-Johnny- llego enfadada y me cruzo de brazos delante suya.
-¿qué?
Su desinterés hace que mi enfado crezca y provoca que mi ceño se frunza al apartarme con una mano delante de la pantalla donde disputa una pela con otro jugador, está sentado en el sofá jugando a los videojuegos rodeado de latas de bebidas.
Me canso de mirarle fijamente creyendo que de esa manera transmitiría mi decepción y dejo caer mis brazos derrotada.
-se acabó.
-¿perdona? - me mira confundido y luego mira el mando negro con fuego que le regalé- oh si, lo siento, ¿quieres probar?, es muy fácil solo tienes...
-no, no quiero provar tu estúpido juego- hago una pausa, respiro hondo preparándome para la bomba que estaba a punto de soltar- lo nuestro se ha acabado.
Johnny se levanta del sofá y camina hacia mi. Mientras lo hace noto su palidez y como su boca se transforma en una mueca.
-espera, no puedes hacer esto.
-claro que puedo. Ya no tenemos química. No sentimos placer y encima tu miras a otras mujeres como si fueran un gran trozo de carne y tu solo tuvieras un pequeño embutido a tu lado.
-no eres un embutido. No eres un trozo de carne directamente, eres el aire que respiro.
Bufo y me vuelvo a cruzar de brazos.
-no lo intentes arreglar.
Me doy la vuelta y me dirijo a nuestra, ahora, antigua habitación.
-un momento, vamos a ha hablar.
-tuviste tu oportunidad, yo quería hablar, es más, necesitaba hablar y tu no me hiciste ni caso, solamente te guardabas tus cosas y cuando quería mantener una conversación la evitabas. Ahora me voy y podrás guardarte todo lo quieras y acostarte con esas mujeres a las que tanto miras.
Mientras decía todo eso llegué a la habitación y empecé a poner toda mi ropa en una maleta. Cuando cogí el perfume el me lo quitó de la mano.
-no entiendo a que viene esto. Tu miras a otros hombres y yo a otras mujeres, ¿Qué problema hay?, además, tengo mis razones para no contarte cosas.
-si, miro a otros hombres, pero no lo hago como lo haces tú. Tus ojos se llenan de lujuria y actúas perdido como si ya no me desearas.
-te deseo.
-¿cuándo fue la última vez que me dijiste un piropo? - miro a sus ojos quedandome quieta - ¿cuando fue la última vez que tuvimos un orgasmo?
Esa pregunta pareció responderlo todo. Habíamos dejado de desearnos, solamente vivíamos en la misma casa, compartiamos una casa en la que nunca nos comunicábamos.
-asumelo, ya no hay nada entre nosotros.
Esta vez me dirigí a la puerta, cogí el pomo y lo giré. Abri la puerta y deposité la maleta fuera de la casa.
-adiós Johnny, espero que te vaya bien.
Antes de salir por la puerta Johnny me abrazó y susurró en mi oído.
-pero yo te quiero.
-yo también- le respondí con mucha amargura.
-volveremos a estar juntos. Te encontraré donde queira que estés y te conquistaré otra vez. Si lo pude hacer una vez lo podre volver ha hacer. Te quiero, no lo olvides.
Gritó desde la puerta. Ya me había alejado de él, pero aún así pude oír lo último y no pude más. Lloré sentada en el coche, totalmente derrotada.
----------------------------- Es increíble, hemos llegado a los 1.000 leídos!! Solo pasaba a darles las gracias y deciros que sois unas personas maravillosas.❤️
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