Solo una adicción.

17: Juego I.

[Dos semanas después.]

NATHANIEL.

—Vayamos, no seas aguafiestas.—Me pidió Víctor como por décima vez.

Si que era insistente.

—Creí que no te gustaban todas las estupideces que se desarrollan en este lugar.

—Y no me agradan.—Aceptó.—Pero, es un poco de diversión, Nathaniel, además, no tiene nada de malo aquel juego.

—Sinceramente no estoy para jugar.—Coloco los ojos en blanco.

—Tú nunca estas para nada, Grey, eres serio, reservado, extraño, misterioso, y raramente, pero, impresionante debo admitir, no te has tirado a ninguna de aquí.

—¿Y qué se te hace sorprendente?—Alcé una ceja.

—Que desde hace una semana para acá has sido el jodido boom de Placer House, es decir, las chicas de la otra ala te vieron y quieren meterse entre tus sábanas si o si.

—Quieren que me meta entre sus piernas.—Corregí.

—Es lo mismo. Y sin olvidar que Kenia se te ha insinuado incontables veces.

Yo simplemente miré hacia otro lugar llevándome el vaso de coca-cola a mis labios.

Era cierto, los rumores de que muchas mujeres quedaron encantadas conmigo eran una jodida epidemia, pero, eso no hacía más nada que inflar mi inquebrantable ego, al igual que Kenia insinuándose.

Estas dos semanas aquí no podía catalogarlas como malas, pero, definitivamente no han sido buenas. Kendall terminó de "adaptarme." Y no hubo sesión alguna de la cual ella no saliera furiosa ya que yo la hacía molestar—intencionalmente, cabe destacar.—con algún comentario o simplemente la seducía siguiendo con mi plan de quitarle aquel control que tanto le encantaba, en uno de esos tantos arranques de molestia de su parte salió de mi habitación disparada y se impactó contra una persona, bastante desagradable debo decir, y si, era el marica de Ethan, ese día me enteré de que mantenían una relación.

¿Te está molestando, fire?—La miró y sin dejarla responder fijó su vista en mi.—Mira imbécil, espero que no te estés pasando con mi chica porque no dudaré en partirte tu patético rostro y dejarlo deforme.

Eso fue lo que me dijo en un supuesto tono de advertencia que lo único que causó fue gracia en mi y más ganas de seguir seduciéndola, ¿Por qué? Quiero hacerle la vida imposible a ese inepto.

Hablando de vidas imposibles, él está intentando lo mismo conmigo, como ya yo terminé todo el proceso de adaptación, se suponía que desgraciadamente tenía que trabajar.

Si, debía prostituirme.

Patético, lo sé, pero, era eso o que me cortaran mi órgano viril.

Hay sesiones a ciegas y otras donde las personas ven a los hombres y los eligen. Ethan está encargado de asignarle los hombres a las personas que eligen a ciegas. Normalmente son aquellas que tienen fetiches o parafilias o son personas mayores, de tercera edad.

Adivinen quien ha tenido sexo como con cinco señoras.

Si, exacto, yo.

No me malinterpreten, respeto a las personas mayores, pero, ¡Por Dios! ¿Sexo con una anciana? ¡Inaceptable!

No he tenido tanto trabajo como otros ya que según ellos aún soy nuevo, pero, de igual manera, es desagradable, y me molesta aún más ya que él lo hace a propósito.

Entre otras noticias...

Víctor se muestra frío, sarcástico y desagradable, pero, cuando lo terminas de conocer es completamente agradable, aunque según él, no con todos.