Las aventuras de la tercera generación no se limita solo para los más grandes, ahora los más pequeños ya no lo son tanto y empezaran a ver un mundo lleno de posibilidades a los que tendrán que enfrentarse, mientras los mayores deberán emprender nuev...
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Lyssander no es tonto, sabe que algo ha cambiado para Rose y tiene que ver con alguien, específicamente con ese hombre que la ayudó en la calle el día de su pequeño accidente, pero lo que no entiende es por qué ella no se lo ha dicho. Rose con él era como un libro abierto, para él no había pequeñas notas en el pie de página que pudiera pasar por alto, no había detalles que pudiera ignorar; ella era su libro favorito y el que le estuviera ocultando algo le dolía.
¿Qué le pasaba? Era extraño saber los sentimientos de ella, conocerla tanto y aun así saber que siempre le sorprendería, pero de alguna forma lo asociaba al hecho de que su magia estaba entrelazada para mantenerla atada a la vida. Muchas veces él se preguntaba si Rose sentía lo mismo cuando lo veía o pensaba en él o por ignorar el hecho de que estaban unidos la mantenían alejada de esa extraña sensación de pertenencia que siempre estaba en el aire cuando estaban juntos.
¿Qué sucedió con ese desconocido Rose?
Es la pregunta que quiere decir en voz alta, pero no se atreve a interrumpir la romántica y aun así melancólica melodía que está tocando en el piano, así que lo único que puede hacer Lyssander es quedarse apoyado en el umbral mientras observa al amor de su vida entonar la más triste de las canciones mientras los rayos del sol iluminan su rojo cabello.
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—A ver si entiendo, ¿la solución para una boda es otra boda?
—Así es —afirma la rubia con una sonrisa mientras toca con cuidado su vientre. —Pero creo que primero deben hablarlo antes de explicarles las cosas.
Ambos asienten antes de irse al estudio donde se sientan mirándose fijamente en silencio.
Clary y Peter se observan durante un buen rato en silencio hasta que Peter es el primero en decidir romper ese prolongado silencio.
—Clary, no es necesario que lo hagas...
—Peter no, si puedo ayudarte a librarte de Jazmín lo haré —responde la castaña con toda la determinación que puede tener para haber tenido tan poco tiempo para asumir todo lo que se avecina.