Cercanía

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El casi inaudible sonido de las agujas del enorme reloj que había en la repisa de la sala de espera parecía el ruido de una tormenta para los oídos de Fancy. Sentía que todo el cuerpo le picaba por la molestia y los nervios, los guantes se bajaban de sus codos con demasiada facilidad, el corset le comprimía las costillas fuertemente y las horquillas eran como agujas que se incrustaban en su cabeza sin piedad.

Danielle estaba a su lado tarareando alegre mientras acomodaba obsesivamente las flores que colgaban del jarrón de porcelana con decoraciones en celeste. El único indicio para Fancy de que su prima estaba tan nerviosa como ella, era ese simple pero certero deseo de desear acomodar todo lo que estaba a su alrededor con extrema necesidad.

-Prima, por favor deja de moverte que me estás haciendo perder la respiración-Fancy tuvo que quejarse, ya que era eso o salía corriendo de allí. A duras penas pudo construir una máscara de resignación para prepararse y recibir a Mark Wilson.

Laurie se había colado en su habitación y se la había pasado todo el tiempo que empleó la criada para vestirla y peinarla preguntando sobre el hombre que estaba a punto de venir a visitarla.

-¿Ese hombre es tan guapo como James?-los ojos de la pequeña adolescente brillaban de impaciencia y Fancy se quejó por lo bajo cuando vio que la dama de compañía de Danielle fingía no estar interesada por el rumbo de la conversación.

-Laurie, no es correcto que preguntes ese tipo de cosas...si el señor Wilson me parece guapo es mi problema-la corrigió como toda una mojigata.

-¿Entonces crees que James es guapo?-volvió a preguntar insistente y tuvo que echarle una mirada desdeñosa para impedir que dijera algo más, la cual lamentablemente no tuvo efecto alguno-Creo que deberías de pensarlo antes de casarte con el señor Wilson, no creo que esté tan interesado en ti como lo está James-afirmó llena de confianza infantil. Fancy tuvo que ocultar el extraño placer que le producía escuchar esas palabras, muy a su pesar y sabiendo de que posiblemente eran solo delirios de su joven hermana menor.

-Deja de decir tonterías, Laurie. Si yo llegara a casarme con el señor Wilson o con algún otro, te ruego que guardes tus pensamientos y opiniones solo para ti. No me encuentro en condiciones de elegir demasiado y lo que busco se reduce a un buen hombre que las acepte a ambas-le explicó intentando no perder la poca paciencia que tenía.

-Pero James nos acepta también, le caemos bien-le volvió a discutir. Al parecer el hombre le había caído muy bien a Laurie, hecho el cual resultaba completamente molesto debido a que cuando alguien lograba capturar la atención de la misma, esa persona se convertía en todo su universo y lo defendía a capa y espada.

-Tu no lo sabes.

-Si lo sé, él me recomendó libros de la biblioteca y me ayudó a buscarlos, incluso me permitió husmear en la colección secreta de la duquesa donde esconde ejemplares para gente mayor-todo parecía ser una aventura para su hermana, la cual no lograba entender la realidad del asunto.

-¡¿Cuándo hizo eso?!-Fancy alcanzó a preguntar con algo de sorpresa-Tú no deberías andar de curiosa en la colección de la prima Danielle, mira si se enoja. Además no debes de leer libros que no son aptos para ti-intentó criticar el obvio descaro que había tenido James al permitir que Laurie hiciera lo que le viniera en gana en la casa, pero apenas podía ocultar su interés central. ¿Por qué James se había tomado el trabajo de hacer algo así?.

-Antes de que ocurriera el accidente, él vino a la casa en medio de la noche no sé para qué. Me encontró sentada en la biblioteca, ya que yo apenas podía dormir con los ronquidos de Garnet. Me vio allí y me preguntó quién era y qué hacía, luego que le explicara fue hacia uno de los estantes más altos y sacó dos libros para mi-comentó Laurie, completamente absorta en lo que recordaba-Él jamás dijo quién era y me pareció más interesante pensar que era un extraño caballero que me ayudó a encontrar algo entretenido-Laurie echó una carcajada al aire llena de diversión al ver que Fancy estaba completamente sorprendida por la historia-Obviamente luego descubrí su identidad...-señaló la muchachita y se giró sobre la cama creando un arrollado con sus faldas.

Felicidad de una margaritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora