Las aventuras de la tercera generación no se limita solo para los más grandes, ahora los más pequeños ya no lo son tanto y empezaran a ver un mundo lleno de posibilidades a los que tendrán que enfrentarse, mientras los mayores deberán emprender nuev...
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Lucy estornuda varias veces antes de ocurrírsele sacar la varita y buscar el vestido de novia de su madre.
—¡Accio vestido de novia! —exclama la pelirroja y casi de inmediato caen delante de sus ojos caen dos cajas delante de ella.
Si mal no recordaba su madre solo tuvo un vestido de novia y su tía Sophie ni siquiera se había casado así que no entendía de quién era la otra caja o no lo sabe hasta que le quita un poco de polvo y descubre el nombre de la tienda: Kleinfeld.
Lucy tenía frío y hambre, pero sorpresivamente el frío era superior al hambre y eso debía ser una buena señal de lo horrible que estaba el día y aun así ahí estaba ella en medio de una enorme cola acompañando a su hermana que estaba más resplandeciente que una estrella.
—De nuevo, ¿por qué estamos haciendo una cola de más de seis horas?
—Porque hoy es día de liquidación, podría encontrar un vestido Pnina baratísimo.
—Nuestra tía es una de las mejores diseñadoras de moda, ¿por qué querrías un vestido de novia en liquidación? Y lo peor de todo es que ni siquiera tienes planes de boda, ¿o sí?
Molly había tenido un seminario en Nueva York y por coincidencias del destino a ella le habían enviado a cubrir el evento así que pensó que era una buena idea tener unas pequeñas vacaciones con su hermana, después de todo esa ciudad siempre les había gustado y había muchas cosas que deseaban visitar, pero no imaginó que el sueño de su hermana era esa tienda de novias.
—Me prometí a mí misma comprarme mi vestido de novia con mi primer año de sueldo.
—¿Y el novio?
—Ah, ese se encuentra en cualquier lado —le dice encogiéndose de hombros mientras se para de puntillas para observar cuánto les falta para llegar al local.
—Estás loca.
Y ahí estaba ese precioso vestido que encontró en un rincón y que le quedó como un guante ya que había sido una cancelación. Su hermana se había enamorado de ese vestido en el instante en que lo vio y casi baila de la felicidad al ver que costaba solo dos mil dólares.
—Tal vez serás parte de este día —dice acariciando la delicada tela antes de ponerle la tapa y llevárselo junto al vestido de su madre.
Cuando sale de la chimenea corre rápidamente hacia la habitación donde Clary suspira mirando el vestido de novia de su tía Astoria.
—Creo que será éste —dice en un tono algo resignado. —No te ofendas Rose, es precioso, es solo que...
—Lo entiendo, no te preocupes —le dice la pelirroja mientras estira la falda. —A mi mamá le quedó muy bien, pero incluso para mí no es mi estilo.
