Lily estaba feliz, así de simple, estaba feliz.
¿Acaso siempre tener a Scorpius cerca le había hecho feliz? La respuesta era simple y aun así le ponía temblar.
—¿Scorpius? —escucha decir a alguien a su espalda rompiendo el bonito momento que ambos estaban teniendo. No es que a ella se le diera bien odiar a la gente y dado que sabía tantas artes marciales había aprendido a tener una paciencia increíble, pero estaba segura que deseaba matar a quién estuviera a su espalda.
Scorpius suspira antes de soltarla lo que provoca que ella sienta un vacío molesto.
—Claudia, ¿qué sucede?
—Hay unas cosas que quería mostrarte, pero pareces ocupado —responde con un tono que ni siquiera disimula su disgusto.
Lily voltea para encontrarse con una chica más baja que ella, lo cual era sorprendente ya que ella era realmente bajita; tiene cabello castaño oscuro muy liso, de piel canela y pequeños ojos cafés que la miran con nada de amabilidad mientras parece analizarla.
—Sí Claudia, estoy ocupado —dice su amigo acercándola a él. —Te presento a Lily Luna Potter.
Lily no es de las que se deja intimidar, pero tampoco iba a ser arrogante, esa chica podía verle todo lo que quisiera, pero no iba a ser grosera, no sin un buen motivo. No por nada su educación en modales había sido exquisita.
Que extraño hace un momento deseaba lanzarla por la cascada.
—Un placer —le dice con una sonrisa cortés.
La joven al escuchar su nombre vuelve a mirarla de arriba hacia abajo, ¿por qué? No tiene ni la menor idea, pero le molesta un poco.
—Así que eres la famosa Lilu que Juliette no deja de hablar. Soy Claudia Moreno, de seguro escuchaste de mí —lo último lo dice con un tono fanfarrón que recordaba de Tessa en los días que no era su amiga. ¿Por qué no le agrada?
—Lo siento, no.
No le iba a decir que no sabía mucho de nada sobre la vida de Scorpius desde hace meses ya que no era de su incumbencia.
—¿No? Es una pena, ya que soy muy unida a Scorpius.
¿Estaba buscando molestarla?
Y lo estaba haciendo.
Lily no era celosa o al menos no se consideraba así, pero estaba empezando a sentir una pequeña molestia en el pecho que le provocaba abrazarse a Scorpius como si fuera un koala y aclarar que él era suyo.
No, no puedo estar deseando eso además Scorp no es ningún objeto.
—Me alegra, me ponía triste pensar en Scorp solo, ¿te sentiste solo?
Su amigo que hasta ahora ha observado esa fría conversación claramente extrañado se sorprende que lo hayan incluido.
—Bueno, he tenido mucho trabajo, pero ya te lo dije, te extrañé —le responde con una sonrisa que le provoca devolvérsela, pero tienen compañía, además todavía tenían una conversación pendiente. —¿Es urgente lo que necesitabas decirme?
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Historias y aventuras de una nueva generación II
FanfictionLas aventuras de la tercera generación no se limita solo para los más grandes, ahora los más pequeños ya no lo son tanto y empezaran a ver un mundo lleno de posibilidades a los que tendrán que enfrentarse, mientras los mayores deberán emprender nuev...