Everybody, de Backstreet Boys suena por todo el salón y con un salto de pura ilusión cojo mi teléfono y espero a oír su voz.
-hola, hola Max, como te va?
-bien, todo bien.
Enredo un mechón de mi pelo en el dedo. Hago caso omiso de mi pose de niña enamorada y me siento en el taburete por no parecer una ingenua que busca amor donde ya no lo hay.
-eso es bueno, si, muy bueno.
-claro.
No digo nada más y por desgracia Scott tampoco. Me empiezo a plantear la idea de tirarme al suelo y esperar a que la tierra me trague.
Cuando pensaba poner en marcha mi plan Scott habla dudando de sus propias palabras.
-necesito hacerte una pregunta.
-vale...
-¿cuáles son mis defectos?
-¿cómo?
-necesito saber que hice mal en nuestra relación para no volver a cometerlos. No te sensures, se directa, dura, sin piedad.
-Scott, nuestra relación fue un torbellino de sentimientos, actos y palabras, los dos hicimos cosas malas y por suerte ninguna nos prejudica al día de hoy, asique mejor no rebusques, porque no vas a encontrar nada a tu favor, ni al mio.
Suspira al otro lado del teléfono y yo solo espero a que me diga adiós. Pero en lugar de hacer como todo el mundo haría me cuelga, me deja colgada con un peso sobre los hombros.
Tiro el teléfono y choco mi cabeza contra la encimera, maldiciendo mi mala suerte.
¿En qué mierda estaría pensando? ¿En qué Scott me pediría que volviéramos así si más?
Menuda estupidez, mejor empiezo por comprarme un gato.
Cinco minutos después la canción everybody suena por segunda vez.
Y no me molesto en levantarme y recoger el teléfono que estaba tirado en el suelo.
Tres llamada después recuerdo lo insufrible y persistente que es Scott. Con todo el peso del mundo me pongo en pie y recojo el móvil tirado.
Otra vez espero a que él diga algo, los segundos pasan y ni una sola palabra sale de su boca.
-¿qué mierda quieres Scott?
-lo siento, lo siento, no quería colgar de esa manera solo que me sentí presionado.
Suspiro y me toco el pelo.
-da igual, buenas noches.
-espera, ¿no tienes curiosidad por saber el porqué de mi pregunta?
Muerdo mis uñas y me recuerdo mentalmente que ya no estamos saliendo y que él es libre de hacer lo que quiera.
-bueno, curiosidad, no.
Oigo un suspiro nervioso al otro lado y una carcajada a lo lejos.
-pero si me interesa.
Ahora es él quien ríe cerca del teléfono.
-te hice esa pregunta porque me gusta alguien.
Vale, golpe bajo.
No me puedo creer que me llame para decirme eso, solo una tontería que Scott haría.
-vale, ¿eso es todo?
-no, no es todo, hay más- se aclara la garganta y prosigue en su discurso- quiero, es más, te pido que vuelvas conmigo. Nunca he dejado de sentir lo que siento por ti.
Dejo el móvil en la encimera y doy saltos por todo el salón celebrando mi buena suerte, pataleo en el aire y me dejo caer en el sofá, recuoero aire y me arreglo el pelo antes de volver a la conversación con Scott.
-¿acabas de saltar por todo el salón?
-¿cómo lo sabes?- abro los ojos de par en par.
-Estoy abajo.
Aparto las cortinas y le veo apoyado en la pared con Luís al lado, me saluda y tomo nota mentalmente de comprar otras cortinas.
-sube.
Le digo y veo através del cristal su sorpresa.
-¿eso signica que Scomax está de vuelta?
Me rio ante nuestro apodo de cuando éramos pareja.
-si, Scomax ha vuelto.
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