39: Sin palabras.

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NATHANIEL.

Actualmente me encontraba en el comedor, la mayor parte del día pensando en Kendall y la relación con mi pasado. Hasta escribí algo en mi cuaderno negro que hizo que un sentimiento amargo se apoderara de mi, fue tal la magnitud del sentimiento que arranqué la hoja, sin embargo, no fui capaz de botarla.

Mi vida cada minuto se vuelve más complicada y difícil de entender, y ya verán el porqué.

A parte de que tengo mi memoria en blanco, siento algo fuerte con Kendall, me dicen que tengo unos malditos problemas.

Porque si, frente a mi en la mesa del comedor está Allison, una de las amigas de Kendall.

Me interceptó, hablamos y sinceramente acepté hacerlo porque a mi amigo Victor le gusta ella, aunque no lo admita, y yo quería sacarle sí a ella al menos le atraía, sin embargo, la única que sacó información, fue ella. Y en mi defensa, es buenísima haciéndolo. Es como que hablar y no te das cuenta del vomito de información que estás soltando.p

Ella básicamente me dijo: "Desde que vi que llegaste y como te comportaste siempre pensé que tenías algo, y acabo de confirmar mi diagnóstico. Tienes TPN, trastorno de personalidad narcisista. Eso explica tu ego y confianza, piensas que eres lo mejor del mundo y que no necesitas a nadie más. Además de eso, posees ninfomanía reprimida, intentas ocultarlo con tu asexualidad. Que es eso de pensar que no te gusta nadie o tratarte de convencerte de eso cuando en realidad es todo lo contrario."

Y fue allí donde me dejó boquiabierto.

¿Acaso ella era bruja? Al principio de estos dos años que me acuerdo de mi vida, yo iba muchísimo a burdeles, ya que no podía pasar ni un maldito día sin sexo. Y eso eran sesiones de sexo tras sesiones de sexo. Empecé a ver que no era normal cuando mi miembro comenzó a irritarse horriblemente y aun así no quería parar de tener sexo. Entonces ahí fue donde decidí alejarme de todo relación sexual-amorosa, aunque bueno, por el ámbito amoroso a mi no me interesaba nada, realmente. Entonces me volví muchísimo más cerrado, y terminé sin tener interés sexual por nadie.

Entonces si, yo trataba de reprimir mi problema con lo que al parecer es otro.

Cuando Kendall se coló la primera vez en mi habitación me sentía frustrado, tanto tiempo reprimiendo esa parte de mi, y ella solo en unos minutos volvió a sacarla.

Claro que después pude controlarme, un poco. Pero el trabajo en este lugar no me ayudaba. Y como saben, ayer me salí de control.

Con lo de la personalidad narcisista tenía toda la razón.

Tenía varios trastornos y yo ni enterado...

Diablos.

Tenía no solo una adicción por el sexo, sino que también por mí mismo.

—¿Acaso... eres bruja?—Le pregunté aún aturdido por todo esto.

—Solo soy una muy buena psicóloga.—Me sonrió.

Cuando iba a responder un agitado Víctor Lara apareció por la puerta del comedor.

—Nathaniel, Kendall te llama. Está en su habitación.—Visualizó a mi acompañante.—A ti solo.—Su voz resonó por él casi vacío comedor.

Y sin más se devolvió por donde llegó corriendo.

Todo esto encendió las alarmas en mi cerebro. Hoy no la había visto más, y ella se veía bastante mal, así que sin pensarlo me levanté y salí de aquel comedor dejando a Allison bastante confundida, pero, no me importaba menos aquello.

Caminé a paso rápido por el pasillo hasta llegar a su cuarto. Iba a tocar, sin embargo, me pareció extraño ver la puerta entre-abierta, pero, de igual manera toqué.

Solo una adicción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora