-Adiós cariño, ten cuidado. Haz tus tareas y no le abras la puerta a nadie- me señala con el dedo antes de coger su bufanda roja y ponérsela alrededor del cuello.
-Si, mama. No te preocupes.
Cierro la puerta con llave después de que mi padres salieran y voy a mi habitación. Allí me maquillo, me saco el pijama y me pongo una falda con una sencilla camisa blanca. Quito mi calendario de gatitos y los peluches de mi cama, intentando aparentar lo más adulta posible.
21:55
Abro la ventana y espero.
Me siento en la cama acariciando a mi gato, aliso mi falda ,me peino con las manos y empiezo a impacientarme. Nunca llega tarde, normalmente no tengo tiempo ni de cambiarme de ropa. Pasada media hora me levanto y me sigue mi gato hasta la ventana. La cierro no sin antes mirara alrededor para ver si Wade está escondido empeñado en hacerme pasar una mala noche.
Miro nuestras fotos, y cuando me doy cuenta ya son pasadas las 12 y obviamente Wade ya no va a venir. Intento meterme ese pensamiento en la cabeza cuando un ruido fuerte me distrae.
-Wade, ¿qué haces ahí?
- No podía faltar a nuestra cita, además, necesito tu ayuda con una cosita- todavía no le veo completamente, solo logro ver una figura desde mi ventana.
-¿Con qué?
Wade sube y primeramente no deja que vea su rostro hasta que lo presiono.
-Wade- le toco la espalda- Wade, enséñamelo. No creo que sea para tanto, a todos nos pasa algo- suspira lentamente- de acuerdo, luego no me eches la culpa a mi.
Vuelvo a sentarme en la cama enfadada hasta no mas poder.
-Me haces esperar horas para luego llegar extremadamente tarde, soltarme la bomba de que necesitas mi ayuda para no querer que te ayude. Sin mencionar que ni siquiera se quien eres en verdad- miro fijamente su espalda y pasan exactamente diez minutos- di algo.
Pero en lugar de decir algo se da la vuelta, sin su mascara.
Ahogo un grito de horror, y salgo rápidamente de mi habitación. Vuelvo y Wade sigue de pie sin saber como actuar.
-Siéntate, deberías de habérmelo dicho- empiezo a curar sus heridas.
-¿Decirte que soy un monstruo?
se ríe y cojo su barbilla con mi mano libre.
-No, deberías de haberme dicho que te habían hecho daño- hago una pausa- no eres un monstruo.
Nunca había visto sus ojos y ahora que los tengo delante me doy cuenta de lo preciosos que son. Se lo iba decir pero no pude porque me besó. Un pico inocente que iba aumentando de intensidad.
-Espera, no-me aparta y se levanta- si empiezo no puedo parar.
-¿Quién te ha dicho que pares?
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Gracias por leer!!
Si quereis alguna historia especial solo tenéis que pedirlo 🤭
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