la compostura y Fancy tuvo que tapar su boca para aguantarse la risa.
-¡Oh! ¡La estricta señorita Garnet Dulcasse perdió los estribos por primera vez en su vida! ¡Debo de comentarlo en la siguiente velada que visite!-Fancy jugueteó un poco más con el humor de su hermana, el cual se iba oscureciendo con cada palabra que ella emitía. Tuvo que dejar el chiste, ya que sabía que iba a enojarse y lo que menos quería era ello-Lo siento, sólo estaba bromeando...
-No me gusta que me digan eso...yo no soy así-Garnet estaba irritada y triste a la vez-¿En serio crees que soy demasiado inflexible?-Fancy estaba completamente en shock al ver que su hermana del medio estaba a punto de llorar en frente de ella, asunto el cual jamás había pasado en su vida.
-¡Claro que no, Garnet! Sabes que lo decimos de broma, no eres tan recta-le dijo y la muchacha la miró esperanzada mientras Fancy le daba unas palmadas en la espalda-Quizás si te abrieras de esta manera ante los demás y no les echaras palabras tan mordaces como sueles hacer, los demás sacarían esa imagen de sus mentes. Con Laurie sabemos que eres voluntariosa, fuerte y protectora. Tal vez, si demostraras eso los demás te verían como nosotras te vemos. Bueno...nosotras, la prima, el duque y James-el nombre que tanto había plagado su mente le salió sin darse cuenta y Garnet la miró atenta, como si esperase que dijera algo más.
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Felicidad de una margarita
RomanceLa señorita Fancy Dulcasse interpreta el papel más difícil de su vida, representando a la solterona más reconocida de la ciudad de Londres. Entre susurros e insinuaciones se entera de que ningún hombre está dispuesto a desposar a una mujer como ella...