Asiento con la cabeza y sonrio con la boca cerrada.
Thor tiene en brazos al hijo de Clint y acaricia su pequeña cabeza con sus manos.
Ver como Thor se comporta de esa manera con un bebé me enloquece, me produce una sensación desde lo más profundo. Y la necesidad de tener un mini Thor recorriendo Asgard me quema por dentro.
Pero hay un problema, no soporto a los niños.
Es un dilema, Thor es tan cariñoso con ellos y yo ni me acerco.
Cuando me mira sonriendo para compartir ese momento especial aparto la mirada. Pero antes de hacerlo me doy cuenta del brillo en sus ojos.
-¿no te apetece tener uno?
Abro los ojos de par en par y me levanto, empiezo a caminar por la habitación. No me puedo creer que me haya preguntado eso.
Me muerdo las uñas nerviosas y me vuelvo a sentar antes de que mis piernas fallen y me caiga al suelo.
-¿ocurre algo?
-no, nada - mi mirada viaja entre el pequeño Clint y Thor que lo sostiene con mucho cuidado- me voy, luego hablamos.
-te espero esta noche.
Me guiña un ojo y yo reprimo un grito sonriendo.
Cuatro horas después toda Asgard está a oscuras y la mayoría de los ciudadanos duermen, pero en cambio, yo no, no acudí al encuentro con Thor, si no que me he quedado fuera sentada, esperando a que él también se durmiera.
-Alicia.
Maldigo por lo bajo y me giro hacia él con una sonrisa.
-holaa Thor, ¿Qué haces aquí?
-no estabas en la habitación, ni en ningún otro lado- se sienta a mi lado y posa la mano encima de la mia-¿te pasa algo?
No contesto, solamente me quedo sentada y mirando al cielo.
Después de unos minutos Thor me vuelve a preguntar, insatisfecho con mi anterior respuesta.
-¿te pasa algo, conmigo?
Bufo y aparto mi mano de la suya.
-no, no me pasa nada contigo.
-¿y entoces, porque te comportas así?
-porque no quiero hijos.
Me mira confundido y yo me veo obligada a darle más detalles.
-primero eres demasiado cariñoso con un bebé, me das a entender que quieres uno y luego me dices que me esperas esta noche, y encima me guiñas un ojo.
Una carcajada suena en todo el jardín y Thor se agarra el estómago mientras se limpia una lágrima. Me cruzo de brazos.
-no entiendo a que viene tanta risa- replico enfadada.
-viene a que no tengo la necesidad de tener un hijo, y si tu no quieres, no pasa nada, podemos esperar.
-¿entonces, nada de niños?
Niega con la cabeza y yo me relajo, apoyo mi cabeza en su hombro.
-venga vamos- se levanta y me tiende la mano.
-¿a dónde?
Le cojo la mano y él tira de mi demasiado fuerte, de modo que me apoyo en él.
-ha la habitación, tenemos una cita pendiente.
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